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VALENCIA. El Consell planea un "duro ajuste" de la plantilla en la Ciudad de las Artes y las Ciencias mediante un ERE. Le tocará ejecutarlo a Henar Molinero, la exjefa de gabinete de Francisco Camps que fuera designada directora de Cacsa tras su cese en Presidencia.
La situación económica de las arcas públicas valencianas no admite dilaciones ni medias tintas. Hasta rebasar la línea marcada por el escenario nacional y, en especial, por el propio Mariano Rajoy, no se plantean grandes novedades en firme, aunque sí empiezan a atisbarse algunas de las primeras actuaciones que prepara la Generalitat, cuya maquinaria está funcionando -de puertas para adentro- de cara a planificar contundentes medidas de ahorro a partir del 'día después' del 20-N.
El sector público empresarial está en el punto de mira de unos recortes que se han enmarcado en un plan global, el decreto aprobado por el Consell, que tiene como objetivo reducir el número de sociedades y buscar una salida a su elevado endeudamiento y gasto. Los recortes de personal, con plantillas sobredimensionadas en varios casos, es el tema más espinoso por su impacto social.
¿Cuál será la primera? Fuentes de la Generalitat consultadas por este diario han señalado que se planea 'abrir el fuego' de los recortes acometiendo un ERE en la Ciudad de las Artes y las Ciencias (Cacsa). "Está barajándose desde tiempo atrás y será de las primeras, sino la primera, en la que se aborde una intervención de esas características, incluso por delante de RTVV", admitieron desde el entorno de Presidencia.
La directora general de Cacsa es Henar Molinero, nombrada recientemente tras el 'fichaje' del anterior responsable del ente, Pedro García Ribot, por el conseller de Hacienda, José Manuel Vela. Molinero estaba considerada la mano derecha del expresidente Francisco Camps en la Generalitat. De hecho, se situaba al frente del área de Coordinación y Organización en Presidencia del Consell, donde alcanzó un importante grado de influencia. Pese a su posición, Molinero siempre ha mantenido un perfil público muy bajo e incluso es difícil encontrar fotografías suyas.
Con la dimisión de Camps, el núcleo duro del hasta entonces máximo responsable institucional se disgregó. Las fuentes consultadas indicaron que la inclusión de Molinero al frente de Cacsa fue una petición del propio exjefe del Consell al nuevo presidente, Alberto Fabra.
Henar Molinero es licenciada en Derecho por la Universidad Politécnica de Madrid y tiene un master en Organización y Dirección de Empresas y en Protocolo, según refleja el currículum facilitado en su momento por la Generalitat. Ahora, deberá tirar de su experiencia para hacer frente a los futuros recortes que amenazan la entidad que dirige.
UN 'SOCAVÓN' FINANCIERO PARA LA GENERALITAT
Cacsa contaba, al final de 2010, con 343 empleados, tras haber incrementado en el último ejercicio la plantilla ligeramente. El coste del personal alcanza los 9,5 millones de euros. En este cómputo no se incluye a los empleados de L'Oceanogràfic, que lo explota en concesión una empresa privada (Parque Reunidos Valencia) ni los del Palau de les Arts, que dependen de una fundación. En este último caso, la plantilla, que incluye a la orquesta, es más cara que la de Cacsa, 14 millones de euros. El futuro el recinto operístico y su programación también está en cuestión.
La "ventaja" de Cacsa frente a RTVV a la hora de acometer un recorte de la plantilla es que los trabajadores del recinto de ocio son personal laboral. Su acceso al puesto de trabajo no está regido por las mismas normas que los empleados públicos, es decir no media una oposición, como sí ocurre con los trabajadores de Canal 9.
Distintas fuentes sindicales consultadas por Valenciaplaza.com reconocieron que los rumores sobre un posible ERE recorren el recinto diseñado por Santiago Calatrava, si bien oficialmente no se ha producido ninguna comunicación.
Cacsa es uno de los grandes agujeros de deuda, gasto y pérdidas del sector empresarial público valenciano. Al cierre del último ejercicio, la sociedad tenía acumulado un pasivo de 748 millones de euros. Una deuda acumulada con terceros, especialmente con entidades financieras, a la que hay que unir la constante inyección de fondos mediante ampliaciones de capital que supera los mil millones de euros desde su constitución.
Pero al margen de los gastos de construcción del complejo, que se han multiplicado sobre los previstos, los distintos recintos de la Ciudad de la Artes y las Ciencias son deficitarios en su actividad ordinaria. El año pasado Cacsa perdió 51, 23 millones de euros.
Los ingresos alcanzaron los 34,17 millones, de los que 22,8 millones provienen de la venta de entradas, 1,95 millones por cánones de restauración y merchandising, entre otros ingresos menores que no alcanzan el millón de euros en partidas como evenetos, aparcamiento o venta de mercaderías. A parte se cuentan los 5,6 millones que cobra Cacsa a la Fundación Palau de les Arts, que explota el palacio de la ópera.
LAS EMPRESAS PÚBLICAS: EL GRAN EXAMEN PARA FABRA Y SU CONSELL
Los planes de saneamiento y viabilidad de las empresas públicas de la Generalitat requerirán, como han reconocido en diversas ocasiones tanto el conseller responsable, Enrique Verdeguer, de Economía, como el de Hacienda, José Manuel Vela, que determinados casos se afronten de forma personalizada, como la propia Cacsa, RTVV o Ciegsa.
El Consell encabezado por Alberto Fabra tiene sobre el tapete varias líneas de actuación que acometer en los próximos meses. "Medidas duras que van a poner a prueba su liderazgo", señalan fuentes de la Generalitat. La reestructuración del sector fundacional, como ya anunció el conseller de Economía, Enrique Verdeguer, se espera para el próximo mes de noviembre: el presidente ya ha advertido que la mitad de las mismas desaparecerán. El coste total anual de estos entes para la Generalitat asciende a unos 100 millones de euros.
Sin embargo, el grueso del ahorro está en las grandes empresas públicas. Una de las reestructuraciones más importantes y que genera más expectación es la que se prepara en Radio Televisió Valenciana (RTVV), que se abordará, a priori, a principios del próximo año. Sin embargo, la opción de que se adelante una actuación de peso en Cacsa ha ganado enteros en los últimos meses hasta situarse en la 'pole' de las intervenciones inminentes.
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