VALENCIA. "Qué es la ética de la empresa", es el título de un libro con las claves para reconocer su carencia, abordar los desencuentros y solucionar crisis empresariales. Así lo ve su autor, José Félix Lozano (Teruel, 1970), profesor y director del Master de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Universidad Politécnica de Valencia y patrono de la Fundación ÉTNOR. Estudió filosofía en Valencia, pero parte de su doctorado lo hizo en Alemania, su otra pasión. Allí terminó de darse cuenta que iba a vivir de y por la ética. El libro fue presentado por Francisco Pons (presidente de Importaco, AVE y futuro vicepresidente de Bankia) junto a Adela Cortina, catedrática de Ética y directora de la Fundación Etnor. A José Félix le encanta correr en maratones y practicar senderismo por lugares exóticos.
-¿De dónde procede su interés por la ética?
-De mis estudios en Filosofía y de mi estancia de estudios en Alemania.
-¿Qué tienen los alemanes que no tengamos nosotros en ese terreno?
-Unos departamentos de filosofía práctica y moral muy completos. Empecé en los departamentos de dirección de empresa de la universidad incorporando aspectos de ética. Fue una experiencia única. Después volví para dirigir la fundación Etnor hasta que lo dejé en 2001.
-¿El mundo de la ética está a salvo de la corrupción?
-En los 70, sobre todo en EE UU, se puso de moda que las empresas contaran con departamentos de ética, y es cierto que algunas lo aprovecharon como estrategia de imagen para ocultar sus trampas. Enron fue el caso más paradigmático.
-¿Y en España?
-Nunca ha sido tan espectacular porque la ética no fue una moda. Hay casos aislados. Mario Conde fue el primer español invitado por el Papa para participar en unas jornadas sobre ética en los negocios y años después acabó en la cárcel.
-¿Qué le parecen los casos de ausencia de ética en la monarquía española del XXI?
-Uff. La falta de ética me parece mal sea donde sea, pero sobre todo se aprecia más en la gente que tiene responsabilidades públicas.
-¿Puede ser contagioso?
-Lo que puede es deteriorar el sistema. Los sistemas funcionan porque tienen capacidad para imponerse o por la legitimidad que reciben de la gente que los quiere seguir. Nuestro sistema democrático funciona sobre todo porque la gente no está pensando constantemente en robar, estafar o engañar. Se interiorizan las reglas y se respetan voluntariamente.
-Y ya puestos, ¿qué opina sobre la ética en la política?
-Falta mucha responsabilidad política y pública. Una de las cosas que conocí de cerca en Alemania y que aquí no he visto es el compromiso con lo público. En todos los sistemas hay francotiradores o gorrones, pero allí existe un nivel de civismo de los ciudadanos que nos lleva mucha ventaja.
-¿Qué aconseja a los futuros empresarios que se forman en sus aulas?
-De entrada no se puede ser un buen profesional si no se es buen ciudadano. Son aspectos indisolubles. Por eso insisto en recordarles que las exigencias éticas no acaban en el ámbito privado. La gente entiende que no se puede mentir, que hay que ser leal con los amigos... pero cuando entran en las empresas pasan a pensar, por ejemplo, "bueno, diré la verdad o no según me convenga". Les machaco a los alumnos recordándoles que los imperativos morales se deben cumplir en todos los ámbitos, ganes o pierdas.
-¿Cree que los futuros empresarios no caerán en la tentación?
-No me atrevería a decir tal cosa. En estos momentos los modelos que tienen los jóvenes al terminar la universidad no son los de grandes comportamientos éticos. Los modelos que ven en la calle son los de "yo quiero tener más", "yo me merezco más" y "lo voy a conseguir caiga quien caiga". A lo mejor esta crisis nos cambia la perspectiva, pero hoy por hoy no es así. Tampoco hay que olvidar que los jóvenes son un reflejo de lo que ven y les transmitimos.
-¿Seremos capaces de darles otros ejemplos?
-Convendría. Cuando a uno le venden un mal producto y va a devolverlo sale indignado y piensa que le han tomado el pelo si se da cuenta que no le hacen caso. O sea, implícitamente está reconociendo que exige valores en las relaciones comerciales con la gente. Como directivos ocurre lo mismo.
-¡Quizá la crisis devuelva valores!
-Así se observa. En la base de la crisis ha habido una asunción de riesgos irresponsable por parte de personas que se beneficiaron de un sistema con dinero de otros, pero sin pagar las consecuencias. Esto ha motivado a algunas escuelas de negocios a cambiar en sus MBA sus métodos de enseñanza. Ya no se habla solo de maximización del beneficio sino de integridad, responsabilidad, asumir las consecuencias... En la presentación, Francisco Pons, el futuro nuevo vicepresidente de Bankia, reconocía que o cambiamos la cultura de querer más y más a costa de lo que sea, o no tendremos solución.
-¿Esa depredación por el dinero está aumentarndo las desigualdades?
-Sin duda. Lo que me asombra es que la gente no reaccione ante esta barbaridad. Cualquiera que trabaja en temas de desarrollo sabe que la pobreza está mal, pero lo peor es la desigualdad. Si América latina le cuesta tanto salir es precisamente por esa desigualdad social en oportunidades y accesos. En España se habían limado estas diferencias, pero se puede revertir el proceso si el 10% de la población gana el 40% más que los que menos ganan. Esto generará graves problemas de convivencia y funcionamiento democrático.
-Ante tanta crisis ¿tiene sentido un libro de ética?
-¡Claro! Es el momento oportuno para recordar que en el mundo de los negocios no todo vale y no olvidar que todos los seres humanos por el hecho de serlos somos dignos. Si estamos abocados a transformar el sistema desde sus cimientos hay que cambiar las reglas de juego y la mentalidad del jugador.
-¿Sócrates está de moda?
-Nunca debería haber dejado de estar de moda. Conocerse y conocer los propios límites te asegura, de entrada, un poco de paz.
-¿Existen reglas efcaces para cambiar todo esto?
-Sí. El primer paso es abrir procesos de diálogo argumentados. No hablo de monólogos. Cuando dialogas con alguien, de entrada le estás tomando en serio, le escuchas, estás dispuesto a cambiar tu posición, a dar buenos argumentos..
-¿Los empresarios hacen caso a los libros?
-Menos del que deberían, seguro. Pero hay empresarios que agradecen que les des ideas nuevas para aprender. Es cierto que a veces vuelven comentando, "¡imposible!".
-Eso es porque el viaje desde el mundo de las ideas a la vida real es largo.
-No lo veo así. Las ideas no abstracciones irreales. Es más, depende de cómo pensemos actuaremos de una forma u otra. Por ejemplo, la paz. Todos sabemos lo que es. Es un ideal que orienta nuestra vida. La ética es filosofía práctica. Si no sirve para cambiar la realidad no es ética.
-¿La ética innova y se adapta a los tiempos tecnológicos?
-La ética es una disciplina que no para de cuestionar el uso que hacemos de nuestra libertad. Podemos hablar de cuánta libertad tenemos, pero tenemos la posibilidad de decidir si vamos, venimos, mentimos, amamos o no. Multiculturalismo, evolución biotecnológica... son problemas nuevos ante los que la ética da su opinión.
-Entonces la ética ¿no deja de ser una opinión?
-Sí, pero hay una clave. La libertad siempre implica dar razones que incluyen nuestra moralidad. Todas nuestras acciones contienen un componente moral. Siempre que razonamos nuestros por qué estamos proponiendo algo. Lo hacen las diversas tradiciones, religiones, sistemas políticos. La clave es en qué se fundamentan nuestras razones. Si digo, usted debe hacer esto, la contestación es por qué. Ahí está la clave. La ética es una reflexión sobre el uso que hacemos de nuestra libertad.
-¿El mobbing, la corrupción, el acoso moral... son fenómenos de hoy o de siempre?
-Algunos como el mobbing son más recientes. Se ha visto que es un fenómeno que va a más. Actualmente en los grupos sociales desaparece el acoso directo, pero crece el psicológico.
-¿Realmente el ser humano ha evolucionado como creemos?
-Ha evolucionado. Los derechos humanos es el gran consenso internacional fruto de la manifestación de unos principios éticos universales. Nadie en el mundo está en contra de ellos aunque cada uno los interprete a su manera. Estoy convencido que en la mayoría de las sociedades ha habido una evolución de la conciencia moral.
-¿El ético nace o se hace?
-Se hace. Los genes no determinan nuestro comportamiento moral. El ambiente en el que creces es decisivo y determina tu comportamiento.
-Con tanta ética en su vida, ¿no ha sido nunca un poco irresponsable?
-¡Claro! soy un ser humano y alguna vez me he arrepentido por algún comportamiento. Hay que ser consciente que desde lo que se piensa a lo que se hace hay muchos factores. Puede interferir el miedo, las emociones, los intereses... es la ética la que da orientaciones y ayuda a disminuir esa distancia entre el pensamiento y la acción. Ser ético no es ser un santo, es ser responsable.
-¿Además de ético es...?
-Deportista. Me encanta participar en maratones. Corrí el último en Valencia y quedé entre los 400 primeros de los 6.000 participantes. ¡Estoy que me salgo! Por lo demás siempre estoy trabajando. De vez en cuando me escapo y practico senderismo. El Atlas en Marruecos, los Pirineos... y me gusta viajar solo, aprendes mucho de los otros, pero sobre todo de ti mismo.
Me gustó su nota. Y me gustaría saber su opinión sobre la ética en argentina. Hemos padecido muchas crisis y salido de ellas, pero no se si todo ha sido evolución. gracias.
Gran profesor, Felix crack!!
Buenos dias: no por ser el mas asiduo a vuestra lectura no dejan Uds de sorprenderme. Este, artículo ,la frase de su autor son de tal vigencia y contundencia que, no dudo en enviarlo no solo a mis amigos de aqui sino de Ibero-America.Gracias me habeis dado el "elemento" que me faltaba para escribir sobre la "etica de los politicos" Un saludo Alejandro Pillado Valencia 2011
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