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VALENCIA. En materia de vídeos, la presente campaña del 20-N se perfila como un auténtico duelo narrativo, en el que los dos principales partidos recurren a su argumentario más histórico y esencial. Si bien la victoria popular parece incuestionable a tenor de las encuestas y tras la victoria de Rajoy en el cara a cara, el PSOE viene desplegando con inteligencia una serie de piezas audiovisuales de gran impacto emocional.

La primera joya de la campaña fue el spot socialista "Enseñanza Pública", un golpe bien calculado en el que la amenaza de la reproducción de la desigualdad social, las diferencias de clase y la necesidad de un Estado benefactor se conjugaban en la historia de una empleada cuidadora de una familia rica que temía que el futuro de su hija reprodujera sus propias estrecheces. El mensaje es explícito y vertebra toda la campaña del PSOE: somos los únicos garantes autorizados del Estado de Bienestar. Un mensaje que se pretende tranquilizador frente a la incertidumbre que rodea a la crisis económica, y que dibuja la amenaza de un gobierno del PP de corte neoliberal sembrando así la semilla de un posible cambio en la preferencia electoral de los votantes insatisfechos con el PSOE.

"Tranquiliza saber que tenemos en quien confiar" ha sido el segundo golpe estratégico del PSOE. Por medio de una recreación del imaginario bélico de la Segunda Guerra Mundial con un dramatismo propio de los estudios de Hollywood (obreros reunidos en torno a una radio escuchando las palabras tranquilizadoras de su carismático líder), el spot presenta a un Rubalcaba a la altura de grandes estadistas como Churchill y F.D. Roosevelt, capaz de inspirar dosis equivalentes de confianza entre la población en tiempos de crisis.

En esta misma línea, el PSOE ha lanzado una serie de vídeos con vocación de ecuanimidad, los números de las personas, que comparan los datos de la inversión en políticas sociales de PP y PSOE en diversas materias (Becas, Educación, Desempleo, Nuevos Derechos, Sanidad, Pensiones mínimas, Empleos en Servicios Sociales, Educación Infantil). El objetivo es doble: soslayar los recortes sociales de la última legislatura de Zapatero y postularse como única alternativa fidedigna de gobierno social. De hecho, con el spot "Uñas y Dientes", el PSOE recuerda su papel histórico en la construcción del Estado social español mediante la sugestiva metáfora de una rugiente leona que pone su fiereza al servicio de la protección de sus cachorros.

Mientras que la amenaza de los recortes de la derecha planea sobre toda la propaganda audiovisual socialista, el PP opta por una estrategia de campaña de perfil bajo, sabedora de su triunfo, que recurre a su imagen de partido competente en materia económica y evoca emociones más positivas: unión, entusiasmo, esperanza y superación. "Saldremos adelante", "¿Es mejor pelear o sumar?", "Democracia Ejemplar" apelan al esfuerzo colectivo y la voluntad de unión, un mensaje conciliador y moderado que Rajoy lleva tiempo cosechando de cara a los comicios y que parece más propio de una figura presidencial que del todavía líder de la oposición. Aun así, los spots "Recortadores profesionales" y "La herencia del PSOE", una muestra paradigmática de campaña negativa en la que se utilizan declaraciones del rival político para ponerlas en entredicho, arremeten de pleno contra Rubalcaba refiriendo todos los recortes acometidos por el gobierno socialista. Se evidencia así la estrategia popular de mantener viva la asociación del candidato socialista con la deficiente gestión del gobierno y emerge el mensaje nuclear de la campaña popular: se necesita un ejecutivo capaz de gestionar la crisis económica frente a la incompetencia socialista. "Vota por el empleo", la última apuesta emocional del PP, explota el dramatismo del despido para movilizar el voto por el cambio de gobierno.

Frente a la sofisticación e inventiva del despliegue retórico de los dos grandes partidos, la videocampaña de los partidos minoritarios destaca por su falta de agudeza y elaboración. Izquierda Unida ha lanzado los vídeos "Somos más" y "Tú eliges" recurriendo al antagonismo democracia versus mercado para captar el voto desertor del PSOE y perfilándose sin mucho brillo como la única alternativa en defensa de los trabajadores, mientras que UPyD presenta un spot austero y gris con unas declaraciones de Rosa Díez en contra de las perversidades del bipartidismo y otro vídeo más creativo, "UPyD Pioneros", que reivindica su papel precursor en ámbitos como la transparencia e ironiza con la consiguiente imitación del resto de la clase política.

LA VIDEOCAMPAÑA EN CLAVE VALENCIANA

En el ámbito de la Comunidad Valencia, destaca la irrupción en la videocampaña del cabeza de lista de UPyD por Valencia, Toni Cantó, a través de dos sendos falsos debates con los principales candidatos a la presidencia del gobierno, Rubalcaba y Rajoy, y otro con su rival directo por la provincia, González Pons, en los que se manipulan y ridiculizan las declaraciones de estos líderes para denunciar su connivencia en la exclusión de esta formación política del debate programado por RTVV entre cuatro partidos (PP, PSOE, IU y Compromís). Pero además, Cantó llega más lejos con una iniciativa sorprendente: un videoclip a ritmo de rap grabado en el cauce del río de Valencia junto a varios militantes en el que se recitan las distintas propuestas del partido.

Por su parte, la coalición Compromís-Equo reproduce la estrategia de las pasadas elecciones autonómicas y municipales, que tan buenos resultados les proporcionó, lanzando un spot con guiños evidentes al 15M. Así lo atestigua el vídeo del cabeza de lista por Valencia "Baldo és com tu", que recoge propuestas como la dación en pago por la vivienda y la reforma electoral, en un gesto de clara simpatía hacia el discurso de los indignados que pretende capitalizar el descontento de gran parte del electorado.

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(*) Lidia Valera Ordaz es Becaria de Investigación en la Universitat de València y especialista en comunicación política y procesos electorales