LUIS A. TORRALBA. 15/06/2010

Juan Antonio Gisbert, director general del CRM, anuncia que no necesitarán recurrir al FROB, tampoco financiarse a través de los mercados mayoristas de deuda y que no pujarán por CajaSur

-Principales características del contrato de constitución CRM

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VALENCIA (VP/EFE). "Es un día grande en la puesta de largo de lo que hemos denominado como casa grande del cooperativosmo valenciano". Así presentó Juan Antonio Gisbert, director general de Ruralcaja -y a la sazón también del Grupo Cooperativo Cajas Rurales del Mediterráneo (CRM), por ser la entidad cabecera-, el nuevo actor puramente valenciano en el nuevo mapa financiero.

Un grupo, que tal y como avanzó este diario el pasado 14 de mayo, está formado por las rurales de  Torrent, Crèdit Valencia, Altea, Burriana, Callosa d'En Sarrià, Nules, Alqueries, Cheste, Alginet, Vilavella, Almenara, Xilxes, Vilafamés y Ruralcaja. Catorce entidades con unos activos medios al cierre del primer trimestre de 2010 de 11.741 millones de euros, 618 oficinas y 2.538 trabajadores.

"Hemos dedicado miles de horas a trabajar para diseñar estrategias, políticas y procedimientos para que el grupo pueda trabajar de forma inmediata, pero hay que tener en cuenta que son operaciones complejas e inviables sin la alta generosidad que han demostrado todos los que han participado", señaló Gisbert.

La valencianía no pasó desapercibida para el director general del CRM, al dejar claro que "seguimos absolutamente pegados a nuestro territorio". Asimismo, el director general del nuevo grupo, que evitó pronunciarse acerca de los SIP formados por otras entidades financieras, aseguró que el grupo CRM "está muy satisfecho de potenciarse en el contexto y en el ámbito exclusivo de la Comunitat Valenciana".

El Sistema Institucional de Protección (SIP) que han formado las entidades que integran CRM es "diferente" al formado por las cajas de ahorros, ya que en este caso "no se crea una entidad nueva", sino que las entidades participantes escogen una cabecera, cuyos órganos de gobierno pasan a ser también los del grupo. Así, las decisiones de CRM las tomará el consejo rector de Ruralcaja, que ha puesto a disposición del resto de cajas rurales un 50 por ciento de sus puestos para sus representantes.

Además, se ha creado una junta de cajas miembro, formada por todos sus presidentes, que tomará "decisiones relevantes en determinados aspectos", como las modificaciones del contrato o la incorporación de otras entidades. En este caso, el voto de Ruralcaja valdrá el 50%, mientras que el del resto de entidades estará repartido en función de los activos de cada caja rural.

DE MENOS A MÁS

La constitución del CRM supondrá el cierre de 29 oficinas y la supresión de 157 puestos de trabajo, que la dirección del grupo prevé cubrir con jubilaciones anticipadas. Asimismo, Gisbert informó que se reducirán 99 empleos como consecuencia de la unificación de los servicios centrales, y otros 58 por el cierre de oficinas.

Sin embargo, aclaró que en el grupo hay más de 180 personas de más de 57 años que trabajan en las cajas del grupo y que se podrían acoger a prejubilaciones voluntarias "en condiciones excelentes, que se pactarán con los sindicatos" para cubrir esos 157 puestos que serán suprimidos. El cierre de las oficinas no se producirá hasta que el Banco de España autorice la constitución del grupo, de manera que "el proceso de cierre comenzará en septiembre u octubre", según Gisbert.

Por otra parte, aseguró que se ha calculado el impacto en la eficiencia, que este año "será negativo", pero que "irá creciendo" a partir del próximo año y alcanzará el máximo de ganancia a partir de 2014, con un efecto neto de 20,5 millones de euros anuales recurrentes. Parte de este crecimiento será el resultado del ahorro de los más de 14 millones de euros anuales previstos a partir de 2014, propiciado por el cierre de oficinas, la reducción de personal y la unificación de los servicios centrales.

El director general de CRM aclaró que la unión de estas entidades se ha hecho "por vocación, no por obligación", y ha afirmado en este sentido que el grupo no pedirá ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) estatal, puesto que "no las necesita".

En cuanto a la implantación de la marca CRM, ha explicado que el contrato de constitución obliga a combinar la marca propia con la marca del grupo, pero ha señalado que se ha marcado un plazo de implantación de tres años, "porque el objetivo es ahorrar costes, y este proceso tan costoso no es la prioridad de Cajas Rurales del Mediterráneo".

NI FROB NI MERCADOS MAYORISTAS

Gisbert comentó respecto a la posibilidad de que se incorporen al grupo las alrededor de quince cajas rurales de la Comunitat, que no han participado en ningún proceso de fusión, que "esto no ha hecho más que empezar".

La creación de una alianza entre las 72 cajas rurales pertenecientes al Grupo Caja Rural en toda España "servirá para prestarse liquidez entre ellas, y para respaldarse en momentos de dificultad en cuanto a solvencia", ha agregado. Además, también comentó que no pujarán por CajaSur "porque no tiene sentido al ser aquella una caja de ahorros y nosotros una rural, dos naturalezas jurídicas distintas, por lo que mejor que sea una caja de ahorros".

Entre otros puntos del contrato de constitución, que consta de 24, figura el de la solvencia donde se prevé exigir permanentemente un ratio de solvencia mínima para los recursos propios de primera categoría del 7% ('core capital') y de unos recursos propios del 10,50%.

Al hilo de esto, Valencia Plaza cuestionó el ratio de primera categoría ante la inminente entrada de los nuevos requisitos de Basilea III, además de que es un ratio inferior a lo que 'exigen' los mercados mayoristas de deuda a la hora de pedir financiación -el 8%-, a lo que Gisbert comentó que "los ratios son los que son y no los hemos hecho pensando en los mercados mayoristas, porque entre otras cosas están cerrados a día de hoy, mientras que de cara a Basilea III todavía es pronto para hablar".