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10 dardos en la diana del sistema financiero valenciano... o en lo que queda de él (1ª parte)

JOAQUIM CLEMENTE. 03/12/2011 El camino a emprender ahora por Francisco Pons en Bankia, José Luis Olivas en Bancaja y su fundación, Antonio Tirado en Banco Financiero y de Ahorros, los administradores del Banco de España en la CAM y el Banco de Valencia, Antonio Gisbert en Ruralcaja o el propio presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, son clave en unos días decisivos para el control de los rescoldos de la banca local

VALENCIA. Las reglas del 'juego' son tan complejas que practicamente requieren  el cumplimiento de una condición para que se dé la siguiente. El triste escenario financiero de la Comunitat Valenciana es el terreno de juego en el que se libran unas batallas por el reposicionamiento del poder cuyas victorias o derrotas pueden ocasionar un 'efecto mariposa'. Éstas son las claves.     

Francisco Pons y José Luis Olivas | Efe1. El papel de Francisco Pons. Su nombramiento como vicepresidente de Bankia se producirá en el transcurso del próximo consejo ordinario del banco cotizado en el que participan Bancaja y Caja Madrid junto a otras pequeñas cajas de ahorros españolas. El rol que desempeñará Pons es sustancialmente diferente al que tenía José Luis Olivas. Aunque los estatutos recogen que ese puesto es ejecutivo y tiene bajo su responsabilidad la gestión de la cartera de participadas, lo cierto es que Pons no ejercerá como tal.

El empresario valenciano, que cuenta con el apoyo de Juan Roig y, con él, del grueso del empresariado valenciano (no en vano su nombramiento se considera un 'triunfo' del lobby AVE), ha aceptado ocupar el puesto pero con condiciones. No se establecerá permanentemente en Madrid, si no que acudirá de forma puntual a su despacho en la sede operativa de Bankia.

La clave se encuentra en saber cómo se resolverá esta situación. Las opciones que se barajan ahora son varias. Una de ellas pasa por que Pons ocupe el puesto con un  modificación de sus competencias, limitando su poder sobre la cartera empresarial. En el artículo 10 de los estatutos de Bankia se estipula que "el vicepresidente tendrá responsabilidades sobre el área de participadas con el alcance que le delegue el consejo de administración".

En este escenario se plantea que Pons pueda, además de apoyarse en el equipo que ya tenía Olivas, nombrar a personas de su confianza que desarrollen la estrategia de Bankia sin que todo el poder se desplace definitivamente al entorno de Rodrigo Rato. Esta posibilidad es en la que se está trabajando desde la Comunitat Valenciana en estos momentos.

Otra posibilidad que se maneja estos días es que el nombramiento de Pons sea ‘provisional', es decir, que el empresario deje de ocupar a medio plazo el puesto. En esta opción, que respondería a la urgencia con que la Generalitat ha tenido que dar el nombre del sustituto de Olivas a Bankia y a las dificultades por encontrar un ‘peso pesado' de consenso, entran en juego distintas y complejas variables. Una de ellas, hacer coincidir al presidente de Bancaja con todos los cargos de representación que, en teoría, lleva aparejados tras la fusión con Caja Madrid: la vicepresidencia de Bankia y de Banco Financiero y de Ahorros. Ahí entra Olivas.

2. El futuro de José Luis Olivas. Para conseguir sacar adelante el plan de la Generalitat, consistente en hacer coincidir los tres cargos en una misma persona, hay que superar la resistencia de José Luis Olivas a abandonar la presidencia de Bancaja. Más allá de conseguir el apoyo de los miembros del consejo de administración para apoyar a un candidato alternativo, el inconveniente se centra en la obligación estatutaria de que el nombre propuesto forme parte, cuanto menos, de la asamblea general, condición que no cumple Francisco Pons.

El calendario de renovación de los órganos de gobierno de Bancaja juega en contra del Consell. Olivas fue reelegido en enero de 2010 como presidente de la entidad por un periodo de seis años. No hay previstas elecciones hasta 2013, momento en que se renovará la mitad de la asamblea y Alberto Fabra podrá colocar entre los consejeros generales a personas de su confianza dentro de la cuota que corresponde nombrar a la Generalitat a través de Les Corts.

Fuera del proceso electoral, las opciones son muy limitadas. Los estatutos de Bancaja dejan claro que "si se produjera alguna vacante en el consejo de administración o en la comisión de control, para las que no existieran suplentes, podrán efectuarse nuevos nombramientos de entre los consejeros generales del grupo de representación correspondiente, en la forma prevista. Sin embargo, si se produjera alguna vacante en la asamblea general y no hubiera suplentes, dicho puesto permanecerá sin cubrir hasta el siguiente proceso electoral".

Aunque se ha estudiado, los estatutos no dan opciones, al menos sin retorcer la literalidad de su articulado, a introducir nuevos consejeros generales, de entre los que se eligen los miembros del consejo de administración.

Una salida de Olivas de la presidencia -ya sea por su dimisión voluntaria, porque el expediente abierto a los directivos de Banco de Valencia, del que era presidente, le inhabilite o forzada por la mayoría del consejo consejo- sin tener al sustituto firme abre un escenario de futuro poco previsible. Incluso la sustitución por alguno de los dos vicepresidentes de la caja, que sería el proceso natural en una crisis societarial, tiene peros.

3. La supervivencia de Antonio Tirado. El primero en la línea de sucesión sería el eterno Antonio Tirado. El que fue presidente de Caja Castellón en el momento de la fusión con Caja Valencia para crear Bancaja no ha dejado de ostentar un puesto en el consejo de la entidad desde entonces. Ha sorteado todos los límites de tiempo en el cargo que impone la ley gracias a que cada modificación legislativa ha puesto su contador a cero. Su habilidad para enterrar su pasado socialista por estar en la órbita declarada del PP también le ha permitido su reelección sin problema.

Es la 'cuota de Castellón' en la caja, representación que se recoge estatutariamente. Sin embargo, en estos momentos, su futuro parece menos halagüeño. Tirado no solo es vicepresidente de Bancaja. También lo ha sido de Banco de Valencia hasta la intervención del Banco de España. Y se mantiene como miembro del consejo de administración de Banco Financiero y de Ahorros. De Bankia lo fue temporalmente.

Su permanencia en esos cargos se antoja imposible, según coinciden todas las fuentes financieras. Los mismos motivos que obligaron a Olivas a dimitir de BFA y de Bankia, la crisis del Banco de Valencia -era insostenible que el expresidente de un banco intervenido por la mala gestión ocupase un cargo tan relevante en una entidad financiera- se pueden aplicar a Tirado.

Aunque de momento Tirado se sigue aferrando al puesto, su salida se da por descontada. En BFA, especialmente. En el momento en que Olivas salga de Bancaja su posición se debilitará aún más. Aunque posiblemente lo que le ponga la puntilla sea lo que ocurra en el Banco de Valencia en un futuro inmediato.

Sede del Banco de Valencia | Eva Máñez4. El expediente al consejo de Banco de Valencia. El desembarco de los administradores nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en el Banco de Valencia tras la intervención del Banco de España trajo aparejada la lógica destitución de todos sus órganos de dirección. Los 20 consejeros (incluido Olivas, pese a su dimisión) y el exconsejero delegado, Domingo Parra, y su gestión están ahora bajo la lupa del supervisor.

De momento se les ha abierto un expediente informativo. Es el proceso normal. Sin embargo, su evolución dependerá mucho de lo que encuentren los administradores en el corazón del banco, que de momento ya ha declarado un ‘agujero' de 562 millones, cifra que se puede ver notablemente incrementada a medida que se actualicen los balances de la entidad y se tengan que realizar provisiones.

Si el Banco de España acaba concluyendo que los miembros del consejo de administración, por acción o incluso por omisión, son los responsables de la situación de crisis de la histórica entidad valenciana, el expediente puede derivar en una inhabilitación para ostentar cargos en cualquier entidad financiera.

Esta espada de Damocles pende tanto sobre los consejeros nombrados a instancias de Bancaja, entre ellos Tirado, como sobre los representantes de los accionistas históricos de Banco de Valencia. Los representantes de las familias Aznar, Noguera, Michavila, Soriano o Girona en el máximo órgano de gobierno de la entidad, inician un calvario similar al que, desde hace ya meses, viven los exconsejeros de CAM, la otra entidad valenciana intervenida.

5. CAM: o para el Sabadell, o troceada. Si incierto es el futuro de los exdirectivos de CAM, con el expresidente Modesto Crespo, y los exdirectores generales Roberto López Abad y María Dolores Amorós, a la cabeza, el de la entidad que gestionaron hasta la intervención aún lo parece más. El duro golpe que supuso la huida masiva de la gran banca de la subasta, dejando solo al Sabadell en la puja, ha roto las previsiones del Banco de España. La adjudicación que estaba prevista para este viernes se ha aplazado "a la semana que viene".

El FROB sigue analizando la oferta de la entidad catalana, y aunque algunas fuentes aseguran que será finalmente quien se quede con CAM, otras ven con recelo los movimientos de las últimas horas. La opción del troceo para su venta a distintos postores, tanto por áreas de negocio como por territorios, toma fuerza como método para facilitar la digestión de la caja de Alicante en un momento en que los supuestos interesados más que aventurarse en adquisiciones de bancos con problemas -ni el esquema de protección de activos prometido por el FROB sirve- están pendientes de captar capital para reforzar su solvencia.

El futuro de CAM, de cumplirse el nuevo calendario, se desvelará por tanto en mitad de una semana con dos festivos de por medio. Atentos a la decisión del FROB estarán no solo los afectados directamente. Lo harán en Banco de Valencia, que abre ahora el plazo de seis meses que desembocará en su venta. Pero todo el sector financiero tomará buena nota. Y en Valencia también puede servir para acelerar procesos recién abiertos, como el de Ruralcaja.

6. Las urgencias de Ruralcaja. La llegada de Juan Antonio Gisbert a la dirección de Ruralcaja en 2008 supuso un revulsivo para la cooperativa de crédito valenciana que llevaba una inquietante deriva en su cuenta de resultados. Gisbert hizo una primera limpieza de los balances y posicionó a la entidad para encabezar una gran fusión del sector de las rurales.

Pese a que logró avances con distintas integraciones y la creación del grupo CRM (Cajas Rurales del Mediterráneo) el proyecto de consolidar una alternativa a Cajamar no ha cuajado como se esperaba.

Tras fracasar un último intento de convencer al sector cooperativo español de concentrase en el Banco Cooperativo Español, rechazado este jueves, Ruralcaja parece haberse rendido. Las mayores exigencias de capital le abocan a una "fusión urgente". Y el que fue mayor competidor en el sector, Cajamar, puede acabar engulléndola.

De ocurrir esto, el golpe al casi extinto sistema financiero valenciano sería definitivo ante la impotencia social y política.
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Mañana, domingo 4 de diciembre, 2ª y última parte:

La responsabilidad de la Generalitat Valenciana; el papel de los empresarios; Bankia, el banco de los valencianos y Siempre quedará la Fundación Bancaja

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