VALENCIA. El director del Palacio de Congresos de Valencia saca adelante la ampliación del recinto gracias a su elevada demanda, mientras los competidores públicos y privados lamentan que "se lleve lo poco que queda del negocio"
Mientras la competencia pasa con lo justo, el líder explota su éxito. El Palacio de Congresos de Valencia, que dirige José Salinas, ha presentado una ampliación de sus instalaciones para 2014 de 6.150 metros cuadrados, repartidos en un edificio de tres alturas con espacios diáfanos panelables, 20 salas de diversa capacidad y un salón plenario para 2.500 personas.
En total, 24 millones de euros de inversión, financiados por la propio entidad y sin demandar fondos públicos. Todo parece perfecto, pero la competencia teme que el Palacio de Salinas "se lleve todo que lo queda del sector", mientras otros centros públicos, como Feria Valencia o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, no consiguen unos niveles de comercialización que les permitan compensar costes.
El Palacio de Congresos es una de las pocas instituciones públicas rentables de la ciudad de Valencia y presume de haber aumentado sus beneficios antes de impuestos un 11,6% en un año tan complicado económicamente como 2010. En diez años la gestión desarrollada por José Salinas ha conseguido un impacto económico de 700 millones de euros (23 veces su coste de construcción), tiene ya reservas para la celebración de 600 eventos y se ha posicionado internacionalmente como un centro líder, siempre según los datos facilitados por la propia institución.
LA GUERRA DE PRECIOS NO VA CON SALINAS
Sin cuestionar la rentabilidad que ha obtenido para el Palacio, las críticas más habituales desde la competencia pública y privada hacia Salinas están relacionadas con su doble condición de director de un centro de congresos y al mismo tiempo de la entidad encargada de comercializar Valencia en su conjunto como centro internacional de congresos (Fundación Turismo Valencia Convention Bureau, TVCB). Sin embargo, otros competidores también reconocen que el Palacio de Congresos es el espacio que mejor se ha adaptado a la demanda, por el formato del espacio ofertado y los servicios complementarios (conexiones, pantallas, servicios de traducción...).
Además, "los precios del Palacio de Congresos son asequibles y tienen la ventaja de ofrecer toda la instalación en perfectas condiciones para celebrar casi cualquier tipo de actos", asegura un organizador de eventos. Por contra, la Ciudad de las Artes y las Ciencias mantiene unos precios elevados y, al igual que Feria Valencia, ofrece la mayor parte de sus espacios diáfanos.
Otra diferencia es la escasa externalización de la acción comercial. Es este sentido, Feria Valencia ha optado por encargar al comercialización de sus pabellones 6 y 7 a CB Richard Ellis. 60.000 metros de superficie expositiva que la consultora debe idear como rentabilizar.
Por su parte, los hoteles, el otro gran oferente de espacios, han ganado ocupación de habitaciones, pero siguen en horas bajas en lo que se refiere a eventos. La falta de actos de mediano y pequeño formato les ha reducido mucho los ingresos y la guerra de precios es reconocida por distintos responsables hoteleros.
El único que se salva de esta espiral es el Hotel Las Arenas. "Frente al mar y con todas las facilidades de un cinco estrellas Gran Lujo, a los extranjeros les encanta y, contando con suficiente presupuesto, es una opción que nuca falla", señala un organizador de actos.
UNA GRAN FERIA A MEDIO GAS
Mientras Salinas hace gala de su fuerza, desde Feria Valencia, su presidente, Alberto Catalá, aseguraba tras la presentación que la ampliación del Palacio de Congresos generará "una espiral hacia arriba" a la que quiere montarse el recinto ferial. Sin embargo, la buena marcha del Palacio de los últimos diez años no ha impedido que Feria Valencia sufra un bajo porcentaje de ocupación desde el inicio de la crisis.
Mientras otros recintos, como la Institución Ferial Alicantina (IFA), reconocen en sus cuentas cómo la celebración de congresos ha significado un pulmón de oxígeno para sus cuentas, la feria valenciana ve limitada su actividad a los más grandes, rentables, pero inusuales.
Como ejemplo se encuentra el congreso mundial sobre energía fotovoltaica, que reúne desde hace tres años a 40.000 congresistas. Se trata de una de las citas congresales más importantes del mundo y, como referencia, se señala que genera más ocupación hotelera de la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 que se celebra en Valencia.
La intención, según se asegura desde el Ayuntamiento de Valencia, no es que ambos centro compitan, sino que se complementen. "El problema, si lo hubiera, sería de coordinación", se reconoce desde Feria Valencia.
DESORBITADA OFERTA PÚBLICA
Al margen de los espacios que ofrecen los hoteles (especialmente los de cuatro y cinco estrellas), las cuatro universidades, las patronales o fundaciones como la de Bancaixa, la propia de instituciones públicas en Valencia suma decenas de miles de metros cuadrados con escasa o ninguna ocupación, según distintas empresas organizadoras de actos. El Palacio de Congresos es una rara avis, con una cartera de 60 actos para los próximos años.
Las acusaciones de competencia desleal que se vierten desde la empresa privada por celebrar bodas o banquetes. Sólo en el caso urbano de Valencia, la Generalitat oferta en todos los edificios de la Ciudad de las Artes y las Ciencias: tres espacios en l'Hemisféric, seis en el Museo Príncipe Felipe, los cuatro auditorios de l'Oceanogràfic, 17 espacios en Palau de les Arts, el Umbràcle o toda el Àgora), el Centro de Desarrollo Turístico de la Alameda o los espacios que ofrecen los catorce centros de los que dispone la Red de Institutos Tecnológicos.
Por su parte, el Ayuntamiento dispone, además del propio Palacio de Congresos, el Palacio de la Exposición y el Palau de la Música con cuatro salas de distinto tamaño y dos espacios multifuncionales. Por si eso fuera poco, la Diputación de Valencia también ofrece el Museo Valenciano de la Ilustración (MUVIM) y el colosal Centre Cultural de la Beneficència.
Adios a Feria de Valencia. Ahora si que los han dejado k.o. Pero ojo! es que eso de richard ellis, los van a timar porque todo el mundo sabe que en Feria de Valencia no tienen profesionales y cualquier medio gato engaña allí... jajajaja ale! ya pueden echar el cierre porque alli no va a ir ni el tato! A la vist está...
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