VALENCIA. Viviendas de particulares embargadas o entregadas como pago, oficinas, locales comerciales e industriales, urbanizaciones residenciales proyectadas, inversiones en suelo paralizadas... El largo inventario cuenta con muchos proyectos de inversión que no serán desarrollardos hasta que no se absorba los actules excedentes de vivienda, por lo que existe especial interés en que el mercado vuelva a estabilizarse.
La caja está ejecutando desde hace meses una activa campaña de financiación para la compra de vivienda, tanto propia como de otros promotores, con la que prevé colocar 12.000 viviendas este año. La entidad está ofreciendo a los particulares no pagar el principal ni los intereses del préstamo hipotecario durante los tres primeros años con el objetivo de ir eliminando ladrillo de su cuenta. Y parece que la estrategia esté funcionando, según apuntan desde la entidad a este diario.
Acumula un importante volumen de proyecciones urbanísticas propias, iniciadas o promocionadas por su filial inmobiliaria, Bancaja Habitat, en pleno apogeo del ladrillo al que ha sumado muchos proyectos sobre suelo rústico y/o urbanizable adquirido a las más importantes firmas inmobiliarias de la Comunidad Valenciana durante la crisis. Los condicionamientos y presiones políticas y empresariales tuvieron mucho que ver. Como entidad valenciana se le presuponía la 'obligación' de salvar a las grandes firmas valencianas. Esta responsabilidad le llevó a estar presente y ceder en muchos procesos de renegociación de deuda para permitir la viabilidad de algunas empresas.
En la ciudad y en la costa, en el extranjero y en España, para guardar en el cajón hasta que mejore la situación económica y para explotar en cuanto surja oportunidad. Hay de todo. Incluso proyectos dcon futuro dudoso. Entre los proyectos propios y los 'heredados' de las grandes promotoras ,la entidad que preside José Luis Olivas ha conseguido convertirse en uno de los principales propietarios de suelo de la Comunitat Valenciana. No es un título al alza, sobre todo si se tiene en cuenta que el precio del suelo ha caído un 25% de media en la Comunidad Valenciana durante el primer trimestre del año.
Proyectos con los Ferrando
Sin embargo, la entidad se ha empeñado en ofrecer una imagen positiva de la acumulación de inmuebles y se ha unido a otros promotores y socios habituales de Bancaja Habitat para dar salida a los grandes proyectos inmobiliarios en cartera. Su cartera de inmuebles de oficinas, viviendas y locales se unen a los de otras firmas inmobiliarias para generar sinergias, economías de escala y eahorrar esfuerzos de gestión.
Suyo es casi el 50% de NAU (Nuevas Actividades Urbanas), la sociedad que constituyó hace un año con la familia Ferrando (Gesfesa) -uno de sus socios en numerosos proyectos inmobiliarios- Quesada (Pavasal) y el madrileño Murcia Vela (Ferris Hills, ahora en concurso de acredores). La entrada de Bancaja Habitat en NAU es una fórmula de gestión que no mejora la solvencia de la entidad. La nueva firma tiene un capital social de 500 millones de euros en activos inmobiliarios. Y la aportación más significativa de Bancaja Habitat han sido parcelas de suelo en Alicante ciudad, así como suelo industrial, comercial y logístico y las proyecciones desarrolladas con Gesfesa con anterioridad. Entre ellas, el PAI de Golf Mar, en el municipio valenciano de El Puig, y el PAI de Neutopía y el Parque Central, en Valencia.
Las comunes y más destacadas iniciativas inmobiliarias proyectadas con Gesfesa no van a generar ingresos en el corto plazo a la sociedad en la que participa Bancaja. El PAI de Golf Mar, un resort de 6.200 viviendas en el municipio valenciano de El Puig, tardó cinco años en recibir el visto bueno de la Administración. Sólo falta reparcelarlo pero sus promotores actuales han perdido el entusiasmo en desarrollarlo. NAU, Inmobiliaria Guadalmedina, Rosal, Martinsa Fadesa y Planea esperan a tiempos mejores para su ejecución. "Entiendo que se reactivará en 2013, cuando el stock de vivienda sea más digerible", explica a Valenciaplaza.com Federico Ferrando, presidente de NAU.
Neutopía tampoco traerá alegrías a la sociedad NAU como dueño destacado del solar en el que se proyectó hace unos años este PAI. Está totalmente paralizado y sin visos de prosperar.
La 'herencia' de Llanera
Bancaja también acumula proyectos inmobiliarios sin visos de prosperar procedentes de otros promotores. La entidad valenciana, acreedor privilegiado de Llanera con 11,7 millones de euros, se ha implicado totalmente en que la firma de Xàtiva siguiera siendo viable tras el concurso de acreedores. En estos años ha sido financiador, acreedor, comprador y víctima directa de los problemas económicos que forzaron el concurso de acreedores. Su doble vertiente como financiador y promotor le llevaron a adquirir uno de los grandes proyectos de Llanera en la afectada costa valenciana aunque perdiera en esta operación 21,4 millones de euros.
La filial inmobiliaria de Bancaja se quedó por casi 54,9 millones de euros el suelo del Brosquil, ubicado en el municipio valenciano de Cullera, así como la participación en Ansogasa de Llanera, agente urbanizador de este PAI. La caja se quedó con el proyecto a cuenta de la hipoteca concedida en su día a Llanera para la compra de los terrenos a Francisco Roig, artífice inicial de este vistoso proyecto con dos campos de golf, viviendas de estilo mediterráneo y una marina deportiva. Tres promotores lo han tenido en sus manos y ninguno de ellos ha conseguido transformarlo de una idea a una realidad tangible. Ahora Bancaja Habitat lo guarda con otros proyectos.
Adiós a La Vall de la Mar, en Tavernes de la Valldigna
El proyecto que no verá la luz, al menos de la mano de Bancaja Habitat, es el de la Vall de la Mar (junto al PAI de El Brosquil), en el municipio valenciano de Tavernes de la Valldigna. "Bancaja se ha desvinculado totalmente de este proyecto en el que se presentó como agente urbanizador", aseguran fuentes de la enhtidad a Valencia Plaza. El proyecto de Tavernes de la Valldigna abarcaba cinco millones de metros cuadrados y contemplaba la construcción de un parque tecnológico, más de 4.000 viviendas y una marina deportiva. La propuesta de la caja valenciana generó mucha expectativa en este municipio valenciano. De hecho, fue el principal reclamo electoral del actual equipo municipal del PP ahora al frente del consistorio. Sin embargo, este PAI todavía carece de agente urbanizador y no está aprobado. Ahora resulta dudosa su ejecución futura.
Un residencial en la costa que funciona
Pero Bancaja también ha recogido beneficios en algunos proyectos inmobiliarios desarrollados con promotores locales. A iniciativa propia se ha implicado en varios proyectos residenciales en la costa. Destaca el de Sierra Cortina, un residencial promovido principalmente por el presidente de los promotores valencianos, Francisco Murcia Puchades, y en el que Bancaja y Rosal tienen una participación minoritaria, que está acabado y está teniendo muy buena acogida de compra. "Esta promoción ha funcionado muy bien. Tal vez sea porque se trata de un complejo turístico con un perfil de mayor calidad respecto a otros de la zona", comentaba en una ocasión Murcia Puchades a este diario.
Sale & Leaseback con Lubasa
Otro de los activos inmobiliarios rentables de la caja adquiridos en plena crisis es la sede central de la cosntructora y promotora castellonense Lubasa, uno de sus socios en negocios tales omo la construcción del aeropuerto de Castellón y algunas promociones de viviendas en municipios valencianos. La venta formó parte del plan de desinversiones para conseguir liquidez de la firma de Luis Batalla. Bancaja contribuyó a inyectar liquidez en las cuentas de la constructora con la compra de sus instalaciones en el edificio Ruralcaja de la Alameda asegurando Lubasa las rentas a la entidad como inquilino.
Bancaja también tiene pendientes proyectos urbanísticos propios dentro de la ciudad como el de La Punta y El Grao. En ambos posee suelo para desarrollar junto con promotores como Edival, Fornesa, Reyal Urbis, entre otros, así como un centenar de agricultores que sigue manteniendo suelo en La Punta.
Pero los desarrollos urbanísticos de Bancaja Habitat no se quedan sólo en España. La entidad se aventuró hace dos años en un proyecto residencial de lujo, con centros comerciales y hoteles con campos de golf en la región mexicana de Quintana de Roo. El proyecto contempla una inversión de 2.000 millones de euros, financiado por la caja valenciana, el Banco de Valencia, un grupo hotelero de Benidorm y otros socios minoritarios mallorquines y valencianos. Sin embargo, como ya anunciara en su día José Luis Olivas, el proyecto busca más inversores.
La filial inmobiliaria de Bancaja también se ha dirigido hacia el mercado inmobiliario asiático, especialmente a Singapur. La inversión de activos en este caso podría llegar a los 250 millones de euros y se lleva a cabo a través de una sociedad, Orchid Investments, creada con Edificaciones Calpe y Natra. La caja no ha ofrecido datos actualizados sobre ninguna de las operaciones inmobiliarias citadas. El futuro de estos proyectos dependerá de las negociaciones en el seno del SIP.
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