El proceso abierto deberá cumplir con las exigencias de competitividad, por lo que la institución entenderá que las entidades que presenten un precio muy bajo carecen de capacidad para absorber a una caja con dificultades
Aríztegui afirmó "desconocer absolutamente" posibles presiones políticas en el proceso de venta de la entidad andaluza, según indicó durante su participación en el curso 'Tres décadas de economía española' organizado por la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP) y la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie).
"Más de 40 entidades se han interesado en la posibilidad de quedarse con activos y pasivos", explicó Aríztegui, quien matizó que todas ellas deberán cumplir con un acuerdo de confidencialidad sobre los estados financieros de la caja andaluza que figuran en el informe de auditoría, así como sobre el contenido del informe de 'due dilligence' que se les han entregado para que estudien sus propuestas.
El subgobernador del Banco de España explicó que una vez que los ofertantes concreten su propuesta de adquisición la llevarán al Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), que ha determinado un esquema a seguir sobre la protección de activos, entre otras indicaciones. Este proceso está previsto que finalice la primera quincena del mes de julio.
El procedimiento abierto deberá cumplir con las exigencias de competitividad, por lo que no recurre al criterio de subasta. De esta forma, para las entidades que presenten un precio muy bajo el Banco de España entenderá que carecen de capacidad para absorber a una caja con dificultades y saldrán del proceso de asignación.
El Banco de España ordenó el pasado 22 de mayo la sustitución de los administradores de CajaSur y nombró al FROB como administrador provisional de la entidad, después de que el consejo de administración de la caja descartase su fusión con Unicaja.
El FROB suscribió ayer íntegramente una emisión de cuotas participativas de CajaSur por 800 millones de euros, importe al que asciende la ayuda que necesitaba la entidad intervenida por el Banco de España. Además, el organismo dispone de una línea de 1.500 millones para garantizar la liquidez de la entidad andaluza.
REDUCCIÓN DE EMPLEADOS ENTRE UN 15% Y UN 18%
Por otro lado, el subgobernador del Banco de España señaló que las entidades que se encuentran inmersas en procesos de integración ya aprobados por el FROB acometerán una reducción media de las plantillas será de entre un 15% y un 18%. Además, se producirá el cierre de entre el 20% y el 25% de las oficinas, y de entre el 18% y el 20% de los servicios centrales.
El subgobernador precisó que estos procesos implican reconocer pérdidas adicionales en los balances bancarios, ya que la combinación de negocios supondrá ajustes en los balances por insolvencia e iliquidez de las operaciones y activos. Esto hará que las entidades resultantes cuenten con balances "más sólidos y con más capital", añadió.
Aríztegui recordó que las cajas de ahorro no tienen capacidad para emitir capital y que esto no sólo reduce las posibilidades de reforzar sus recursos propios, sino que, además limita la capacidad del mercado para disciplinarlas. En este sentido, explicó que la futura normativa sobre cajas de ahorro deberá posibilitar la emisión a las cajas de instrumentos de capital de la máxima calidad con derechos de voto con el objetivo de solventar esta deficiencia.
El subgobernador del Banco de España apuntó que los cambios normativos buscarán la "opcionalidad", por lo que las propias cajas "tendrán que decidir qué quieren ser", lo que hará que algunas se aproximen al modelo bancario, otras pasen por la emisión de instrumentos de capital con derecho a voto y otras decidan concentrarse en un ámbito geográfico más ceñido para continuar utilizando el modelo más clásico.
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