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CASTELLÓN. "Venimos de una situación de bonanza económica, beneficios en el sistema financiero y superávit en las cuentas públicas, pero hemos llegado a una situación de crisis tanto económica, como de valores y normativa. Podemos decir que hemos pasado del estado del bienestar al del bienrestar". Estas palabras resumen el escenario que ha dibujado el síndic major de Comptes, Rafael Vicente, en su conferencia "Los órganos públicos de control. ¿Una garantía democrática en época de crisis?", organizada por la Universidad CEU Cardenal Herrera y el Colegio de Mediadores de Seguros de Castellón.

La ponencia se ha celebrado durante el acto de presentación del Curso Superior de Gestión Patrimonial y Banca Privada, que ambas entidades pondrán en marcha en enero, para profesionales del sector financiero, mediadores de seguros y titulados universitarios que deseen desarrollar su carrera en el ámbito de la gestión de patrimonios.

Durante su intervención, el síndic major de Comptes también ha señalado que el descenso de ingresos (ámbito económico), el menor respeto por el interés general (valores) y el menor control (normativa) han provocado crisis económica y financiera, corrupción, pérdida de confianza en las instituciones y descenso en la rendición de cuentas. Ante ello, las medidas que propone el síndic major pasan por una delimitación de competencias de las administraciones públicas, una revisión de la financiación, mayor transparencia, eficiencia y austeridad y mayor control tanto interno como de los órganos supervisores.

También hizo un repaso a las actuaciones de los órganos públicos de control externo (Tribunal de Cuentas y autonómicos, Banco de España, CNMV, Dirección General de Seguros) respecto a las crecientes crisis habidas en el sector financiero (intervención de cajas de ahorros y Banco de Valencia).

Rafael Vicente ha insistido en que "en una democracia moderna, ante una crisis tan compleja, el ciudadano ha de confiar en los órganos de control que deben ser expertos e independientes para emitir una opinión técnica y crítica que resulte comprensible para la opinión pública".

"La situación crítica es curable. Requiere un tratamiento muy agresivo, que consiste en aplicar recortes, que aunque resulten muy difíciles, aseguren el estado de bienestar; mantener las inversiones clave; realizar reformas estructurales del mercado laboral, del sector público y de la educación; y finalmente concienciar a los ciudadanos. Lo dicho, hemos pasado del estado del bienestar al del bienrestar", ha señalado.

Para concluir, el síndic major ha confiado en que "mantengamos la esperanza" porque "de todas las crisis se ha salido con confianza, transparencia, esfuerzo e ilusión. Así, ante el futuro, apunta tres recetas: Transparencia en la gestión, porque es una actitud, una filosofía y constituye el mejor antídoto contra la corrupción y la crisis. Confianza en las instituciones, para lo que éstas tendrán que aumentar su nivel de apertura, independencia y transparencia. Esperanza, porque tener ilusión en conseguir una meta siempre es atractivo, aunque suponga esfuerzo".