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VALENCIA (L. MASERES). Los representantes valencianos de las familias de empresarios no están conforme con las medidas tributarias actuales. Ayer, Ignacio Tormo, director general del Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (Ivefa), y su presidente, Mario Mariner, expusieron un paquete de ideas cambiar las normas actuales. Según afirmaron, ya las han remitido a los poderes públicos y agentes sociales.

Cinco objetivos tienen en mente los responsable del Ivefa: fomentar la inversión, la competitividad y el empleo, favorecer el crecimiento, y consiguientemente, reducir en déficit.

El porqué de las cambios, los cuales deberían llevarse a cabo a través del diálogo y consenso de los actores sociales, es la situación de gravedad por la que atraviesan las pymes, especialmente en la Comunitat, donde representan a casi la totalidad del tejido empresarial.

Los valores que enumeró Tormo, y que a su parecer son imprescindibles, son la recuperación de la seguridad jurídica, una simplificación administrativa y la lucha contra el fraude fiscal.

En cuanto a la primera "necesidad", el Ivefa reclamó una mayor claridad en las normas, así como en su aplicación. "Es imprescindible dotar de la máxima estabilidad al sistema tributario garantizando la perdurabilidad de las medidas", aseguró Tormo. La simplificación de la burocracia para mejorar el trabajo, y terminar con la competencia desleal y con aquellos que trabajan al margen de las normas son los criterios que han promovido la elaboración del documento.

La primera de las reformas tributarias que los portavoces de los empresarios familiares proponen es la supresión del impuesto sobre sociedades por considerar que su efectiva aplicación en las pymes "es imposible".

"Habría que modificar el actual régimen de aplicación del tipo reducido de gravamen (20-25%) para las empresas que hayan mantenido su plantilla en los 12 meses anteriores al 1 de enero de 2009 o cuando la empresa tenga beneficios y una proyección futura suficientemente importante", declaró Tormo.

PREMIAR A LOS TRABAJADORES

Asimismo, los representantes del Ivefa exigieron la exención o un impuesto a un tipo reducido de los resultados derivados de la venta de activos, siempre y cuando la empresa los destine, íntegramente, a su capitalización para poder mantener los puestos de trabajo. Por último, y también dentro del mismo punto, Tormo apostó por las fusiones o uniones de empresas para hacer frente al mercado global. "Es necesario adoptar políticas activas que fomenten el redimensionamiento de las pymes familiares", aseguró.

La segunda de las reformas tributarias está relacionada con el impuesto sobre la renta de las personas físicas. Ante la falta o la dificultad para acceder al crédito tradicional, Ivefa sugiere la posibilidad de que socios o allegados puedan hacer préstamos a los propietarios de las pymes para inyectar liquidez. "Vamos a facilitar los medios alternativos, eliminar las trabas y fomentar los préstamos de este tipo", afirmó Tormo.

Junto a este tipo de medida, pidieron también a los organismos que premiaran a los empresarios que mantienen el empleo en sus compañías, así como a los trabajadores que deciden bajarse el salario con tal de mantener su puesto. El esfuerzo, declararon, debería reconocerse fiscalmente para fomentar la adopción de este tipo de medidas que reducirían el desempleo.

Por último, reclamaron la supresión total del Impuesto sobre Actividades Económicas, así como la exención en el Impuesto sobre Incremento de Valor se los Terrenos de Naturaleza Urbana para la enajenación de activos inmobiliarios.

UNA DECISIÓN "MUY MARCADA" POR BANCAJA

Aunque sin una postura clara por parte del Ivefa, Tormo afirmó que la fusión protagonizada por Bancaja y Caja Madrid se había llevado a cabo por la situación, "muy marcada", de la entidad financiera de Valencia.

"Si es positivo o negativo habrá que verlo. No parece que los flecos de la operación estén cerrados, y eso es lo importante", manifestó Tormo. A pesar de estas declaraciones, los dos portavoces del instituto valenciano afirmaron que los miembros de la junta directiva todavía tenían que reunirse para valorar este hecho.

EL AUMENTO DEL IVA "PERJUDICA" LA COMPETITIVIDAD

Tras la exposición de las medidas tributarias que se deberían cambiar, Tormo también hizo referencia a la subida del IVA, la cual, a su parecer, iba a perjudicar la competitividad. "Las empresas no están en condiciones para asumir el incremento, y la valoración, por tanto, no puede ser positiva", declaró.

El director general del Ivefa afirmó que modificar los impuestos sobre el consumo suponía que las rentas bajas saldrían de nuevo perjudicadas. "No es el mejor momento desde el punto de vista social", añadió.