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VALENCIA. "El escepticismo sobre los políticos es uno de los problemas actuales que ponen de manifiesto todas las encuestas que se realizan. Esto, en sí mismo, es malo no solo para los políticos, sino para toda la sociedad.

Entiendo que cambiar ese concepto negativo sobre los políticos, es lo primero que deberían tratar de conseguir. Se cansan de hablar de la "confianza", pero todos sabemos que es muy difícil y a la vez costoso lograrla.

La gran riqueza que en la democracia representa poder con un voto cambiar gobiernos, se convierte a la vez en su mayor perversión porque se condicionan decisiones y actuaciones necesarias por los votos y los plazos electorales. Se aparcan para el día de después.

Hemos perdido un tiempo precioso en reconocer la crisis económica, por eso en España, las consecuencias han sido mayores que en otros países de nuestro entorno. Pero también es cierto que en las CC AA, se han perdido también dos años sin tomar las medidas necesarias en el ámbito de sus competencias.

En tiempos de bonanza económica, se ha ignorado el gasto y al frente de órganos de decisión y gestión, se ha colocado a amigos y a compañeros de partido sin la cualificación técnica necesaria. Hoy, la situación exige responsabilidad en los nombramientos y buscar a personas que dominen perfectamente las áreas que se les encomienden. Ese, es un paso absolutamente necesario para no repetir errores.

Si desde aquí, pudiera formular un deseo, pediría al gobierno que salga de las elecciones del 20 de noviembre, así como al de la Comunidad Valenciana, que no sean tibios a la hora de tomar decisiones; que prioricen y que tengan en cuenta que lo único realmente importante en estos momentos es cambiar rápidamente la situación, como se dice coloquialmente, vale más ponerse una vez rojo que cien amarillo.

Creo, que todos los españoles recuperaríamos la confianza en la clase política si percibiéramos un gobierno que hace lo que debe aunque no guste. Porque con ello, la salida de la crisis, sería a corto plazo, en tanto, que con medidas tibias podrá tenerse menos conflictividad en la calle, pero quienes la están sufriendo verán su agonía alargada varios años.

Y si hablo de sanidad, en estos momentos, hay quien se está planteando devolver las competencias transferidas. Por varias razones: La primera, porque no puede ser que en una materia tan sensible, haya fronteras administrativas entre las CC AA, y en segundo lugar, porque las medidas que habrá que tomar para salvar nuestro sistema sanitario, tienen que ser comunes en todo el territorio nacional.

Es insostenible la deuda generada a farmacéuticos, proveedores... y eso, en mayor o menor grado, en todas las comunidades autónomas; llevamos demasiados años sin revisar el coste efectividad de nuestros servicios sanitarios; demasiados años de café para todos y desgraciadamente ya no puede sostenerse. Hay que pararse, reflexionar y priorizar.

Habrá que empezar a eliminar organismos que tenían su razón de ser con un gobierno centralizado y están en estos momentos vacios de contenido porque las competencias las tienen las consellerias.

Habrá que reestructurar de forma racional las consellerías y eliminar direcciones y subdirecciones generales que han ido aumentando estos últimos años. Como dijo el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, hay que reinventar la Administración.

En resumen, desde aquí, mi ruego es que gobiernen para los ciudadanos y no para las encuestas".

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(*) Rosa Fuster es la presidenta del Colegio de Médicos