El diccionario de la Real Academia de la Lengua define el adjetivo ‘pírrico' de tres maneras diferentes y todas ellas se ajustan al triunfo de Alfredo Pérez Rubalcaba en el debate de anoche frente a Mariano Rajoy.
En primer lugar, porque el candidato socialista logró la victoria con más daño del vencedor que del vencido. El votante del PP no retirará su apoyo a Mariano Rajoy ya que ejerció bien su papel de sólido opositor y está favorecido por las sangrantes circunstancias económicas. A esto hay que sumar la probable fuga hacia la izquierda de los telespectadores a los que el candidato del PSOE no pudiera convencer anoche.
En segundo, el triunfo de Rubalcaba nació de la agresividad. Peleó de forma incisiva, en ocasiones al borde de los buenos modos: eso le permitió llevar la iniciativa y acorralar a Rajoy en determinados momentos. Pese a ello, su lastre era excesivo y la victoria, que incluso muchos concederán hoy a Rajoy, fue por un margen muy pequeño.
En tercero, y siguiendo la última definición del término ‘pírrico', el de Rubalcaba fue un triunfo insuficiente. El candidato socialista demostró que es un líder en el momento inadecuado en el lugar equivocado: todo apunta a que su victoria no supondrá un desequilibrio para la mayoría absoluta del PP que vaticinan las encuestas.
No obstante, todo el debate adoleció de 'vuelo bajo' en sus objetivos. Ni brillantez, ni propuestas globales, ni buen estilo... ni ilusión. Dos gallos de pelea, tirando a segunda fila (o segunda division, como prefieran) en busca del share. Pero ninguno convenció.
El debate se abrió con un amplio primer bloque referido al empleo y la economía. Rubalcaba integró la crisis española en el contexto mundial, culpó al PP por la burbuja inmobiliaria y lanzó varias propuestas concretas: moratoria de dos años para los ajustes de déficit, bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, exigencia de un plan de inversiones europeo (una especie de Plan Marshall, dijo) y abrir el grifo del crédito a través de un remozado Instituto del Crédito Oficial (ICO).
Rajoy, pese a tener las respuestas preparadas -tal vez leyó demasiado-, pareció algo sorprendido por el fuerte inicio de Rubalcaba. No obstante, se defendió bien haciendo partícipe al gobierno socialista del desproporcionado desarrollo urbanístico, recordando la negación de la crisis de Rodríguez Zapatero (llegó en dos ocasiones a llamar Rodríguez a Rubalcaba) y recordando sistemáticamente a los cinco millones de personas "que quieren trabajar y no pueden".
El candidato del PSOE, señalando previamente que ya conocía la cifra del paro, lanzó otra propuesta para luchar contra esta situación: abonar durante dos años la seguridad social de un nuevo empleado a las empresas de menos de 50 trabajadores que contraten. Además, recalcó que este gasto lo cubriría con un impuesto de grandes fortunas "para que la gente que tiene recursos eche una mano".
Rajoy recuperó el aliento con un ataque que era valor seguro: "¿Y por qué no lo han hecho antes?". El líder del PP puso más peso al lastre de Rubalcaba: "En campaña hacen estas cosas, porque ustedes suprimieron el impuesto de patrimonio, luego lo recuperaron, ahora otro impuesto... pero ha subido el IVA, han congelado las pensiones, bajaron el sueldo de los funcionarios...". Disparos certeros de Rajoy ante las políticas erráticas del PSOE durante los últimos años.
Aquí la tensión se incrementó entre ambos candidatos. Rubalcaba empleó una estrategia interesante, programa en mano del PP, para preguntar puntos concretos de cierta ambigüedad en el documento ‘popular'. "¿Bajará la prestación por desempleo? ¿Dejará a las PYMES fuera de la negociación colectiva?", preguntó, leyendo textualmente pasajes del programa del PP que resultaban crípticos o, al menos, de muy libre interpretación.
Estas preguntas incomodaron a Rajoy, que eludió el cuerpo a cuerpo para ceñirse al guión planeado ante la agresividad de su oponente. Rubalcaba aprovechó su turno para cerrarlo con una nueva tanda de propuestas: eliminar las diputaciones, desviar fondos de las Fuerzas Armadas a otras partidas, perseguir el fraude fiscal o subir el impuesto de sociedades a las grandes empresas.
Rajoy, en una maniobra inteligente, leyó en su último turno algunas de sus propuestas para evitar el contraataque de Rubalcaba: las pymes no abonarán el IVA hasta que no cobren, nuevos sistemas de financiación como los ‘Business angels' o los 3.000 euros para las PYMES que generen empleo.
LA BATALLA DE LA SANIDAD Y LA EDUCACIÓN
El primer bloque tocó a su fin y, tras un receso, los protagonistas volvieron a la palestra. Rubalcaba, como estaba previsto, puso en el tapete las dudas que le ofrecían los planes del PP para la sanidad y la educación. Acusó a las autonomías gobernadas por el PP, como la madrileña o la valenciana, de estar recortando en sanidad, desviando pacientes al ámbito privado y poniendo trabas a la escolarización de ciertos sectores de la población.
Rajoy negó este punto y criticó la caída de financiación en la Sanidad en los presupuestos socialistas y defendió que la clave para cubrir estos sectores radicaba en el empleo. "Si se crea empleo, habrá más personas que paguen impuestos, lo que servirá para financiar la educación, las pensiones y la sanidad, que las comunidades pagan con el IRPF, el IVA y los Impuestos Especiales", afirmó.
Su oponente, de nuevo programa del PP en mano, preguntó acerca de las pensiones. Lo que concluyó el bloque con un reparto de ‘golpes' que quedó en empate.
Los aspirantes sólo coincidieron en un aspecto: la lucha antiterrorista. "Si soy presidente, le llamaré para dar los pasos que hay que dar par poner fin definitivo y, si estoy en la oposición, contará con mi leal colaboración", afirmó el socialista. "Yo haré exactamente lo mismo. En la lucha contra el terrorismo, la unidad de todos es capital para terminar definitivamente con la banda", subrayó el 'popular'.
LOS TEMAS DESAPARECIDOS
Muchos asuntos a tratar quedaron en el tintero. Pese a la agilidad del debate, dado que los candidatos podían distribuir su propio tiempo, no se abordaron áreas que han sido actualidad en la última legislatura.
Así, no se citó en ningún momento la corrupción: ni el caso Gürtel, ni la situación del ministro José Blanco, ni el caso Faisán... Tampoco se trató en profundidad los problemas sobre la Ley de Dependencia, política exterior, inmigración o, un asunto que ha traído cola en la Comunitat Valenciana, como el trasvase del Ebro o el Tajo-Segura.
En todo momento, Rubalcaba buscó alejarse, distanciarse de Rajoy para que los electores captaran la diferente entre PSOE y PP y así rescatar votos de la izquierda. Su otra estrategia consistió en arrojar dudas sobre lo que Rajoy hará si gobierna y generar la desconfianza al inquirirle constantemente sobre su programa electoral.
El candidato del PP, por su parte, mostró menos beligerancia y actuó casi como presidente del Gobierno, defendiéndose de los ataques de Rubalcaba a sabiendas de que podía conceder un ‘set' sin que le costara -salvo tremendo error- el partido.
Buenas tardes Monica: lo de ayer debe haber sido un mal-trago para el Sr Perez Rubalcaba se ha prestando a ser el "chivo expiatorio" de su partido a sabienda que no ván a ganar esto hay que valoraselo. El Sr Rajoy no dependia de este "cara a cara" para ganar las proxima elecciones se podría haber quedado callado porque igual a va a ganar y será presidente del gobierno .Tambien le deseo lo mejor porque realmente tiene frente a si un verdadero "marron" en casi todo los ambitos. El Sr Rajoy parece ser un politico cauto y reposado el problema, no son generalemnte los candidatos sino el "entorno" espero que elija bien sus colaboradores y no le hagan ninguna trastada en la gestión.- Atte Alejandro Pillado Valencia 2011
Segun su articulo. ¿Que le da exactamente a Rubalcaba la victoria que dice? Porque segun usted en el primer bloque aunque Rubalcaba iba a por Rajoy, este salio arioso esquivando al oponente y en el segundo cito: Lo que concluyó el bloque con un reparto de ‘golpes' que quedó en empate. Lo siento, pero aunque veo una tonteria lo de las calificaciones de quien gano el debate, veo claramente ganador a Rajoy y mas despues de leer su articulo. El debate de ayer fue una entrevista de Rubalcaba a Rajoy, y este salio bastante bien parado. Rubalcaba sigue con propuestas que no son viables en absolutos y sin convencer
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