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VALENCIA. El colapso económico de la Generalitat Valenciana ha alcanzado ya a los pagos a la Seguridad Social. El conseller de Hacienda, José Manuel Vela, reconoció este viernes que han pedido al organismo el aplazamiento del pago de las cotizaciones de su personal laboral -unos 5.000 trabajadores contratados no funcionarios- para poder destinar ese dinero a amortizar un préstamo de 125 millones de euros que vencía precisamente ayer.

La medida, adelantada por el diario El Mundo, fue confirmada tanto por Vela como por la consellera portavoz, Lola Johnson. Ambos aseguraron que se trata de una media temporal "por unos días", dijo Vela. Johnson aseguró incluso que "no se trata de una medida excepcional ni que no se haya tomado en otras ocasiones". Sin embargo, Vela matizó "Este aplazamiento es una decisión coyuntural" que se ha adoptado este mes por primera vez para "poder hacer frente" a compromisos de la Generalitat como atender las operaciones financieras "que lamentablemente no se renuevan"

Este es un avance cualitativo en el largo listado de impagos que acumula la Generalitat del que hasta ahora se habían salvado únicamente los capítulos de personal -nóminas, incluidos los gastos sociales- y del servicio de la deuda.

Hasta ahora la Generalitat había conseguido salvar los vencimientos y pago de intereses de su elevado apalancamiento echando mano del dinero que estaba destinado a gasto corriente, de ahí los impagos a los proveedores, que el año pasado supusieron dejar de atender facturas a proveedores por 2.000 millones de euros, según la liquidación del presupuesto de 2010.

Sin embargo, al agravarse la crisis de la deuda soberana, las entidades financieras han dejado de refinanciar los préstamos y líneas de liquidez, rompiendo así el círculo que mantenía en marcha a la Generalitat. El propio Vela ha reconocido que hasta antes del verano, la deuda se renovaba automáticamente.

"En julio vencían casi 400 millones y se renovaron 380 millones, me fui de vacaciones muy contento. Pero en agosto vencían 420 millones y se renovaron 18 millones, imposible cumplir ningún plan de pagos. Y este mes, la cosa va mal", dijo Vela hace unos 15 días. La demostración de esa imposibilidad de mantener girando la rueda de la deuda.

No atender el vencimiento de un préstamo o al pago de intereses es algo que la Generalitat no se puede permitir, ya que provocaría el colapso de la totalidad de su deuda, que supera los 20.000 millones de euros, un 19,9% del PIB.

Ante la falta de ingresos suficientes para poder atender todas las obligaciones de pago, el Consell ha ido priorizando. Así, ha dejado de pagar progresivamente a los proveedores, las certificaciones de obras, transferencias, subvenciones... Ahora le toca el turno al capítulo de personal, de momento, con las cuotas a la seguridad social de parte de los 170.000 empleados públicos cuya nómina se paga de la caja de la Generalitat. La toma de decisiones de calado para parar esta dinámica se antoja cada vez más urgente pese frente a la parálisis que parece instalada en el Consell.