VALENCIA. El consejo de administración de Bancaja se reunirá este martes con carácter extraordinario para buscar una salida a la situación que se ha creado con la dimisión de su presidente, José Luis Olivas, de los puestos de representación que ostentaba tanto en Banco Financiero y de Ahorros como en Bankia. La reunión estaba convocada inicialmente para el miércoles pero se ha adelantado esta misma mañana.
Olivas dimitió este lunes tras unas semanas de "acoso y derribo" alentado desde la cúpula de BFA-Bankia ante la grave situación de Banco de Valencia, entidad de la que fue presidente hasta hace un mes y que fue intervenida finalmente ayer por el Banco de España.
La situación de Olivas en la vicepresidencia de BFA-Bankia se había vuelto insostenible. Los requerimientos del Banco de España al Banco de Valencia para que adoptara medidas de refuerzo de su capital salpicaron a su principal accionista, el banco común creado por Bancaja y Caja Madrid, que optó por dejar caer a la histórica entidad, negándose a cubrir el desfase de más de 1.000 millones de euros que se estima tiene en su balance.
Pese a todo, Olivas trató de aguantar el pulso con la súbita dimisión de la presidencia del Banco de Valencia. Un intento por conservar sus puestos en BFA y en Bankia que finalmente ha sido inútil.
Sin embargo, la 'rendición' total del que durante siete años y diez meses ha sido el hombre fuerte de las finanzas valencianas aún no es definitiva. El que fuera conseller de Economía y presidente de la Generalitat Valenciana trata de conservar parte de su poder. Su última trinchera es la presidencia de Bancaja.
Según coinciden todas las fuentes tanto políticas como financieras de Valencia, Olivas quiere continuar al frente de la caja de ahorros. Un escenario que desde la Generalitat, responsable último del nombramiento de la mayor parte de los consejeros de la entidad, no se contempla.
La razón hay que buscarla en los acuerdos firmados en su día entre Bancaja y Caja Madrid para la creación de Banco Financiero y de Ahorros. En ellos se estipula que la vicepresidencia de la entidad común estará ocupada por una persona propuesta por la caja valenciana. No implica que sea el presidente de la misma, pero el Consell que preside Alberto Fabra quiere evitar una 'bicefalia' que debilite aún más el poder valenciano en BFA-Bankia.
MARTES DE CUCHILLOS LARGOS EN BUSCA DE APOYOS
Es en este contexto en el que se desarrollará el consejo del miércoles, al que tanto Olivas como la Generalitat tratan de llegar con los apoyos suficientes para hacer valer su posición. En los corrillos políticos y económicos valencianos se especulaba ayer con un "martes de cuchillos largos", en referencia a la búsqueda de los votos necesarios en el consejo para lograr ya sea la salida de Olivas o el apoyo a su continuidad, dependiendo de la parte.
El consejo de administración de Bancaja está compuesto por 20 miembros. De ellos, cinco están nombrados por la Generalitat a través de Les Corts (el propio Olivas, Antonio Tirado, vicepresidente primero, Rafael Ferrando, Pepa Martí y Remigio Pellicer). Otros cinco corresponden al grupo de las corporaciones locales (José María Mas Millet, vicepresidente segundo, Vicente Montesinos, Ángel Álvarez, José Camarasa y Ana María Torres). Los impositores, representados por la Unión de Consumidores y la Asociación de Impositores, tienen siete puestos (Maria Teresa Montañana, vicepresidenta tercera, Ángel Villanueva, secretario del consejo, Emilia Aparicio, Natalia Casas, Patricia Górriz, Pedro Hernández y Matilde Soler). Dos miembros representan a los empleados (Ernesto Pascual y José Romero) y uno a la entidad fundadora (Ricardo Pérez).
El control de cada uno de estos consejeros es clave para el desarrollo del consejo y su decisión final. Las vinculaciones políticas de muchos ellos juegan a favor de la Generalitat, que también cuenta con que la debilitada posición de Olivas le reste apoyos entre los que buscan consolidar su puesto.
Pero la Generalitat tiene un handicap: si descabalga a Olivas tiene que encontrar rápidamente un sustituto -en Bankia le han reclamado ese nombre desde hace días- que pueda ocupar la presidencia de la caja y, al tiempo, el cargo de vicepresidente de BFA. Para ser presidente de Bancaja hay que ser miembro del consejo de administración, con lo que la lista antes expuesta sería el lugar donde buscar al relevo de Olivas si se quiere cerrar la crisis cuanto antes.
En caso de optar por un nombre que no forme parte de este órgano de gobierno obligaría a celebrar una asamblea extraordinaria para elegir de entre alguno de los consejeros generales. Una opción que alargaría en el tiempo el conflicto para disgusto de Rodrigo Rato y su entorno.
Buenas tardes Sr Aruet: este es un asunto finalizado y "laminado" así es.- Alejandro Pillado Valnecia 2011
Ah! peor lo pones Teuora. Porque Bancaja hoy es una cajita de cerillas sin actividad financiera y por tanto sin relevancia alguna. Dedicarse a escribir sobre ella, cuando está en juego la laminación de lo que era Bancaja a manos de Caja Madrid es escribir sobre el cielo cuando se acerca el Katrina. Vamos perder el tiempo miserablemente!!,
Que el señor Arouet tenga un problema de comprensión lectora no quiere decir que la información sea incorrecta. Lo que se dice en el artículo es que para ser presidente de Bancaja sí hay que ser consejero.
La información es incorrecta mal que les pese a los interesados. Martín Queralt forma parte de Bankia y no es consejero general de Bancaja ni miembro de su consejo. Por tanto el interés en buscar en la lista señalada el nombre valenciano en bankia es incierto y es obvio que se debe al interés de alguno de los citados por e¡ser elegido.. Se puede buscar perfectamente fuera. por otro lado, si tuvieran un poco de dignidad los que han hundido Bancaja y el banco (los que llevan más de 6 años por ejemplo en el consejo) deberían haber dimitido con Olivas.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.