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VALENCIA. Los llamados ‘cuneros' o ‘paracaidistas' suelen ser motivo de conflicto en las estructuras locales o provinciales de los partidos políticos. Esos candidatos se caracterizan por no ser oriundos de la circunscripción o municipio por la que concurren. En el caso de la candidatura por Valencia, el madrileño Ignacio Uriarte es un claro ejemplo.

Siempre hay grados. Existen dirigentes que no proceden de la circunscripción en la que figuran pero existen vínculos o raíces que justifican su presencia. En el caso del número siete de la lista del PP, Ignacio Uriarte, expresidente de Nuevas Generaciones, podría decirse que es un ‘cunero' de pura cepa, dado que su relación con Valencia se limita a su aparición en la lista a partir de 2008 por petición expresa de Mariano Rajoy al entonces líder del PPCV, Francisco Camps.

En la confección de listas, uno de los nombres que suscitó la controversia fue precisamente el de Ignacio Uriarte. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, había cargado fuertemente contra la posibilidad de que el ministro socialista Ángel Gabilondo concurriera por Valencia en la lista del PSOE siendo de procedencia vasca. Esto, unido al desinterés por parte de la dirección provincial del partido a la continuidad de Uriarte, puso al expresidente de NNGG en la cuerda floja.

Desde su entrada al Congreso de los Diputados por esta circunscripción, las apariciones de Uriarte por tierras valencianas no han sido destacadas y numerosas. Este era otro de los factores que pesaban para que repitiera en la candidatura.

"Uriarte es uno de los fijos de la lista". Esta afirmación, pronunciada por un alto cargo del partido a este diario pocos días antes de que se hiciera pública, dejaba claro que la llamada  desde Génova -calle donde se ubica la dirección del PP en Madrid- se había producido y Uriarte tendría sitio. Así fue. El diputado aparecía por segunda legislatura consecutiva en el puesto número siete, considerado dentro de los puestos ‘seguros'.

En una entrevista en el diario Las Provincias el pasado mes de octubre, Uriarte aseguró: "Me comprometo a trabajar más por Valencia". Su balance en el Congreso en la última legislatura había ascendido a tres preguntas orales sobre el paro juvenil y, en general, en sus intervenciones parlamentarias no se aprecia un especial interés por la Comunitat, más allá de las preguntas escritas -628 en total- en la que sí se refiere en algunos casos a cuestiones de ámbito valenciano.

AGENDA SIN LA PRESENCIA DE URIARTE

Pese a la declaración de buenas intenciones del candidato, en la agenda diaria de campaña del PPCV desde hace varios días no se incluye la participación de Uriarte en los actos citados. Así, además del cabeza de lista, Esteban González Pons, el resto de miembros de la candidatura al Congreso como Belén Juste, Ignacio Gil Lázaro, Marta Torrado, Belén Hoyo, Rubén Moreno, Susana Camarero, Sergio Montaner o Inmaculada Guaita, sí aparecen en los actos de agenda.

Fuentes del partido defienden que Uriarte sí ha asistido a varias citas de la formación en la Comunitat Valenciana, como la noche de la 'pegada de carteles' en el inicio de campaña o alguno de los almuerzos celebrados por el presidente provincial del PP, Alfonso Rus. No obstante, resulta evidente la diferencia con el resto de componentes de la lista, que están realizando actos casi a diario en municipios de Valencia.

Sin embargo, desde su integración en la lista, la presencia de Uriarte en actos de campaña específicos ha sido mínima. El motivo principal de su poca participación en tierras valencianas, según señalan fuentes del PPCV, es su nombramiento como coordinador -junto a Carlos Soriano- de la campaña 2.0 del partido, bajo la supervisión de Esteban González Pons. Este cargo ha elevado su volumen de trabajo en Madrid y le obliga también a desplazarse a otros actos en misión 'digital' para Mariano Rajoy.

Así, mientras sus compañeros de candidatura continúan acumulando kilómetros en la provincia de Valencia en busca del voto para Rajoy, Uriarte ha sido apartado de esta tarea para centrarse en la campaña online, lo que impedirá -de momento- que pueda retirarse el cartel de ‘paracaidista' que cuelga de él desde 2008.