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VALENCIA (EP), La empresa Rain Forest Valencia SA, entidad gestora del Bioparc, ha exigido a la Ciudad de las Artes y las Ciencias (CACSA) que "cese en sus actividades de competencia desleal en el sector zoológico y de ocio" y ha amenazado con formular "las acciones legales que sean precisas para salvaguardar la libre competencia".

La empresa responsable del centro de conservación de animales Bioparc realiza estas reclamaciones en una carta que ha hecho llegar a la Ciudad de las Artes y las Ciencias --que incluye en sus instalaciones L'Oceanográfic, dedicado también al sector zoológico y gestionado por Parques Reunidos Valencia, S.A.-- para expresar su malestar por lo que entiende un "desequilibrio competencial" entre ambos recintos.

En el escrito, consultado por Europa Press, Bioparc manifiesta que ambos parques deberían tener una posición en el mercado equivalente pero matiza que, "lamentablemente, se están produciendo una serie de circunstancias de competencia desleal que sitúan a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, S.A. en un abuso de posición de dominio, perjudicando de forma muy grave, a Rain Forest Valencia, S.A., por lo que entendemos debe adoptar las medidas precisas a fin de que haya igualdad de oportunidades para ambas entidades en el establecimiento de una competencia sana".

"El desequilibrio --continúa la misiva-- viene producido, fundamentalmente, por no concurrir ambas entidades en igualdad de condiciones dada la concesión de ayudas públicas por parte de la Generalitat Valenciana a favor de la Ciudad de las Artes y las Ciencias con vulneración de la legislación comunitaria y nacional en materia de ayudas, que requiere el control de las mismas como componente esencial de la política de concurrencia y de salvaguarda necesaria de la competencia efectiva y el libre comercio".

En este sentido, añade que, por las disposiciones vigentes, "la concesión de estas aportaciones debe tener siempre carácter selectivo y no pueden resultar alteradas las condiciones de mercado".

"No son admisibles las ayudas cuando resultan incompatibles con el mercado o producen efectos negativos como el falseamiento de la competencia y el comercio. La finalidad de las ayudas públicas se centra en garantizar a la empresa que recibe el apoyo público que pueda cubrir sus costes, incluido un beneficio razonable, pero siempre que no se produzca un exceso de compensación de los costes ni una subvención de actividades comerciales que puedan falsear la competencia", agrega.

Rainforest pone de relieve que, "en fecha anterior a 2009, la Generalitat valenciana ha ingresado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, desde su inicio hasta 31.12.09 la cantidad de 1.142.700.000€, entre ampliaciones de capital, subvenciones y transferencias para compensaciones de créditos, de los cuales, a la mencionada fecha del 31.12.09, restan únicamente 439.746.000€ como patrimonio neto, con una deuda bancaria de 608 millones de euros".

"Posteriormente -prosigue- ha habido más ampliaciones en 2010 y la última en Junio del año en curso por importe de 73.648.000€, habiéndose registrado una deuda bancaria en 2010 de 585.240.000€. Todo ello debido a las constantes pérdidas de explotación habidas desde su inicio".

"No podemos concurrir en igualdad de oportunidades frente la Ciudad de las Artes y las Ciencias en la explotación del Parque L'Oceanografic, por la ayuda pública indicada pues, gracias a esas ayudas públicas, ustedes llevan a cabo actividades promocionales y publicitarias que nos perjudican pues alteran el verdadero precio de tarifas al venir subvencionadas con cargo a esas ayudas oficiales y no ser costeadas con el fruto normal de explotación, como ocurre con Rain Forest Valencia, S.A", reprocha la firma de Bioparc.

"BORRADO DEL MAPA"

"Y por si fuera poco", advierte, el Bioparc ha desaparecido del plano de Valencia que CACSA ha hecho llegar a todos los establecimientos comerciales, una actuación que Rainforest califica de "maliciosa" porque "tiene como objetivo la eliminación del Bioparc del mercado turístico para así afianzar la situación dominante en el mercado, pues los posibles visitantes ni siquiera son informados de la existencia del Bioparc al que, literalmente, se borra del mapa".

Por todo ello, la carta, que firma el consejero delegado de Rainforest, acaba con un requerimiento a CACSA para que "cese en sus actividades de competencia desleal quedando si no advertidos de que se formularán las acciones legales que sean precisas para salvaguarda de la libre competencia".