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VALENCIA. Que la crisis va por barrios es un hecho poco discutible. Es evidente que no afecta a todos por igual y que comparar situaciones personales o profesionales de trabajadores de base de cualquier empresa con la de los cargos directivos de las mismas puede resultar, cuanto menos, poco oportuno especialmente para aquellas familias que viven el drama del paro agravado con la falta de perspectivas laborales cuanto menos dignas para el futuro.

Pero lo cierto es que, al tiempo que las empresas han ido reduciendo sus plantillas, también han ido prescindiendo de parte de sus ejecutivos, lo que ha provocado que el mercado laboral tanto de la alta dirección como de los cargos intermedios asista a su particular calvario.

"Las empresas españolas han optado por ganar productividad por la vía de la destrucción de empleo, lo que ha afectado también a los cuadros directivos tanto por el cierre de líneas de actividad como por la reducción de costes laborales que se están aplicando", explica Juan López-Trigo, socio de la multinacional de selección de altos ejecutivos Boyden y, posiblemente, el headhunter más influyente de Valencia.

López-Trigo lleva casi 25 años buscando a los mejores ejecutivos para los puestos de mayor responsabilidad en grandes empresas. "Lo que está ocurriendo ahora es nuevo y preocupante. La oferta de profesionales cualificados en busca de un puesto directivo ha aumentado drásticamente mientras que la demanda prácticamente no existe", describe.

Desde la construcción, el primer sector que pinchó su burbuja, hasta las entidades financieras, que están reestructurando en estos momentos sus equipos por la concentración de las cajas de ahorros, los despidos generalizados han inundado el mercado de la demanda de empleo en la alta dirección. "Se están produciendo casos que, dado el perfil de nuestra compañía, no eran habituales, como recibir currículos no solicitados", explica López-Trigo.

PROCESOS DE SELECCIÓN QUE SE ETERNIZAN

"En todo caso, sí que hay empresas buscando a profesionales para poner en marcha nuevas vías de negocio. El problema, cuando se trata de contratar a un director general o un consejero delegado, puestos en los que se concentra la actividad de la consultora, es que la toma de decisiones se retrasa muchísimo. El proceso de contratación se alarga por la incertidumbre que está instalada en las empresas", lamenta López-Trigo.

Y es que cada las contrataciones de ejecutivos en este momento tan delicado están directamente vinculadas a la puesta en marcha de nuevas vías de negocio, apuestas que las empresas se piensan mucho. Y si bien en los puestos de mayor responsabilidad no se detecta una caída de los suelos ofertados, según afirma el consultor, sí han desaparecido condiciones como los blindajes. "A no ser que sea un fichaje estrella, el tema ni aparece en las negociaciones", afirma López-Trigo.

La situación es distinta a medida que los puestos que se quieren cubrir se alejan de la parte más alta de los organigramas, donde si bien hay mayor demanda, también son muchísimos más los candidatos. "Los que buscan trabajo están dispuestos a cualquier sacrificio, desde el salarial al profesional", describe el consultor de Boyden.

Antonio Climent, socio fundador de Search & Coach, consultora valenciana dedicada también a la selección de altos directivos, coincide en el diagnóstico. La crisis ha introducido elementos nuevos. El más evidente está vinculado a los suelos. "Se están dando casos en los que la remuneración que se ofrece es hasta un 30% o un 40% inferior a la que tenía el antecesor en el cargo que ahora se quiere cubrir", reconoce Climent.

"La alta oferta de talento que hay en estos momentos en el mercado con tan escasa demanda permite a las empresas reducir los costes salariales también en la cúpula directiva, y lo están aprovechando", explica Climent, quien antes de montar la consultoría dirigió durante 20 años los departamentos de recursos humanos de multinacionales como Chiquita Brands, Adidas y PepsiCo en distintos destinos en el mundo.

FUTURO PARA QUIEN ACEPTE IRSE AL EXTRANJERO

Pero este no es el cambio más significativo que ha introducido el nuevo escenario, asegura Climent. "La falta de expectativas en España ha roto con la tradicional resistencia de los directivos españoles, y valencianos en particular, a aceptar un destino en el extranjero", relata el consultor a ValenciaPlaza.com.

La crisis del mercado interior está llevando a las empresas que quieren crecer a plantearse retos en el exterior para los que necesitan a 'expatriados'. "Es, en estos momentos, la principal oportunidad para los ejecutivos que incluyen sin condiciones la movilidad en sus currículos. Es que si no, no tienen trabajo..." señala Climent.

La internacionalización de los negocios de empresas de sectores estancados en España precisa, según el fundador de Search&Coach, de directivos con un perfil emprendedor. "Lo que se busca es a un ejecutivo capaz de desarrollar el negocio en todas las vertientes en mercados nuevos, ya sea Abu Dabhi, Nigeria o China. Hay empresas que quieren ir a esos destinos", asegura Climent.

Las alternativas domésticas son reducidas en este momento. Hay una en la que coinciden tanto Climent como López-Trigo, en especial para directivos con experiencia: el interim management. Se trata de entrar en la gestión de una empresa de forma temporal, ya sea para desarrollar proyectos concretos o por la llegada de un inversor que aporta también capacidad de gestión.

"En la Comunitat Valenciana hay oportunidades a través de fondos como Valcapital, Zriser o Atitlán, que compran compañías y colocan a sus gestores profesionales al frente del negocio", apunta Climent. "Es un modelo que en países como Alemania o Gran Bretaña están asentados y creciendo", añade López-Trigo. En este terreno tienen oportunidades tanto directivos con larga experiencia como los jóvenes más dispuestos a innovar.

GESTIÓN ESPECIALIZADA Y PARA PROYECTOS CONCRETOS

La especialización y la temporalidad programada en el puesto son dos claves que también se han incorporado a la demanda. Laura Castellar, consultora-fundadora de la también valenciana Quality Search, apunta en ese sentido. "Las empresas buscan al mejor perfil tanto para proyectos concretos como para la coyuntura económica actual y lo que esta supone", explica Castellar.

Los requisitos que se exigen a los candidatos a los tres puestos clave del segundo escalón del organigrama directivo, los directores de recursos humanos, financiero y comercial, han mutado con la crisis. "Si durante los años de bonanza los responsables de recursos humanos se centraban en el desarrollo de la organización, ahora lo que se busca es a especialistas en afrontar reestructuraciones de las plantillas, es decir, en hacer un ERE. Al financiero, más que la contabilidad interna, se le exige capacidad de negociación con los bancos para refinanciar la deuda o conseguir financiación, al comercial la búsqueda de nuevos clientes y oportunidades más que mantener lo que ya existe", especifica Castellar.

Un nuevo escenario en el que, como explica el director de la oficina de la multinacional Michael Page en Valencia, Albert Pérez, se están dando situaciones tan chocantes como tener como candidato a un puesto a la persona que antes era la encargada de contratar a los directivos.

Pérez, que, como el resto de los especialistas consultados por ValenciaPlaza.com reconoce la sobreoferta de directivos para la escasa demanda, añade la complejidad de los procesos de selección en el momento actual. "Los plazos se han alargado mucho, llegando a los nueve meses, cuando antes en tres se cerraban", explica el consultor, que asegura que hay algunos movimientos interesantes en la Comunitat Valenciana en sectores como el automóvil o el transporte.

En todo caso, y como conclusión de consenso, lo cierto es que el futuro para los profesionales mejor formados de la historia de España y, en el caso concreto de la industria valenciana, los llamados a tomar el relevo de los empresarios que crearon negocios en sectores tradicionales que gestionaron casi intuitivamente, tendrán que buscar su oportunidad o en el extranjero o con nuevos modelos. "Porque lo que se ha dejado atrás en esta crisis no va a volver", advierte López-Trigo.