El mantenimiento del ente público origina unos costes anuales de más de 200 millones de euros, aunque TV3 y Canal Sur superan ampliamente este presupuesto
-La televisión andaluza anuncia una reducción de directivos y sueldos
VALENCIA (VP). El funcionamiento de la radio y la televisión pública valenciana cuestan más de 200 millones de euros al año, de los cuales, aproximadamente el 25% se destinan exclusivamente al pago de intereses por las deudas contraídas en los últimos nueve años.
Con un presupuesto anual que ronda los 360 millones de euros y unos 2.700 empleados, la radiotelevisión catalana es la más cara de todas las existentes en España, por delante de la andaluza (239 millones de euros y 1.680 empleados) y la valenciana (200 millones y alrededor de 1.800 empleados).
Les siguen en la lista la televisión vasca (con un presupuesto anual de 179 millones de euros), la gallega (145), balear (72,6), manchega (67,5), aragonesa (65), canaria (56,8), murciana (42), asturiana (39), extremeña (32) y ceutí (5,6). Cantabria, Castilla y León, La Rioja y Navarra no tienen radiotelevisión autonómica propia.
Actualmente, la deuda de Radio Televisión Valenciana (RTVV) se calcula en unos 1.099 millones de euros, muy por encima de las de otros entes autonómicos como el madrileño (205 millones de euros), balear (260 millones) o gallego (56 millones). Por su parte, la deuda del ente catalán (unos 1.050 millones de euros en 2008), el de mayor dimensión y deficitario, está asumida directamente por la Generalitat de Catalunya.
Algo similar ocurría con Telemadrid hasta que en 2002 el Gobierno presidido entonces por Alberto Ruiz Gallardón decidió dejar de avalar la deuda de la empresa, de modo que la cantidad anteriormente citada
(205 millones) fue acumulada en los seis últimos ejercicios.
La Junta de Andalucía aporta cerca del 75% de los ingresos que compensan la cuenta de resultados de Radio Televisión Andaluza, y en una proporción similar realizan aportaciones a sus entes autonómicos la Generalitat Catalana y el Gobierno Vasco.
La Generalitat Valenciana, en cambio, apenas realiza aportaciones significativas a la radiotelevisión autonómica en forma de subvenciones, motivo por el cual la deuda que acumula la empresa pública debe ser liquidada con operaciones de crédito avaladas por la Generalitat. En resumen, que las televisiones que no acumulan deuda es porque todo el déficit está asumida por completo por el Gobierno autonómico.
La deuda de Canal 9 es, con diferencia, la más alta de las televisiones autonómicas españolas debido básicamente a que la Generalitat no realiza aportaciones de forma directa a su cuenta de resultados para evitarlo, aunque tampoco asume la deuda del ente público como propia en los presupuestos (actúa como avalista), pese a las advertencias en este sentido que ya ha recibido en algunas ocasiones por parte de la Sindicatura de Comptes y otras entidades.
CAMBIO DE MODELO
El sistema de ‘traspaso' de la deuda acumulada a las cuentas autonómicas se aplicaba también en Radio Televisión Valenciana hasta que en el año 2000 el Ejecutivo de Eduardo Zaplana acometió una modificación legislativa precisamente con el propósito de ‘aligerar' la carga que significaba el ente público en los presupuestos de la Generalitat.
En sus diez primeros años de funcionamiento, desde octubre de 1989 hasta la modificación legal del año 2000, la radiotelevisión valenciana acumuló una deuda cercana a los 77 millones de euros, pero esta cantidad se ha ido incrementando prácticamente de forma exponencial hasta que en 2007 llegó a alcanzar los 1.140 millones de euros.
El principal y quizá único intento de frenar esta escalada en la deuda se produjo en 2003, cuando el Gobierno entonces presidido por José Luis Olivas licitó tres concursos para la privatización de los servicios de informativos, la producción de 1.800 horas de programación y la gestión de la publicidad, pero el siguiente Consell, también del PP y presidido por Francisco Camps, los paralizó poco antes de ser adjudicados.
"Además -explica Miguel Mazón, representante del PSPV el consejo de administración de RTVV- todo ello ha sucedido sin que se haya elaborado ningún plan de austeridad ni de equilibrio. Ni el antiguo ni el nuevo director se han planteado en serio una reducción de costes y deuda más allá del recorte de servicios secundarios como los de vigilancia o jardinería".
"En 2008 se produjo un ‘salto cualitativo' en la deuda del ente público, al enfrentarse al vencimiento de los primeros préstamos, de modo que se alcanzaron prácticamente los 50 millones anuales sólo en pago de intereses. Los bancos dejaron de creer en Canal 9, hecho que obligó a la Generalitat a emitir más deuda pública para hacer frente al déficit", añade Mazón.
A pesar del constante crecimiento de la deuda pública, Canal 9 no ha dejado de adquirir derechos de emisiones deportivas, como la pasada Liga de Campeones o el presente campeonato de Fórmula 1, y todo ello sin que haya obtenido respuesta exitosa en los índices de audiencia. Los espectadores valencianos se decantaron por La Sexta (34,7%) para seguir la última carrera de Fórmula 1 en lugar de Canal 9 (9,7%)
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