CRUZ SIERRA. 12/09/2011 No se apea de su posición institucional el síndic de Comptes, pero acaba reconociendo que las cuentas públicas valencianas irían mejor si hicieran más caso a la Sindicatura, que la corrupción encontraría en la transparencia a su mayor enemigo y que los ayuntamientos de la CV deberían ser inspeccionados en su totalidad

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VALENCIA. Rafael Vicente Queralt (Castellón (1942), es un profundo conocedor de la gestión de los fondos públicos como sus mecanismos de control y mejora. Licenciado en Derecho e interventor de la Administración Local, ha desempeñado puestos de interventor en los ayuntamientos de Onda, Vila-Real, Oropesa y Benicàssim así como en la Diputación de Castellón. Y fue gerente de la Universitat Jaume I de Castelló. Es síndic de Comptes desde el año 2000 y síndic major desde junio de 2003.

1-¿No cree que si se hubiera hecho más caso a los dictámenes y principios de la Sindicatura hoy tendríamos menos problemas con los excesos de gasto de las administraciones públicas?
-Sí, aunque realmente ni la Sindicatura ni ningún órgano de control externo juzga el destino y la oportunidad del gasto. Las decisiones de gasto, inversión e incluso endeudamiento son decisiones políticas. Nuestra misión es emitir un juicio crítico "a posteriori" sobre las cuentas para comprobar si se ajustan a la legalidad y a los principios contables. Así, contribuimos a la mejora de la gestión de los fondos públicos informando a les Corts y aportándoles las herramientas necesarias para valorar y tomar las medidas que consideren oportunas, a la vista de nuestras recomendaciones con el fin de que los ciudadanos conozcan el destino de sus impuestos.

2-¿Opina que, visto lo visto, sindicaturas y tribunales de cuentas van a adquirir mayor protagonismo público a partir de ahora?
-A nosotros no nos gusta el protagonismo, pero confío en que sea así. Es fundamental que los ciudadanos recuperen la confianza en las instituciones y una de las formas de hacerlo es aumentar el nivel de apertura y de transparencia informativa. No hay mejor antídoto contra la corrupción que la transparencia. También considero que para asumir este protagonismo del que me habla es preciso la promulgación de una Ley General del Control Externo de las Administraciones Públicas para actualizar toda esta materia especialmente en lo que se refiere a la revisión de procesos contables altamente informatizados, a la utilización de las nuevas tecnologías (auditorías sin papeles), mejora de las auditorías operativas de eficacia y eficiencia etc. y a los efectos de los informes de fiscalización.

3-¿Considera suficientemente independiente a la Sindicatura de Comptes del poder político, o se podría avanzar aunque solo fuera un paso en una mayor autonomía? ¿Cómo?
-Le aseguro que la Sindicatura de Comptes, como órgano eminentemente técnico cuyo trabajo viene a suponer una crítica al Gobierno de turno, siempre ha mantenido su independencia y objetividad en sus informes. La Ley de creación de la Sindicatura es un buen ejemplo en lo que afecta a su composición con un Consell con tres síndicos además de la secretaria general que, en mi opinión, es la más adecuada tanto para la agilidad del organismo como para su imparcialidad. Realmente pienso que gozamos de una total independencia. De hecho, una muestra curiosa de ello es que nunca acabamos de gustar del todo a nadie. Nuestros informes tienen una gran repercusión y son un gran acicate, pero a la vez siempre, desde el primer informe de 1985, se nos cuestiona por exceso o por defecto. Creo que ese disgusto generalizado en política se puede interpretar como que algo hacemos bien.

Si me pregunta qué se puede mejorar, reconozco que soy autocrítico en nuestro trabajo. A título de ejemplo le puedo indicar que deberíamos mejorar el lenguaje de nuestros informes en la medida de lo posible; hacerlos más cortos y entendibles. También deberíamos mejorar el porcentaje de rendición de cuentas de las entidades locales hasta llegar al 100% de las mismas. Otro aspecto importante sería conseguir que se modificara la ley para que en les Corts se votaran las cuentas de la Generalitat a la vista de nuestro Informe y no el Informe en sí mismo, como ocurre ahora.

4-¿Debería la Sindicatura poder examinar obligatoriamente el cien por cien de las cuentas de los ayuntamientos de la CV contando con los medios adecuados para ello?
-El propio Ministerio de Economía y Hacienda ha aplicado la Ley de Economía Sostenible suspendiendo las subvenciones del Estado a los ayuntamientos que no hubieran presentado la liquidación del presupuesto; también nuestra Ley de Régimen Local Valenciano prevé esta misma posibilidad para los ayuntamientos que no presenten sus Cuentas Generales en la Sindicatura. No somos partidarios de las sanciones pero, para nosotros, el hecho de aprobar y presentar las cuentas ya supone en sí un ejercicio de transparencia y análisis interno depurador. A partir de esta obligada rendición, ya podríamos avanzar más en otros aspectos. En cualquier caso, desde la Sindicatura estamos haciendo ya un gran esfuerzo en el control de las entidades locales, ampliando el alcance del informe anual sobre las mismas y empezamos a conocer e inventariar sus organismos y empresas dependientes. Sin ir más lejos, actualmente estamos realizando una fiscalización del control interno de todos los ayuntamientos de más de 50.000 habitantes y de las diputaciones provinciales.

5-¿Cuál es la clave para que la Sindicatura de Comptes goce de tanto respeto social y mediático y se halle fuera de cualquier sombra de sospecha?
-Creo que las claves son dos. La primera y fundamental es que tenemos un excelente equipo humano de funcionarios, unos profesionales de la auditoría pública de primer nivel que realizan, bajo la dirección y el riguroso trabajo de los síndicos, unos informes que son un referente. La segunda creo que es la inmediatez de nuestro Informe, que analiza el año anterior, siendo el órgano de control externo que primero lo aprueba y presenta.

6-Desde su posición de auditor de cuentas públicas, atrévase a exponer su opinión sincera sobre el rigor de las agencias de rating.
-Le doy mi opinión como ciudadano de a pie: Creo que son entidades que se han consolidado como válidas y necesarias en nuestro sistema financiero. No obstante, pienso que lo que hacen es emitir opiniones y, en ocasiones, dispares entre ellas, pero se les da excesiva importancia en los mercados financieros. Así pues, quizá el problema no radica en ellas mismas, sino en la transcendencia que se les da a sus valoraciones.

7-Y desde esa misma posición, ¿cree que algo ha fallado en el control/auditoría de las cajas de ahorro? Hay una que nos pilla muy cercana que cada día que pasa no hace más que sobresaltarnos...
-A la vista de lo ocurrido han fallado muchas cosas, empezando por un modelo económico excesivamente basado en el sector inmobiliario. No puedo decir si la auditoría y los órganos de supervisión propios del sector financiero podrían haber evitado situaciones concretas. Desde la distancia con la que observo estos procesos, tengo la impresión de que sí se avisó con tiempo de la necesidad de reformas y fusiones y quizá se ha reaccionado con demasiada lentitud. Es cierto que hemos tenido sobresaltos, pero también alguna satisfacción como es la inclusión de las acciones de Bankia en el selectivo Ibex 35.

8-Una pregunta difícil y sin saber lo que cobra usted: ¿Considera que en la Administración y empresas públicas de la Comunidad Valenciana caben sueldos más altos que el del presidente de la Generalitat?
-A lo largo de mi amplia experiencia en prácticamente todas las administraciones públicas, la cuestión de las retribuciones siempre ha sido una de las más difíciles y delicadas. Creo que las remuneraciones deben estar en función de la responsabilidad, de la preparación y de la dedicación y, por tanto, cargos que en su denominación sean similares no tienen por qué serlo en el sueldo. En cualquier caso, el President de la Generalitat asume la máxima responsabilidad y así se debería reflejar en su retribución. No obstante, hay cargos con casuísticas concretas -por ejemplo, en nuestro caso los cuatro integrantes del consejo somos funcionarios procedentes de diferentes administraciones públicas-, no siempre fáciles de resolver. Con todo, lo que creo que ahora cabe es una política de máxima austeridad por parte de los responsables políticos. En este sentido, creo que las medidas de ahorro emprendidas por la Generalitat, así como su plan de reequilibrio, van por el buen camino. También internamente en la Sindicatura, siempre caracterizada por su austeridad presupuestaria, hemos dado una vuelta de tuerca más para ajustar todo al máximo, sin disminuir lo más mínimo la calidad de nuestros trabajos de fiscalización.

9-En su trabajo de auditoría de empresas públicas deben haberse encontrado gastos ciertamente sorprendentes por su elevado coste. ¿Qúe hace o qué puede hacer la Sindicatura?
-Decirlo en los informes. Como le señalaba, la Sindicatura siempre habla a través de sus informes y éstos son eminentemente críticos. Por supuesto que hay gastos que pueden sorprender y su análisis se lleva a cabo según las técnicas de muestreo de la auditoría pública. Sobre ellos emitimos el juicio crítico correspondiente respecto de su cuantía, de su tramitación y de la revisión del cumplimiento de los principios y normas de la contratación administrativa. En última instancia lo que de verdad nos preocupa es el posible incumplimiento de estos principios.

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