BRUSELAS (EP). La Comisión Europea ha aprobado la ayuda de alrededor de 7.000 millones de euros concedida por España para la reestructuración de Caja Castilla-La Mancha por considerar que la disolución ordenada de la entidad y la venta del negocio bancario a un competidor, Cajastur, garantiza su viabilidad sin apoyo estatal continuado al tiempo que evita distorsiones indebidas de la competencia.
"La Comisión está convencida de que Caja Castilla-La Mancha se ha reestructurado de forma que se limitan distorsiones de la competencia y se garantiza la viabilidad de las actividades bancarias", dijo el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y responsable de Competencia, Joaquín Almunia, en un comunicado.
La caja de ahorros recibió una garantía estatal de 3.000 millones de euros en marzo de 2009 para evitar su quiebra, seguida de una inyección de capital de 1.300 millones del Fondo de Garantía de Depósitos de las Cajas, una aportación de liquidez de 350 millones y una ayuda para hacer frente a los activos deteriorados que consiste en una garantía de aproximadamente 2.500 millones, según los datos de Bruselas.
La gran cantidad de ayuda con respecto a su tamaño - en junio de 2009 tenía un balance de 27.000 millones- ha requerido una reestructuración a fondo que restableciera la viabilidad e hiciera frente a la distorsión de la competencia, destacó el Ejecutivo comunitario.
La investigación de la Comisión comprobó que la disolución ordenada de Caja Castilla-La Mancha seguida de la venta del negocio bancario a un competidor aseguraba que el negocio vendido fuera viable sin apoyo estatal continuado.
Además, Bruselas concluyó que "la distorsión de la competencia provocada por el significativo apoyo estatal se ha limitado a través de una reestructuración a fondo, de la venta de la parte viable del negocio a través de una subasta, de la liquidación de los activos no bancarios, y de la continuidad de Caja Castilla-La Mancha sólo como una fundación de beneficencia". Además, la caja de ahorros tenía una presencia limitada en el mercado español, sólo alrededor del 1% a mediados de 2009.
Caja Castilla-La Mancha prestaba servicios de banca minorista, principalmente en la región de Castilla-La Mancha. Ahora ha sido vendida a Banco Liberta, filial de Grupo Cajastur.
Los activos no bancarios de Castilla-La Mancha (en su mayoría la participación en otras empresas) se transfirieron al Fondo de Garantía de Depósitos a cambio de la devolución de la inyección de capital de 1.300 millones y de la aportación de liquidez de 350 millones. El Fondo de Garantía de Depósitos venderá estos activos durante los próximos siete años.
Caja Castilla-La Mancha renunciará a su licencia bancaria para transformarse en una fundación destinada solamente a continuar los compromisos existentes relacionados con servicios de beneficencia, culturales y sociales. Estos servicios se financiarán a través de los dividendos de las acciones de la fundación en Banco Liberta.
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