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Beatriz Panadero

VALENCIA (LIDIA MASERES). La manida expresión 'renovarse o morir' es una de las filosofías a las que más se acogen los empresarios de hoy en día. O al menos los que quieren sobrevivir a los reveses de la economía. Multitud de compañías han optado por la diversificación, la deslocalización o la fusión, pero hay más opciones: la franquicia, una oportunidad de negocio y expansión para la empresa matriz y para los que apuestan por ella.

"La idea surgió a través de un curso que hice, donde se habló de la franquicia como una acción de expansión de la empresa. Vimos que había un campo grande en el que trabajar y decidimos hacerlo". Gustavo Landaburu es el director de desarrollo de Dsae Consultoría y Gestión, una empresa valenciana fundada hace 20 años y que apostó en 2008 por abrirse nuevos horizontes. Hace poco más de un año abrieron su primera franquicia de bajo coste, la única de estas características en la Comunitat Valenciana.

La fórmula de Dsae no difiere mucho de la de una franquicia ordinaria, pero lo que les distingue es que son una consultoría para pymes y grandes empresas. Hasta el momento, la auditoría cuenta con su empresa matriz (en Requena) y dos franquicias en Utiel y en Chiva. En septiembre de este año esperan abrir otra en Valencia.

Condiciones: una inversión inicial de 33.000 euros (incluye el canon de entrada, la campaña de publicidad, un curso de formación y los trámites para su constitución), un local de al menos 60 metros cuadrados y formación universitaria relacionada con la economía o la dirección de empresas.

La experiencia piloto corrió a cargo de Beatriz Panadero, de 27 años. Se le presentó la oportunidad y aprovechó su proyecto final de carrera para hacer un estudio de mercado y viabilidad sobre Dsea. Le salieron los números y se aventuró.

"100% SEGURO"

Después de un año como joven emprendedora, Panadero afirma que ya puede volar sola. Además, está segura de que de no haber arriesgado, estaría en el paro. La empresa para la que trabajaba ha ido prescindiendo poco a poco de su personal. "Ha sido una buena oportunidad de negocio. La cantidad que hay que invertir no es demasiado alta y tienes el respaldo de la matriz", cuenta a Valenciaplaza.com.

Durante el primer año, la empresaria valenciana dedicó todo su tiempo a hacer una acción de marketing, ya que cada uno tiene que captar a sus propios clientes. Hasta el momento tiene una cartera de 50, la mayoría pequeñas empresas de la zona con problemas de endeudamiento, expedientes de regulación de empleo y todos los síntomas que acarrea una fuerte crisis. "Ahora ya tengo claro que esto va a funcionar y que es 100% seguro".

Uno de los enfoques que los responsables de esta cadena valenciana de consultorías le quieren dar es presentar este negocio como una oportunidad para los jóvenes. La inversión es relativamente baja, y aunque ellos no negocian ni garantizan que una entidad bancaria les vaya a financiar, están detrás, respaldando a los emprendedores con su marca. "Creo que sí que es factible, ya que es una fórmula de éxito y los resultados son muy positivos", manifiesta Landaburu.

Según el director general de la empresa, José Emilio Cabrera, este modelo de negocio permite dar atención a las pymes con una minuta "mucho más baja" de lo habitual. Asimismo, destaca su forma de trabajar. Todos los asesores forman una red de profesionales en permanente contacto, lo que, a su parecer, mejora el funcionamiento de la empresa.

Además de los servicios convencionales de cualquier asesoría, esta dispone de un sistema de análisis patentado que emite diagnósticos sobre la situación de una empresa. Éstos sirven para saber si sigue teniendo viabilidad y de ser así, elaborar un paquete de recomendaciones para mantenerla a flote.

Con una treintena de trabajadores, los planes de expansión de Dsea contemplan abrir 4 o 5 oficinas al año, principalmente en la Comunitat y en Castilla la Mancha "por la proximidad". Además, esperan un crecimiento entre un 20% y un 30% para cada ejercicio.