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VALENCIA. La debacle electoral sufrida el domingo por el PSOE ha activado la maquinaria orgánica de forma inmediata. El secretario general del partido, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer tras la Comisión Ejecutiva Federal la convocatoria de un congreso ordinario para la primera semana del mes de febrero.

Esto supone el pistoletazo de salida para la búsqueda de un nuevo líder del PSOE. Pero no sólo eso, con el congreso federal también se activan los procesos autonómicos, que deberán celebrarse en un plazo de 60 días tras la designación del secretario general del ámbito nacional. Así, todo apunta a que el próximo mes de marzo Jorge Alarte deberá enfrentarse al reto de una reválida en un congreso del PSPV, como ya le hicieron ver algunas voces en la Ejecutiva del partido celebrada ayer por la tarde.

La situación para el PSOE es muy delicada. La derrota era asumida, pero no un desastre que sólo los sondeos más desfavorables para los socialistas habían apuntado: de hecho, el último barómetro del CIS le daba al menos media docena más de escaños, aunque también otorgaba un resultado superior al PP.

Ahora, tras haber conseguido sólo la victoria en dos provincias (Sevilla y Barcelona) y perder cerca de 4,5 millones de votos, Alfredo Pérez Rubalcaba no parece un aspirante sólido para la secretaría general. Por otro lado, una de las posibles candidatas, Carme Chacón, tampoco puede sacar pecho tras el ascenso de CiU en Cataluña y la caída en picado del PSC. El único consuelo para la cabeza de lista por Barcelona, es haber conseguido mantener el liderazgo -pese al descenso vertiginoso- en su circunscripción.

Pero la batalla que se intuye en el ámbito nacional, tendrá su réplica posterior en  autonomías como la valenciana. El exdiputado Manuel Mata, uno de los más críticos con la gestión del actual líder del PSPV, ya ha apuntado en su blog la necesidad de "enderezar el rumbo", revisar el modelo de partido y construir otro proyecto.

El también abogado y miembro de Izquierda Socialista, sostiene en el texto publicado que el futuro secretario general del PSPV sea elegido en unas primarias con "voto directo y secreto, a doble vuelta y en el que participen los militantes y quienes se identifiquen con nuestras ideas en una convocatoria pública y ciudadana". En esta línea, también opina que se debe reconstruir la estructura comarcal del partido.

Mata no se conforma con la publicación de este escrito y hoy mismo ha convocado a los medios para presentarlo y divulgarlo: toda una declaración de intenciones de cara a un próximo proceso congresual.

Otros de los que no ha quedado en silencio ante la catástrofe socialista es Francesc Romeu, quien fuera aspirante a la secretaría general del PSPV en 2008 y que podría optar de nuevo al cargo. En un escrito titulado ‘Vamos a transformar el socialismo', subraya que las urnas "han hablado" por lo que es momento de "ponerse a trabajar con urgencia" y dar un "nuevo sentido" al partido. "Es necesario un nuevo discurso, un liderazgo fuerte y nuevas formas para ganar su confianza y su respeto", subraya Romeu.

El dirigente recalca además, que los socialistas deben "eliminar lo viejo y lo caduco, dejar atrás las viejas estructuras y volver a ser una esperanza de futuro".