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VALENCIA. El barón provincial del PP, Carlos Fabra, continúa con su estrategia de no ceder un ápice de terreno en su feudo pese al natural declive que las propias jerarquías del partido le señalan. Su táctica, definida por sectores del partido como "de máximos", va encaminada a lograr la pervivencia de su legado político.

El histórico líder lo tiene claro: salir al paso de cualquier asunto que afecte a la provincia y poner firme a quien haga falta. No es algo nuevo. Carlos Fabra era de los que no se mordía la lengua en tiempos de Francisco Camps a la hora de exigir inversiones para sus proyectos o, incluso, para reclamarle mayor presencia de la provincia en el Consell, como ya hiciera en el último gobierno formado por el expresidente en julio. Sin ir más lejos, recientemente llamó al orden a la portavoz del Consell, Lola Johnson, respecto a las fechas de apertura del aeropuerto de Castellón.

Esta misma semana remarcó que las listas de Castellón al Congreso se hacían en la provincia. De esta manera, Fabra atajaba la intención del presidente de Les Corts, Juan Cotino, de situar a uno de sus afines, el diputado autonómico José Marí en la candidatura al Congreso. El barón provincial no parece dispuesto a ceder uno de los tres lugares que tendrá a priori el PP al parlamentario del sector democristiano.

También estos días, Carlos Fabra ha sacado pecho con su reelección al frente de Aerocas, la empresa que gestiona el Aeropuerto de Castellón. Esto le permitirá disponer, aunque no de excesivo margen de maniobra, sí de visibilidad suficiente para ocupar su espacio en los medios.

La intención de Fabra, con estos movimientos, es mantener cierta presencia que le permita tener capacidad de decisión para promocionar a sus personas de confianza.  Una de ellas, lógicamente, será su hija Andrea Fabra, a la que ya logró impulsar en el Senado primero y después en el Congreso. Ahora, tiene muchos puntos para repetir en la cámara baja incluso encabezando la lista. Parece claro que en el viaje a Madrid le acompañará el exconseller de Sanidad, Manuel Cervera.

La tenacidad del líder provincial se ha redoblado en los últimes meses. Así, ha pasado de haberse autodescartado para continuar al frente del partido, a jugar al despiste en más de una ocasión sobre su posible continuidad como máximo responsable del PP castellonense.

Los devaneos de Fabra en público sobre su futuro han sido de tal calibre que el portavoz parlamentario del grupo popular, Rafael Blasco, ya lanzó un aviso semanas atrás al líder provincial a tenor unas declaraciones en las que no descartaba continuar al frente del partido. El síndico del PP en Les Corts subrayó que la reelección de su cargo se debatiría "en el conjunto del PP".

El probable relevo de Carlos Fabra en el partido será el ahora presidente de la Diputación, Javier Moliner, quien tiene el respaldo del jefe del Consell y líder del PPCV, Alberto Fabra. De hecho, la dirección nacional del PP ha transmitido al responsable de los ‘populares' valencianos su deseo de que se produzca el relevo en Castellón.

Desde el entorno de Moliner, creen que Fabra no optará a repetir en el cargo realmente y que mantiene una postura de fuerza para conseguir el mayor número de ventajas posible para sus afines. Así, en el próximo congreso provincial que se celebrará en 2012, la pareja formada por Alberto Fabra y Javier Moliner planea cerrar la salida de Carlos Fabra de forma consensuada. Mientras, y ante la cercanía del 20-N, todo apunta a que se harán las concesiones necesarias para que no se produzcan tensiones ni batallas internas.