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VALENCIA. Todavía queda mucho camino por andar para la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo. Pese a que la Comisión Europea lo incluyó la pasada semana como prioritario en la Red Básica Transeuropea, plataformas como Ferrmed ya advirtieron de que esta sólo era una batalla dentro de una larga guerra.
La fuerte inversión necesaria por parte del Gobierno de España, 7.000 millones de euros anuales, durante los próximos años, se convierte en un hándicap importante para el previsible próximo Ejecutivo de Mariano Rajoy. Todo apunta a que el líder del PP no tiene intención de 'pillarse' los dedos con el apoyo a un eje ferroviario de tan alto coste hasta que no entre en La Moncloa y compruebe cómo están las cosas. Ni sí, ni no, sino todo lo contrario.
A ello hay que unirle las exigencias de otras autonomías gobernadas por el PP con proyectos de ejes ferroviarios pendientes que reclamarán también financiación por parte del Gobierno central. La poca concreción de Rajoy respecto a la infraestructura se ha evidenciado esta misma semana cuando evitó comprometerse a financiar un eje concreto en una entrevista concedida al Periódico de Catalunya.
"Es un corredor muy importante, pero hay otros que también lo son. Habrá que ver cómo está la economía y qué puede aportar la UE. Lo cierto es que en el tema de mercancías deberemos hacer un esfuerzo", señaló el candidato del PP. Vuelto a preguntar sobre cuál será su prioridad en este tipo de vías cuando gobierne, Rajoy se limitó a señalar que "habrá que hablarlo entre todos".
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se manifestó en esta línea ayer en Valencia -con Alberto Fabra a menos de un metro- al ser preguntada por los ejes ferroviarios. Cabe recordar que la líderesa del PP madrileño había apoyado junto a Luisa Fernanda Rudi (Aragón), Jose Antonio Monago (Extremadura) y María Dolores de Cospedal (Castilla-La Mancha), el impulso al Corredor Central, que rivalizaba con el Mediterráneo en la lucha por financiación europea.
En su comparecencia institucional junto al presidente de la Generalitat, Aguirre aseguró que en la reunión con el ministro de Fomento, José Blanco, se acordó que "todos los ejes" iban a ser apoyados por el Gobierno. Cabe recordar que la designación como prioritario del Corredor Mediterráneo por la Comisión Europea provocó airadas críticas de la presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, y del presidente extremeño, José Antonio Monago, ambos del PP.
Aguirre recalcó que el Gobierno encabezado por José Luis Rodríguez Zapatero "no tiene la legitimidad para tomar decisiones, puesto que está en funciones" relativas a los ejes españoles que recibirán financiación europea. Un argumento cuanto menos, discutible. La presidenta madrileña se mostró convencida de que con la llegada del nuevo gobierno "se tomará la decisión más adecuada para España", para concluir diciendo que le parecían "espléndidos" tanto el Corredor Mediterráneo como el Central.
Por su parte, Fabra declinó interactuar con las palabras de Aguirre y se limitó a subrayar que desde la Comunitat Valenciana seguirían defendiendo el Corredor Mediterráneo, ya que supone "la posibilidad de acercar los puertos a otros destinos y de aproximar infraestructuras en las cuales hemos invertido mucho dinero de fondos europeos a otros mercados emergentes, como el asiático o el norte de África". "Es una oportunidad que tenemos los españoles y también los europeos", remachó.
EL TRASVASE DEL EBRO: NADIE SE MOJA
Como en todas las elecciones desde hace una década, otra de las infraestructuras que aparece en las campañas es el trasvase del Ebro y el Plan Hidrológico Nacional. Todo apunta a que la transferencia hídrica no aparecerá en el programa del PP -pese a que desde la Comunitat lleva exigiéndose desde hace años repetidamente- con nombres y apellidos. Los ‘populares' aragoneses se niegan en redondo y, en una legislatura marcada por la crisis y los recortes, Rajoy tampoco tiene ningún deseo en recuperar una obra de semejante coste.
En cuanto al PP valenciano, el discurso ya ha sido matizado. El propio portavoz del grupo parlamentario ‘popular', Rafael Blasco, recordó ayer preguntado por los medios que ya se habló "de compromiso sobre solidaridad interregional en materia de recursos hídricos, especialmente en aquellas comunidades que tienen cuencas excedentarias". El síndico del PP se mostró "convencido" de que esta fórmula "se recogerá en el programa electoral del PP a escala nacional". Esto supone una pérdida de contundencia clara en el discurso sobre el trasvase que durante años ha esgrimido el PP valenciano.
Respecto al Corredor Mediterráneo, será Mariano Rajoy -si vence las elecciones- el que tendrá que lidiar con autonomías como la valenciana que no están dispuestas a que se retrase un eje ferroviario que supondría, a priori, un salto competitivo fundamental. Mientras tanto, el líder del PP seguirá practicando el funambulismo político para no desairar a ninguna comunidad autónoma antes del 20-N.
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