ROMA. Este viernes, mientras el consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, anunciaba en Roma los planes de la compañía para la próxima temporada, desde el aeropuerto de Madrid-Barajas despegaban 110 vuelos operados por la aerolínea valenciana. Desde el aeropuerto de Valencia en Manises, donde tiene su base central con los hangares en los que se pasa revisión de las más de 50 aeronaves que prestan servicio, salieron poco más de una veintena.
Ese es el escenario actual, que ya muestra una realidad: la aerolínea valenciana hace mucho que no tiene su negocio en Valencia. Y en el futuro, esa concentración de la actividad en el mayor aeropuerto de España será mayor, según explicó Bertomeu.
Son malos tiempos para el romanticismo. Air Nostrum, que como franquiciada de Iberia para los vuelos regionales, ya tuvo que apretarse el cinturón hace un par de años, cuando por primera vez tuvo pérdidas. Reorganizó su estructura, despidió a 500 empleados, se deshizo de parte de su flota y cambió aviones pequeños por otros mayores para rentabilizar más cada vuelo... Y volvió a beneficios el año pasado. Pero todo eso no es suficiente para superar la "megatormenta perfecta" que viene, en palabras del directivo.
"La crisis del mercado nacional, la subida del precio del combustible, la depreciación del euro respecto al dólar [moneda con la que se pagan buena parte de los gastos en el sector], la irrupción de los trenes de alta velocidad [el AVE], a competencia de las low cost...". La retahíla de retos inminentes que describió Bertomeu, que ya están afectando a la cuenta de resultados de la compañía, le ha obligado a tomar nuevas decisiones que pasan por concentrarse en aquellas operaciones más rentables y abandonar, por tanto, las que o no lo son o van camino de no serlo.
Air Nostrum reducirá drásticamente, de hecho ya lo está haciendo, su actividad desde aeropuertos medianos, con especial impacto en Manises y también en L'Altet de Alicante.
"Vamos a concentrar nuestra operación en Madrid y a eliminar rutas transversales [las que unen ciudades intermedias sin pasar por el hub] y a reducir las frecuencias de las que mantendremos, así como aumentar la operación con destinos europeos, donde el mercado va mejor que en España", explicó Bertomeu.
En lo que va de año, Air Nostrum ha reducido un 28% los vuelos desde Manises, lo que ha supuesto una caída del 11% del número de pasajeros, y un 14% en las frecuencias desde L'Altet-Alicante, lo que supone una caída del 3% en el número de viajeros. Esta tendencia se va a mantener en los próximos meses.
Entre los vuelos que desaparecerán este otoño están los que unen Valencia con Barcelona y Santiago, y los que enlazan Alicante con Sevilla y Gran Canarias. Además se reducirán las frecuencias de las rutas que se mantienen. Otras rutas transversales que desaparecen sonla Bilbao-A Coruña y Albacete-Barcelona Frente a estas cancelaciones, Air Nostrum aumentará su operación de forma notable desde Madrid, con rutas que complementan a Iberia.
Con destino a Europa se añaden Atenas y Zúrich, y dentro de España, Fuerteventura, Jerez, Lanzarote, Málaga, Mallorca y Alicante. La compañía también aumentará su actividad internacional, que por primera vez, superará al negocio doméstico. Al margen de los vuelos con destino y origen en Glasgow y Manchester con código compartido con British Airways, la aerolína de la familia Serratosa incrementará sus frecuencias con aeropuertos extranjeros, como Dublín, Rabat o Tánger.
Con el descenso de la operación desde Manises, Bertomeu reconoció que son razonables las dudas que pueda despertar la continuidad en Valencia de la base de mantenimiento de la aerolínea, por donde tiene que pasar todos los aviones regularmente. "En todo caso, no hay planteado ningún debate interno sobre este asunto", aseguró el consejero delegado.
Bertomeu reconoció igualmente que en Manises se han adoptado todas las medidas que la aerolínea ha ido proponiendo para mantener su actividad, especialmente la puesta en marcha de la terminal de aviación regional, prácticamente dedicada a Air Nostrum en exclusiva. Pero no hay suficientes pasajeros.
"De los viajeros que aportamos a los largos trayectos de Iberia nos queda un margen muy pequeño y no hay negocio suficiente en los trayectos con ciudades intermedias", describió. Además, la rentabilidad de los vuelos desde los aeropuertos valencianos también se ha resentido por la pérdida del contrato de publicidad que mantenía durante años con la Generalitat Valenciana y que se llevó Ryanair en el último concurso.
Así, el futuro y viabilidad de Air Nostrum pasa por buscar las líneas de negocio rentables sin echar la vista atrás y pensar en que Manises fue el punto de apoyo sobre el que despegó una empresa que 'inventó' la aviación regional en España. "Tomaremos todas las necesarias para adecuarnos a la megatormenta perfecta", insistió Bertomeu.
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