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VALENCIA (VP). Internet no precisa de carta de presentación. Este medio ofrece infinidad de posibilidades en tan diferentes ambientes y sectores que para la búsqueda de empleo es una herramienta esencial en el mercado laboral actual. Conecta personas, recoge ofertas laborales, es un medio de trabajo y genera nuevas profesiones.

Los portales de empleo gestionan miles de ofertas, pero en el último par de años están viéndose relevados por las redes profesionales 2.0 como LinkedIn o Xing. Algo lógico, si se tiene en cuenta que España es el segundo país de la Unión Europea por penetración de estas comunidades: casi tres de cada cuatro internautas son usuarios de redes sociales. Redes generalistas como Facebook cuentan con más de 600 millones de usuarios, y tiene más de 70 millones de usuarios en todo el mundo.

"Los usuarios cada vez hacen más uso de las redes sociales no solo para encontrar trabajo sino también para demostrar sus habilidades en la red. Son muchos profesionales que hoy en día deciden tener un blog y posicionarse a través de sus redes como 'experto en' creando a través de sus comentarios y de su huella digital un currículum online vivo en el que el empresario que lo contrate puede saber si realmente conoce del tema o no", explica María Martínez Lorman, responsable de relaciones institucionales de Aerco (la Asociación española de Responsables de Comunidad).

Estas comunidades permiten llegar al candidato pasivo, aquél que no busca activamente un empleo, pero potencialmente interesado en mejorar su posición profesional. Abrirse un perfil en una de estas redes, contactar con los empresarios y profesionales con quienes se aspira a trabajar o interesa mantenerse relacionado, debe ser un paso básico para iniciar el 'networking' virtual. Para ofrecer el mejor perfil posible hacia los posibles contratantes el solicitante debe mostrarse como una persona constante, perseverante y proactiva.

CURRÍCULUMS 2.0

Muchas empresas catalogan los puestos y empleados como señor o junior. En este último caso, los aspirantes deben probar probar Jobandtalent.com, una red dedicada a los recién titulados. En ella no es extraño encontrar ofertas de grandes grupos como Deloitte, Repsol, BBVA o Pfizer. Cuando el profesional reúne una mayor cualificación, redes como CVExplorer, exclusiva para directivos y cazatalentos, pueden ser de mayor utilidad.

La actividad en redes generalistas también puede ser tan o más efectiva que las profesionales. "Cada vez son más las empresas de gestión de talento que utilizan, ya no redes profesionales como LinkedIn o Xing, sino otras como Twitter para la captación de recursos, sobre todo dentro del mundo tecnológico. Qué mejor que contratar a alguien que te tenga que llevar las redes sociales de tu empresa a través de Twitter", asegura la especialista en comunicación digital.

Además del contacto directo y el flujo constante de información multidireccional, los usuarios publican miles de ofertas cada día. Por ello mismo se creó una herramienta sencilla de búsqueda e inserción de ofertas, TwitterJobSearch. Otras páginas como Easy-CV permiten crear un currículum online más completo, o Whohub construye el documento a partir de entrevistas personales que el mismo usuario publica, y difundirlo en las redes.

Y mientras las redes sociales desplazan poco a poco a los portales tradicionales, algunas páginas, como Jobsket, combinan lo mejor de ambas herramientas. La aplicación calcula el valor del currículum publicado sobre parámetros como la experiencia en distintas empresas y competencias profesionales. A la vez, los candidatos pueden interactuar entre ellos tejiendo su propia red de contactos y compartir el currículum en otras comunidades digitales. "Todas las redes sociales son útiles si las adaptas a tus objetivos, sean verticales u horizontales. En Twitter ganas reputación, en Facebook "vendes" y en Linkedin y Xing trabajas. Desarrolla tu marca profesional, encuentra clientes, socios y colaboradores y emprende" recomienda Alfonso Alcántara, consultor en coaching, empleo 2.0 y recursos humanos.

Y un clásico de la web, quizá con menor interactuación, pero con mayor poder de diferenciación y consolidación de imagen: los blogs. Tanto para un profesional en activo, como desempleado, un bitácora profesional ayudará a demostrar sus conocimientos, configurarse una identidad y marca digital reconocible y difundirla en las redes sociales. La herramienta seleccionada será indistinta, aunque espacios como Wordpress y Blogger son los que acumulan mayor reputación en la actualidad. Eso sí, Alcántara recuerda que las redes no lo solucionan todo por sí mismas: "Pensar que se encontrará empleo por el mero hecho de abrir una cuenta en Twitter o en Linkedin, es como pensar que uno va a 'ligar' por el mero hecho de salir. Las redes sociales hacen tu perfil profesional más visible, pero no más interesante".

NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE

La presencia virtual no puede descuidarse nunca, y las precauciones que deben tomarse son similares a las que se consideran fuera del teclado. Los portales de empleo, en su mayoría, carecen de transparencia, lo que hace complicado verificar si la oferta anunciada es verdadera. No es extraño encontrar ofertas de empresas cuyo nombre se oculta, o cuya misma existencia resulta complicada de verificar. No hay que olvidar que los portales acumulan infinidad de datos personales de los usuarios confiados, y no todos los recopilan con buen fin. Al fin y al cabo, la promesa de miles de ofertas semanales atrae, especialmente en estos tiempos, a infinidad de navegantes.

Así, conviene recordar unas mínimas medidas de seguridad para evitar ser estafado durante la búsqueda. La primera de ellas, es verificar la autenticidad de la empresa anunciante. A menudo una simple búsqueda en Google no es suficiente. Portales como Axesor o Informa facilitan información de todas las empresas registradas en España.

Aunque resulte evidente, nunca hay que pagar para conseguir un trabajo. En el mundo real, el trabajador realiza un trabajo y cobra por ello, no al revés. Algunos portales cobran tarifas ‘premium' mediante SMS para posicionar su currículum en un lugar más visible. Esta práctica tiene un doble filo. Por una parte despierta la sospecha de que si no se paga por solicitar inscribirse en una oferta, su solicitud no llega a la empresa, con lo que el usuario ha facilitado al portal una cantidad de información personal de forma inútil. Por otro lado, el usuario no tiene una forma efectiva y contrastable de comprobar que su currículum ha sido enviado a la empresa con algún tipo de distinción.

Otra obviedad, que pese a ello, sigue sumando víctimas phising cada día, es desconfiar de los emails de spam que ofrecen trabajo con condiciones asombrosas. Ninguna empresa busca así a sus profesionales. El hecho de que una oferta salga publicada en un periódico de papel tampoco le confiere mayor credibilidad.