VALENCIA. El presidente de la Federación Valenciana de la Construcción (Fevec), Juan Eloy Durá, y sus hombres son los únicos que mantienes las lanzas en alto contra el único candidato a patrón de patronos en Valencia, Salvador Navarro, el presidente de Cepymev .
Navarro ha ido ganando fondo en los meses que lleva como aspirante. Desde el sector del metal, decididamente opuesto a que Durá presida la CEV, no se disimulan las simpatía hacia Navarro. "Es un hombre que conoce la realidad económica a rás de suelo y ya representa a la mayoría del tegido económico, las pymes", apuntan a su favor. Además, su carácter negociador puede ser especialmente valioso de ahora en adelante.
Sin embargo, Juan Eloy Durá no da su brazo a torcer. En su entorno se comparte que el candidato que llegue a als elecciones de 15 de diciembre sea de consenso, pero "no tiene porqué ser Navarro". El currículum que se demanda al nuevo presidente es muy concreto: que sea una persona con capacidad de interlocución en Valencia y Madrid, pero también en Bruselas.
EL ÓRDAGO DE LA CONSTRUCCIÓN
El desarrollo del Corredor Mediterráneo o la lucha que se va a entablar por ganarse la inversión en infraestructuras del próximo Gobierno (que se prevé que lleguen con cuentagotas) son dos preocupaciones del sector que capitanea Durá y por las que deberá comprometerse el candidato que quiera su apoyo. Además, deberá demostrar que cuenta con un carácter capaz de dejarse uñas y dientes en la pelea por estos objetivos.
En la construcción no ven a otro candidato que no sea el propio Durá. Empresario veterano, metido en la patronal desde hace una década, se le presenta como conocedor de los entresijos de la economía valenciana como pocos. Pero esta valoración no se comparte fuera del sector.
La tensión ha llegado al punto de que circulara una amenaza de una ruptura entre la construcción y la CEV. La salida de la patronal empresarial de un colectivo como el constructor podría tener efectos impredecibles. "Nos interesa que la construcción esté bien y funcione bien, pero eso no quiere decir que el presidente de la construcción tenga que ser el presidente de la CEV".
EL PRÓXIMO, QUE SAQUE LA TIJERA
La necesidad de emprender medidas de recorte y ajuste en la propia estructura de la CEV es compartida por todos los actores del procesos. La Generalitat le debe millones por los cursos impartidos desde 2010 y, lo que es peor para las cuentas de la organización, los ha tenido que pagar por adelantado de sus ingresos en cuotas, que se han reducido más de 10% por la crisis.
La cuestión está en que el presidente José Vicente González lo es de un modo interino y no estaría plenamente legitimado para tomar medidas de alcance con las que tendría que cargar su sucesor. Además, la condición de presidente de la autonómica Cierval le obliga a mantener una actitud lo menso comprometida posible para poder también ejercer de arbitro, si viene al caso. "Es mejor que quien llegue, traiga en su programa la estructura que quiere darle a la organización en el futuro" coinciden varios interesados.
De este modo, el recorte en la CEV se aplazaría hasta las Navidades, ya que el nuevo presidente no tomaría posesión de su cargo hasta la segunda quincena de diciembre. Sería en ese momento cuando se ejecutara un recorte que lleva rumoreándose en la casa desde hace meses.
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