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VALENCIA (VP). La compleja situación por la que atraviesan actualmente los mercados financieros aconsejan ir con pies de plomo y no dejarse llevar por las situaciones de pánico que se repiten prácticamente día tras día. Las noticias no acompañan, los datos macroeconómicos ofrecen pocas lecturas positivas, los informes no son nada halagüeños y lo peor de todo es que el futuro próximo se antoja ciertamente complicado. ¿Cómo moverse entonces por unas bolsas en un estado de volatilidad extrema como el actual? Ahí van las claves ofrecidas por analistas consultados por este digital.

Abstraerse de los mensajes apocalípticos, evitar los 'chollos'', no confundir valor y precio, evitar la operativa cortoplacista, consultar el estado de las empresas a invertir, entrar en compañías con buenos fundamentales, no dejar de lado el aspecto gráfico, protegerse con 'stop loss', cubrirse con derivados y diversificar forman parte del decálogo recomendado para evitar males mayores a la hora de operar en el mercado de renta variable.

1. CUIDADO CON LOS AGOREROS. No caer en la trampa de los comentarios apocalípticos de los agoreros de turno, dado que muchos de ellos tienen grandes intereses en tumbar todavía más a los valores por aquello de haberse puesto previamente cortos. No hay que olvidar que a mayor caída, mayor ganancia para los bajistas y todo lo contrario para los que se hayan puesto largos (compradores) o alcistas. Está claro que la coyuntura no es buena, pero tampoco se trata de vender por vender a cualquier precio.

2. DESCONFÍE DE LOS 'CHOLLOS'. Igual que no es recomendable dejarse llevar por los mensajes agoreros, tampoco lo es por los rumores de 'chollos a la vista', puesto que lo que a priori apunta hacia una gran oportunidad de negocio acaba siendo un fiasco en toda regla. Muchos son los ejemplos que se han sucedido en el parqué en los últimos años y, alguno de ellos, precisamente con domicilio fiscal en Valencia.

3. NO CONFUNDA VALOR Y PRECIO. Ya lo decia Antonio Machado "es de necios confundir valor y precio". Y así sucede también en bolsa. El duro castigo que han sufrido la práctica totalidad de las cotizadas españolas ha llevado a muchas de ellas a tocar mínimos no vistos en los últimos años. Incluso más del 10% de las que nutren el Mercado Continuo ya cotizan a menos de un euro, lo que se conoce en el argot como 'penny stocks'.  De hecho hay muchas cuyo valor real (capital social, neto contable, patrimonio y dividendos), es inferior al de su capitalización bursátil; pero también sucede lo contrario en otras muchas. Warren Buffet, el 'oráculo de Omaha' y uno de los gurús más respetados de la comunidad internacional, decía que "precio es lo que pagas y valor es lo que recibes".

4. EL TRADING, PARA LOS PROFESIONALES. Pero pese al fuerte correctivo que viene padeciendo el parqué español, hay que tener en cuenta que empíricamente la bolsa ha presentado a largo plazo unas rentabilidades por encima de la media de cualquier otro activo de inversión: bonos, depósitos, divisas... Por tanto, hay que desconfiar de la operativa 'cortoplacista' y mucho más para aquellos bolsistas bisoños. La bolsa no es un juego. Así, por ejemplo, operar a más de un año vista en valores con altas rentabilidades por dividendo, otro de los ratios del análisis fundamental, ofrece la posibilidad de percibir una remuneración periódical, al margen de la plusvalía o minusvalía generada a la hora de deshacer la operación.

5. CONSULTE EL ESTADO DE LAS EMPRESAS. Invertir en compañías cuya buena parte del negocio está fuera de España -e incluso de Europa- es otra opción, al igual que hacerlo en empresas sólidas, que no estén endeudadas y con una visibilidad en los resultados, es decir, factores que se tienen en cuenta en el análisis fundamental. Para saber el estado de las compañías basta echar un vistazo a los estados financieros de las cotizadas en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Y, de paso, aprovechar para visitar los consejos para invertir que el organismo supervisor ofrece para los menos duchos. Y no sólo para los que operan en bolsa.

6. ELIJA COTIZADAS CON BUENOS FUNDAMENTALES. Ampliando el horizonte hacia el análisis fundamental, no hay que dejar de pasar de largo ratios como la relación precio/beneficio (PER), precio sobre valor contable (PVC), el flujo de caja o 'cash flow', retorno sobre patriominio neto (ROE).... Una serie de términos que dan buena cuenta de la situación por la que atraviesa una compañía desde el punto de vista fundamental.

7. LOS GRÁFICOS HABLAN, ESCÚCHELOS. Claro que también conviene tener en cuenta el análisis técnico, es decir, el estudio de los gráficos de los valores. Identificar las tendencias futuras es la clave en esta operativa, cuyos defensores se basan en que el valor del título en cuestión mantiene una elevada relación con la trayectoria anterior. Sin embargo, no son pocos los que consideran que tras el dibujo de un gráfico se esconde una opinión subjetiva; por no decir que no todos los 'chartistas' ven el mismo dibujo. Formarse bien en el 'mundillo chartista' es determinante para saber leer correctamente las figuras que un gráfico ofrece y, de este modo, anticiparse a cualquier movimiento futuro.

8. UTILICE LOS 'STOP LOSS'. Operar con mayor tranquilidad en la renta variable es hacerlo con los llamados 'stop loss'. Se trata de órdenes de venta condicionadas a una caída de la cotización de las acciones, que se activan automáticamente una vez se ha realizado la orden de compra. De este modo frenan rápidamente los descensos sin tener que estar consultando en cada momento la cotización.

9. PROTEJA SU CARTERA. Otra especie de paracaídas a la hora de operar en bolsa es cubrir las carteras con productos derivados aunque de un tiempo a esta parte se estén empleando con otros fines y no precisamente de arbitraje o cobertura sino de especulación. Futuros, opciones, warrants... son figuras básicas en este sentido, pero eso sí requieren un conocimiento previo.

10. DIVERSIFIQUE. Por último la diversificación es determinante para invertir, bien en diferentes tipos de activos o bien en distintos sectores bursátiles. La renta variable está compuesta por un buen número de grupos sectoriales y no todos están expuestos en la misma medida al actual ciclo econonómico. El viejo dicho de 'no poner todos los huevos en la misma cesta' cobra actualmente una especial relevancia, puesto que aún a sabiendas que la bolsa es el activo que más alegrías ofrece a largo plazo no conviene canalizar todo el ahorro por ahí.