VALENCIA. El ministro de Fomento, José Blanco, no sabía cómo decirlo en la reunión de ministros de Transportes de la Unión Europea de Zaragoza, de modo que utilizó, como buen gallego, una pregunta retórica para anunciar que el futuro del corredor mediterráneo está tan negro como un túnel de ferrocarril. Si los vientos no son favorables para construir nuevas infraestructuras en España, no les cuento cómo están para las que comportan una conexión internacional como es el caso del ansiado corredor: negrísimas.
El ministro vino a liarse un poco con la palabra prioritario y a enredarse con la travesía central del Pirineo. ¿Qué significa exactamente darle prioridad al eje mediterráneo y al túnel pirenaico?, que fue lo que dijo en la rueda de prensa posterior a la reunión ministerial europea.
Yo se lo diré. En este momento, nada. A poco que se lean entre líneas, como en los viejos tiempos, las palabras del ministro Blanco, se ve el claro aviso de que los tiempos presupuestarios en la UE y en el mundo entero ahora mismo no son lo que eran, por lo que habrá que ajustar los proyectos. Pero, además, y es lo más clarito, las dificultades económicas hacen mucho más difícil lo que en otro momento hubiera estado chupado y es que la Unión Europea hubiera incluido entre los corredores prioritarios europeos el nuestro.
Por eso se planteó el ministro la pregunta retórica y de denuncia, así como quien no quiere la cosa,-a la gallega- de que nunca entendió cómo se quedó fuera el pasillo ferrorivario cuando se perfiló el último diseño de las Redes Transeuropeas de Transportes, "en un momento de mayor facilidad para nuestro país", dijo.
A partir de ahí, todo lo que se diga será un desiderátum y nada más, porque cuando tocaba, en 2003, el gobierno de José María Aznar no lo pidió. Esa es la clave política. Por ahí empieza a ponerse la venda el ministro y el PSOE en general de lo que pueda pasar en un futuro inmediato. De ahí que el mismísimo Jorge Alarte, al que ni se le esperaba en este asunto, saltara a la palestra inmediatamente a recordarle al Consell de Camps y a sus adláteres, que ahora quieren apropiarse de ese proyecto, aquel fatídico error que ahora estamos pagando y pagaremos en generaciones futuras.
Por eso hablar ahora de darle prioridad al eje mediterráneo es, además de una hipérbole, un simple titular.
NUEVA LINEA AEREA CON MOSCU
El presidente Camps se va esta semana a Rusia, con amor y con empresarios. Busca abrir nuevos mercados para las empresas valencianas en un territorio que parece prometedor en este momento y una nueva opción de negocio, sobre todo el turístico. Aunque las exportaciones e importaciones se encuentran en este momento a la baja, en caída desde 2008. Curiosamente, Rusia fue el cuarto destino en 2009 de las exportaciones valencianas hacia puntos no integrados en la Unión Europea y la CV recibió ese mismo año más de doce mil turistas rusos.
En Moscú mantendrá la representación oficial reuniones con los principales operadores de aquel país. Habrá también una presentación de la oferta turística valenciana. Será la segunda parte del encuentro que ya celebró en febrero pasado en Valencia la consellera Belén Juste con los touroperadores. Puede concluir la reunión en el convenio para crear una oficina diplomática y comercial aquí y otra turística en Moscú.
Y la guinda podría ser poner en marcha una nueva línea aérea entre Valencia y Moscú destinada al tráfico de turistas.
La agenda rusa se completará esta semana con la entrega a Gorbachov del premio Convivencia de la fundación Profesor Manuel Broseta correspondiente al año 2008. Para entonces le habrá dado tiempo a Camps a aprenderse algunos "palabros" en ruso.
UN CONSELLER CABEZA ABAJO
Lo que no entiendo es por qué no destituyó inmediatamente el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, al director del IES Las Norias de Monforte del Cid, José Luis Santiago, por permitir que se pusiera su retrato cabeza abajo, como si fuera Felipe V, en el tablón de anuncios del centro. Porque nadie entendería que en una fábrica el director permitiera que una foto trucada del dueño de la empresa con un bigotazo al estilo de El Bigotes andara por los tablones de anuncios y menos en el de la empresa.
Todos sabemos que no hubiera durado ni un minuto en el cargo. Pero por alguna extraña razón, en determinados colectivos parece asegurada la libertad de expresión en una sola dirección pero la responsabilidad social va por otro camino. Lo normal hubiera sido su destitución y punto, porque poner a alguien cabeza abajo en Valencia quiere decir muchas cosas y ninguna buena.
Otra cosa es el acoso de la conselleria que parece que ha llegado después al centro. Las malas artes. El no ir por la vía directa. Mandar inspecciones y demás. Supongo que si, finalmente, se infiere de la investigación que ha abierto la conselleria sobre las cuentas del centro y sobre presuntas irregularidades que no había nada de nada, el señor Santiago y los suyos, tendrán que poner en el juzgado algo más que una denuncia por acoso laboral.
EL CABANYAL YA ES UN FENÓMENO MUNDIAL
En mitad de la crisis que asola las arcas de todas las administraciones públicas y privadas y bolsillos en general te encuentras casi siempre con las ocurrencias universitarias. En muchas ocasiones parece que la cosa no vaya con ellas. No hay más que mirar las gigantescas, estupendas y modernísimas instalaciones de las que se han dotado y se están dotando en los últimos años. Apabullan por su diseño.
Lo que llama la atención es, sin embargo, un evento de menor entidad, pero no menos significativo. Un encuentro de profesores y alumnos de arquitectura de Japón, Alemania y España en la Universidad Politécnica de Valencia para buscar y compartir fórmulas para recuperar e integrar en las ciudades barrios que han quedado abandonados por mor del tiempo y el desarrollo urbano. Por ejemplo, -un dos tres responda otra vez- el Cabanyal. ¡Profesores y alumnos de Japón, Alemania y España!
Antes de preguntarse que para qué sirve tan impactante encuentro, es decir a dónde lleva eso, cómo se pueden aplicar las conclusiones, si se alcanzan, o las lecciones, si se dan, si sirve para Valencia, hay que preguntarse quién paga y cuánto cuesta el evento. Ya sé que el intercambio cultural enriquece, si, pero ¿a quién?
El discurso urbanístico, ya se sabe, es muy sufrido. Que se lo pregunten a Alejandro Escribano. Es sufrido y florido. De modo que lo que puede estar pasando en los barrios de Ottensen en Hamburgo y en Mukojima, de Tokio, puede llegar a resultar hasta interesantísimo... y más en labios de urbanistas y arquitectos... ¿Pero quién lo paga y por qué?
No digamos si, además, hay visita guiada a las calles de San Pedro y adyacentes. Entonces te puedes encontrar con reacciones como la de la estupenda directora general de Arquitectura, del ministerio correspondiente, Anunciación Romero, que llegó a proclamar en un comentario de alto nivel técnico tras una visita ¡a pie! que había visto que el barrio tenía deficiencias y, en su lógico afán de arrearle a Rita Barberá, mostró sus dotes de observación al advertir que el ayuntamiento debería limpiar las calles porque es competencia suya el mantenimiento y recogida de basura.
Entonces, si el acontecimiento incluye gira, podemos aprender muchísimo más... como que está muy degradado y hay muchos solares y pancartas a favor y en contra. Pero para eso no hace falta tanto congreso.
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