Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Economía incumple con Unión Gremial el criterio que aplicó para excluir a Anged del Observatorio
• El 'problema valenciano' se cuela en Madrid
• A quién le sube y a quién le baja los impuestos Joan Ribó

VALENCIA. El lugar elegido ayer por Francesc Romeu para anunciar oficialmente ante los medios su candidatura a la secretaría general del PSPV fue el Café Lisboa. Un escenario en el que solía latir el corazón progresista de la ciudad en el pasado. El encuentro fue un cóctel de distensión y solemnidad. El aspirante se mostró relajado y extrovertido al inicio y al final del mismo, si bien impregnó de un rictus de seriedad al acto cuando inició su discurso ante los micrófonos. Con tono grave, y enfundado en su traje y corbata, exhibió galones de político.

En cuanto a sus palabras, giraron en torno a la participación de la militancia, el acercamiento al centro del PSPV que ha fortalecido a las fuerzas de la izquierda y la refundación del socialismo valenciano. Aunque trató de morderse la lengua, no pudo evitar lanzar dardos envenenados a la actual dirección del PSPV: "la gente está cansada de bandoleros de la política; del marketing vacío de contenido y de color marrón; de mensajes cada día hechos más en el laboratorio; de actitudes déspotas que maltratan la militancia; de que el socialismo no sea una referencia social", aseguró.

No quiso pronuciarse sobre su apoyo a los posibles aspirantes Alfredo Pérez Rubalcaba o Carme Chacón de cara al Congreso Federal porque "todavía no hay candidatos". También evitó hablar sobre un futuro pacto con el exdiputado Manuel Mata, otro de los aspirantes al liderazgo del PSPV, si bien tuvo palabras de afecto hacia él. Romeu no descartó, fuera de micrófonos, la aparición de un cuarto candidato que surgiera del ala 'lermista', y también se mostró expectante a la irrupción de una tercera vía en el Congreso Federal: muchas incógnitas.

La única despejada por el que fuera candidato en 2008 en el mismo proceso es que volverá a presentarse en marzo de 2012. De cara a la elección, reivindicó "normalidad" y por ello exigió a la dirección del PSPV "igualdad de oportunidades para todos los candidatos" que se presenten. Así, pedirá el censo de militantes y la sede para organizar actos y afirmó que presentará su proyecto 'Un nou sentit al socialisme valencià' en las agrupaciones socialistas de la Comunitat.

MODELO FRANCÉS

Asimismo, Romeu apostó por un modelo similar al francés para la elección del secretario general del PSPV con listas abiertas y la participación de militantes y simpatizantes. De lo que se trata es de dar voz a la calle y "conectar" con la sociedad porque existe una sensación de "antipolítica" en la calle.

En su análisis del socialismo valenciano, Romeu lamentó la "sangría" de votos y militantes en el PSPV. Al respecto, ha advertido de la necesidad de "reinventar los discursos, las formas, los mensajes y establecer nuevos liderazgos". Así, el documento 'Un nou sentit al socialisme valencià' es una "enmienda a la totalidad" a la ponencia de la dirección socialista en el congreso del PSPV, subrayó.

Además, señaló que uno de los "errores" cometidos por la dirección del PSPV en la pasada legislatura ha sido que "no hemos estado en el debate político". En este sentido, apuntó la importancia de combatir la corrupción pero es que el PSPV "es un partido de gobierno" y debe "tomar la iniciativa" política, señaló.

Romeu afirmó que los ciudadanos esperan que "nos diferenciemos" y "dejemos de mirarnos el ombligo". Además, consideró que el fracaso electoral del PSOE se debe a que se ha dedicado a "tranquilizar a los mercados en lugar de tranquilizar a la gente". Por ello, remarcó que el PSOE "debe ser un partido de izquierdas porque el giro al centro ha fracasado".