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expectación en el sector financiero

Banco de Valencia y los cuatro retos de Aurelio Izquierdo

JOAQUIM CLEMENTE. 08/10/2011 El consejo de administración de la entidad ha nombrado a Aurelio Izquierdo nuevo consejero delegado en sustitución de Domingo Parra. Izquierdo, rotos oficialmente sus vínculos con Bankia y Bancaja, llega con la difícil misión de reestructurar el histórico banco

VALENCIA. Ya no había más tiempo que perder, y el consejo de administración de Banco de Valencia decidió poner fin al culebrón en el que estaba a punto de convertirse el relevo en su cúpula directiva. La salida de Domingo Parra, oficialmente por motivos de salud, era el secreto peor guardado de la 'city' valenciana. El regreso a Valencia, tras el paso fugaz de Aurelio Izquierdo por Bankia como director general de Negocio, también. Blanco y en botella. ¿Qué sentido tenia esperar al consejo ordinario del próximo 28 de octubre, para propiciar el relevo?

Si bien de todo este episodio de idas y venidas, nombramientos y ceses tanto en Banco Financiero y de Ahorros (BFA/Bankia), y de rebote en Bancaja, tiene múltiples lecturas -desde lo que representa la marcha de Izquierdo, oficialmente a petición personal en la relación Caja Madrid-Bancaja en el banco común, hasta las razones reales de la salida, también formalmente solicitada por Parra, marcado en los últimos meses por la caída de beneficios y de la acción en Bolsa.

Sin embargo, la decisión de consejo no se debe entender como un mero cambio de nombres, sino como un encargo directo de la entidad al hasta este viernes director general de Bancaja y del área de negocio de BFA. Porque Aurelio Izquierdo tiene una misión: darle la vuelta a la entidad y recuperar su valor.

En concreto, Izquierdo, quien contará con equipo propio para emprender su tarea como consejero delegado (ayer ya ocupó el despacho de Domingo Parra), tiene tres retos complicados, pero esenciales para el futuro de la histórica entidad.

1. SANEAMIENTO Y RECAPITALIZACIÓN. Atrapada, como tantas otras entidades financieras, en el sector del ladrillo, lo primero que deberá afrontar el nuevo directivo al mando será un saneamiento del Banco de Valencia. Las depreciaciones de los activos en cartera, el aumento de los préstamos impagados han hecho mella en su balance y en su cuenta de resultados.

Este problema se afrontará dotando los fallidos, echando mano de las provisiones. Se estima que este capítulo necesitará de al menos 400 millones de euros.

Si a esto se une la caída de los beneficios (los resultados del primer semestre se esperan con interés), que reduce los fondos disponibles para estas partidas, el banco se va a encontrar con un problema en sus ratios de solvencia. Para mejorarlos, Banco de Valencia buscará ingresar dinero por tres vías: la venta de activos inmobiliarios -especialmente oficias que seguirá ocupando en alquiler- y la de su cartera de participaciones empresariales, en la que tiene unas plusvalías latentes de 86 millones de euros, aunque no todas no se pueden hacer líquidas fácilmente. Izquierdo es, precisamente, un experto en este campo.

El tercero es más complejo y el que puede provocar más tensiones. Banco de Valencia, a instancias de su accionsista de referencia, BFA, estudia plantear una ampliación de capital, de momento sin cuantificar, pero que habrá de ser suficiente para alcanzar un TIER1 del 9%, frente al 7,4% actual.

El Banco de España ha autorizado al Valencia a no cumplir los ratios que se exigen a todo el sistema financiero al estar incluido dentro del grupo BFA. Sin embargo, se pretende borrar cualquier sospecha al respecto.

Distintas fuentes estiman en 2.000 millones las necesidades de capital del banco para ello. Una ampliación de capital por una cifra similar, a la que Bankia/BFA se da por supuesto acudirá en el 39% del capital que controla, podría, sin embargo, afectar a los minoritarios, que podrían tener más dificultades. Esta posibilidad podría arrojar un nuevo escenario accionarial, más si, para completar la ampliación se diese entrada a nuevos socios.

2. REUBICACIÓN DEL BANCO EN EL SENO DE BFA/BANKIA. En estos meses de concentración del negocio de grupo Bancaja en BFA, como han hecho el resto de entidades, Banco de Valencia se ha quedado en el limbo. Se le excluyó de Bankia, el nuevo banco cotizado, lo que desató no pocas especulaciones sobre su posible venta, desmentidas reiteradamente por José Luis Olivas, presidente de la entidad y vicepresidente de BFA/Bankia.

Lo cierto es que, una vez saneado y garantizada su solvencia, Banco de Valencia deberá contar con vía libre para desarrollar su negocio, para lo que será necesario que de despeje cualquier duda -sea en el sentido que sea- del papel que desempeña en el grupo que preside Rodrigo Rato.

En este punto, las negociaciones que se puedan mantener entre los accionistas valencianos y los madrileños de Bankia serán claves.

3. REFERENCIA FINANCIERA VALENCIANA. Si se superan con éxito los dos primeros retos  -solvencia y estabilidad accionarial- el tercero será el de recuperar el pulso del negocio. Izquierdo podrá retomar, en este caso su objetivo manifestado ayer tras el nombramiento: "Iniciar una nueva etapa, marcada por la vocación de apoyo al tejido empresarial".

Domingo Parra en una junta de accionistasMás allá de la protocolaria declaraciones de intenciones, Izquierdo apunta a un aspecto sobre el que se han manifestado en los últimos meses los empresarios valencianos, que han reivindicado protagonismo del Banco de Valencia para reconstruir un sistema financiero valenciano propio, tras la desaparición de las dos grandes cajas de ahorros de referencia en la Comunitat Valenciana. El problema es que la entidad que ocupa el imponente edificio que hace chaflán entre Pintor Sorolla y Juan de Austria carece de músculo financiero suficiente cubrir el inmenso hueco dejado por Bancaja y CAM.

Hay un cuarto reto, pero para poder lograrlo, Banco de Valencia debe recuperar la confianza de los inversores. Salir de los mínimos que ha tocado la entidad en bolsa para que, al menos, los dos primeros se cumplan. Y el trabajo que tiene Izquierdo es ingente. De momento el mercado le ha dado la bienvenida con una subida de su cotización del 12% en la jornada en que fue nombrado. Pero tanto los accionistas como la cúpula directiva saben que solo un cambio de nombres, por ilusionante que sea, no será suficiente si no se da un giro al negocio. Y ese es el desafío del nuevo hombre fuerte del banco.

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3 comentarios

berni escribió
20/10/2011 21:58

el banco hoy en dia no tine razon de ser por si mismo. al no ser que se quede solo en valencia

pepe escribió
20/10/2011 21:56

como conocedor del banco solo puedo decir que se de prisa, el banco va a entrar en perdidas por culpa de sus dirigentes

el palleter escribió
08/10/2011 10:59

Como accionista del B Valencia no dudo de que Aurelio Izquierdo desarrollará su labor tan bien como lo ha hecho en Bancaja

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