VALENCIA. Viviendas Jardín continúa desprendiéndose de parte de sus activos inmobiliarios para cumplir con los compromisos adquiridos en el acuerdo de refinanciación de su deuda con bancos y cajas de ahorros. La promotora ha cedido su sede en Valencia a dos de sus acreedores: Caixa Nova e Ibercaja. Cada una de las entidades financieras se ha quedado con una de las dos plantas que Viviendas Jardín tenía en el número 60 de la calle Colón de Valencia, según explican fuentes de la entidad.
Como parte del acuerdo con Caixa Nova, Viviendas Jardín mantiene el uso de las oficinas ubicadas en la quinta planta del edificio, en régimen de alquiler. Recurre así a la fórmula del sale and lease back (venta de la propiedad cuyo uso se mantiene con el pago de un arrendamiento), que está siendo crecientemente utilizada por compañías de diferentes sectores para lograr liquidez (entre ellas, grandes grupos financieros, como BBVA, La Caixa y Banco Popular; constructoras, como Lubasa, o firmas de alimentación, como Panrico).
El acuerdo de arrendamiento tiene vigencia hasta finales de 2010. En ese momento, Viviendas Jardín estudiará la conveniencia de prorrogarlo o de trasladar su sede administrativa a sus oficinas de Ribarroja (Valencia).
Fuentes de la compañía explican que en los últimos meses se han cedido otros activos (sobre todo, suelos y viviendas ya construidas) a parte de las 37 entidades financieras que integran su grupo de acreedores.
ACUERDO CON ACREEDORES
Los acreedores financieros de Viviendas Jardín confiaron en el futuro de la compañía, que consiguió un pacto que aplaza los vencimientos hasta 2011. El nivel de endeudamiento al cierre del ejercicio 2008 rondaba los 500 millones de euros (según los datos entregados al Registro Mercantil).
Viviendas Jardín tuvo un fuerte crecimiento al calor del boom inmobiliario. A mediados de la pasada década, tenía en marcha (en diferentes fases de desarrollo) proyectos que contemplaban la construcción de unas 14.000 viviendas. En 2008 (últimos datos públicos), su facturación alcanzó los 207 millones de euros, casi el doble que en el ejercicio precedente.
El impacto de la crisis ha llevado a la promotora a reajustar su actividad y su estructura, con reducciones de plantilla y cierre de oficinas comerciales.
La compañía tiene actualmente once promociones en comercialización, en la Comunidad Valenciana, y sólo una en construcción, en Burgos –con 45 viviendas-. Fuentes de la compañía apuntan que el resto de los proyectos se retomará una vez que la situación económica mejore.
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