Una solvencia muy debilitada, liquidez bajo mínimos y la temida morosidad acechando a causa de la crisis componen el delicado escenario de esta sociedad, que aun sigue enarbolando la bandera de 'campeona' de España por actividad

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VALENCIA (VP). Mientras el fondo de provisiones técnicas, es decir, la cobertura del conjunto de las operaciones de la Sociedad de Garantía Recíproca de la Comunitat Valenciana (SGRCV), sigue reduciéndose a pasos agigantados, también lo están haciendo las inversiones financieras de la entidad. O lo que es lo mismo: su liquidez.

De los poco más de 160 millones de euros que contaba al cierre de 2007, un año después eran 123,20 millones y al cierre del pasado ejercicio alcanzaban los 93,31 millones de euros, tal y como figura en el balance a 31 de diciembre de 2009, al que este diario ha tenido acceso.

De las cuatro partidas que forman parte de las inversiones financieras, únicamente los activos financieros híbridos -los que combinan un contrato principal no derivado y un derivado financiero-, son los únicos que durante el pasado año aumentaron (+3,9%), al pasar de los 5,7 hasta los 6,01 millones de euros.

El resto presentó caídas generalizadas destacando el 30,4% de los valores representativos en deuda, con un descenso a lo largo del pasado año de un 30,4%, el que va desde los 91,88 millones de euros de 2008 hasta los 63,93 millones del cierre del pasado ejercicio.

Por su parte, la morosidad también está haciendo de las suyas en la entidad que preside el empresario castellonense José Roca. De hecho, los deudores y otras cuentas a cobrar se dispararon en 2009 un 32,6%, desde los 89,04 hasta los 118,06 millones de euros. Un porcentaje superado por los socios dudosos (+43,9%), que alcanzarn los 46,95 millones de euros frente a los 32,63 millones del cierre de 2008.

Sin duda, donde peor salió parada la SGRCV en dicha partida fue en lo que a 'otros créditos con las administraciones públicas' se refiere, cuyo aumento fue del 193,7% comprendido entre los poco más de 3,5 millones de 2008 a los 10,38 millones de euros que presentaba el último día del pasado año. Un dato que responde a las refinanciaciones propias de estas entidades en un entorno de elevada morosidad como la que se vive actualmente, según un experto consultado por VP.

GARAJES, SOLARES, TRASTEROS...

Empeora la solvencia, se reduce la liquidez y la morosidad aumenta, un cóctel explosivo que todavía lo es más a la vista de que los activos no corrientes mantenidos para la venta recibidos en pago de deudas se multiplicaron por 20 durante 2009. Si un año antes el importe alcanzaba a duras penas los 548.000 euros, doce meses más tarde se situaba en los 10,54 millones. Un resultado que sale de la suma de los costes de tales activos (11,25 millones) menos el deterioro de los mismos (710.000).

Fincas rústicas y viviendas, garajes y trasteros, locales comerciales, naves industriales y solares. De todo cabe en la cartera de activos no corrientes mantenidos para la venta de la SGRCV, tal y como lo recoge la memoria del ejercicio 2009 aprobada en el consejo celebrado a finales de marzo pasado.

"La gestión de los tres últimos años ha tirado por la borda tres décadas de historia, mientras el consejo no ha sabido o no ha querido verlo". Así lo entiende una fuente próxima a la sociedad.

Todos estos datos contrastan con la nota de prensa emitida por la entidad señalando que los datos de actividad de 2009 consolidan a la SGR de la Comunitat Valenciana como la primera de su sector. Y así es. Más que nada porque su actividad representa prácticamente un tercio del conjunto total.

Dicha nota de prensa informaba que la SGRCV es la primera entidad de su sector en cuando a volumen de avales, riesgo vivo, margen de explotación generado y recursos propios, con una cuota de participación sobre el total del sector del 28%, 24%, 38% y 16% respectivamente.

Asimismo, seguía diciendo la nota, el ratio de eficiencia conseguido por la entidad se sitúa en el 29% frente al 51% de media del sector -constituido por 23 sociedades de garantía recíproca operativas-, lo que significa que para obtener 100 euros de ingresos, sólo se incurre en 29 euros de gastos de explotación.

LIDERAZGO NACIONAL

Según informó la propia entidad, la SGRCV avaló en 2009 a 751 empresas de la Comunitat Valenciana, generando una inversión inducida de 519 millones de euros que impactaron sobre un colectivo de 47.706 empleos y ayudó a crear 3.301 nuevos puestos de trabajo.

Por su parte, la tasa de aprobación de operaciones fue del 85% de los avales propuestos, lo que demuestra la confianza que la SGR sigue teniendo entre las empresas valencianas en un entorno de caída brusca de la demanda de inversión por parte de las pymes y, por tanto, de descenso en el volumen global de avales. Este impacto ha tenido especial énfasis en el segmento de empresas micro y pequeñas, ya que el 82% de los avales del ejercicio se han dirigido a empresas con menos de 50 trabajadores.

Por destinos, el 60% de la actividad avalística de la SGR se orientó a circulante y reestructuración financiera, y un 40% a operaciones de inversión, donde el mayor crecimiento porcentual lo concentra el sector de energías fotovoltaicas.

Actualmente la sociedad mantiene 30 convenios de colaboración con la mayor parte de las entidades de crédito que operan en la Comunitat Valenciana, lo que supone más de 1.300 millones en líneas financieras en condiciones de coste y plazo estrictamente preferenciales, como lo demuestra el hecho de que el tipo medio de las operaciones financieras avaladas por la SGR se situó en el 4´02% (1´29% menos que la media preferencial bancaria), un plazo medio de 8 años y un importe medio de 368.000 euros

MAYOR COLABORACIÓN CON EL ICO

En las últimas semanas, la SGR en colaboración con CESGAR (Confederación Española de Sociedades de Garantías Recíprocas), ha elaborado distintas propuestas en el marco de las medidas de mejora a la financiación de las Pymes establecidas en el llamado 'Pacto de Zurbano', consistentes en la creación de una línea de crédito específico ICO-SGR, con un límite máximo por operación de 600.000 euros y con riesgo compartido al 50% entre ambas entidades.

La creación de esta nueva línea tendría como objetivo la financiación de autónomos, microempresas, pymes y emprendedores, permitiría financiar a 25.000 empresas y sería una medida complementaria con las otras vías previstas por parte del ICO. Para las empresas con proyectos viables, supondría un claro ahorro de costes de intermediación bancaria.