VALENCIA. Durante esta semana se sabrá quiénes son todos los afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de la entidad, pero lo que es seguro es que en la lista no estará Carlos Fabra. De hecho, ni se plantea una renovación en la cúpula, ocupada por él, de 65 años, y por el septuagenario Salvador Martí Huguet, presidente desde hace 23 años.
Entre los prejubilados que dejarán la Cámara de Comercio de Castellón el próximo 1 de noviembre está Vicente Casañ, sucesor de Carlos Fabra en la secretaria general de la Cámara entre 1995 y 2011. El procedimiento elegido para su salida es la prejubilación, aunque tiene un año menos que Fabra. Hasta la vuelta de su jefe, Casañ era el factótum de la Cámara y entre las empresas de la provincia. Aunque nadie ha visto la más mínima gota de deslealtad por parte de Casañ en los tres meses que han convivido en la Cámara, muchos consideran que una cohabitación más larga podría haber sido complicada.
Igualmente, se va el jefe del Área de Estudios Económicos y Comercio Exterior, Enrique Domínguez. Creador de este departamento en la Cámara e impulsor de sus estudios de mercado sectoriales desde hace décadas, especialmente para el azulejo. El resto de afectados por las prejubilaciones son personal técnico de la casa. Fuentes de la institución confirman que el proceso se completará el próximo mes de febrero, cuando salga el último de los jubilados.
GERONTOCRACIA CAMERAL
Hasta que se cubra el puesto de secretario general adjunto que deja Casañ, la Cámara de Comercio de Castellón pasará a estar regida por una gerontocracia en sus puestos ejecutivos, ya que la dirección estará en manos de los más viejos de la casa: Fabra y Martí Huguet. Sin embargo, esto no es una excepción. Mientras las patronales y el resto de cámaras de la Comunitat han renovado su directiva, Castellón mantiene los mismos dirigentes empresariales desde hace varias décadas.
Es el caso de José Roca y Rafael Montero, presidente y secretario general de la Confederación Empresarial Castellonense (CEC). Ambos alcanzaron su puesto en 1987 y continúan en él. De hecho, después de 24 años no es descartable que se prolonguen algunos años más, ya que Roca ni siquiera ha encontrado oposición cuando se presentó por séptima vez para el puesto en la Asamblea del pasado mes de junio, ya septuagenario. La razón de esta longevidad en el cargo está, según el presidente de la CEC, en que tampoco no hay más candidatos.
Lo cierto es que las luchas por los puestos de representación que se han vivido en otras organizaciones de Valencia y Alicante no se han producido en Castellón. Atribuirlo al caracter de los castellonense parece una explicación poco consistente ya que otros aspectos, como a la relativa juventud a la que muchos de ellos llegaron a los puestos (Carlos Fabra empezó como secretario general de la Cámara con 29 años o Rafael Montero, secretario general de CEC desde los cuarenta años) y su estrecha relación con el también estable poder político en la provincia, resulta más verosímiles.
UNA LONGEVIDAD ATÍPICA
La situación se ha vuelto más llamativas después de los relevos que se han producido entre este año y el pasado en el resto de organizaciones. En el caso de las Cámaras, Arturo Virosque (1930) pasó el relevo en la presidencia de la de Valencia después de cuatro mandatos a José Vicente Morata hace un año. En Alicante, José Enrique Garrigós (1939) accedió al cargo de presidente de la Cámara en mayo de 2010, tras la dimisión de Antonio Fernández Valenzuela (1947) en noviembre del año anterior, después de dos mandatos; y en la de Orihuela, Félix Cerdán era elegido en 2010 presidente, sustituyendo a su hermano mayor, Juan Cerdán (1960), fallecido unos meses antes. Un caso como el de Castellón sólo se encuentra en la Cámara de Alcoy, ocupada desde 1991 por Enrique Rico, empresario que ha superado los 70 años.
Repasando las patronales, Castellón vuelve a ser excepción. En el caso de la autonómica Cierval, José Vicente González (1946) ha accedido a la presidencia este año en sustitución de Rafael Ferrando (1948), que le ejerció durante 12 años. En la patronal alicantina, COEPA, Rafael Martinez Berna (1962) relevó a Modesto Crespo (1943) cuando este pasó a presidir la CAM en 2009 después de tres años en la patronal. Incluso en el lobby empresarial AVE, Francesc Pons (1943) dejó en 2010 la presidencia después de ocho años a Vicente Boluda (1955).
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