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VALENCIA (VP). El Grupo Cano, la primera cadena de concesionarios de la Comunitat Valenciana ha presentado suspensión de pagos en lo que podría traducirse como un reflejo sintomático del sector. Pero este no es el único concurso de acreedores que un gran grupo valenciano de distribución declare en los próximos meses. El siguiente ha sido Götz Auto.

Götz presentó su solicitud de suspensión de pagos a finales de julio, pero el procedimiento puede tardar cerca de mes y medio en ser aceptado por el juez. El grupo, cuyo primer taller se fundó en el año 1928 en Valencia, es distribuidor oficial de Opel y gestiona también las reparaciones de Chevrolet, Corvette, Cadillac y Hummer. La cadena ya tenía pérdidas de más de 300.000 euros en 2009, a falta de presentar datos de 2010. Valenciaplaza.com se ha dirigido a su director gerente, Francisco Götz -quien también es representante de Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor)- para conocer su opinión pero éste ha declinado realizar ninguna declaración.

Lo cierto es que aunque las matriculaciones de automóviles ascendieron en la Comunitat Valenciana a 4.203 unidades durante agosto (un 7,8% más que el mismo mes de 2010) según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac) y vendedores (Ganvam), se trató en realidad del segundo volumen mensual más bajo en veinte años, después del contabilizado en el mismo mes de 2010. Cabe recordar el importante descenso que las ventas sufrieron el octavo mes del año pasado a consecuencia de la conclusión en julio del Plan 2000E de ayudas a la compra de coches.

Fuentes del sector apuntan a que el grupo Antonio Vicente, también podría estar pasando por severas dificultades que le llevarían a recurrir al amparo judicial. La cadena valenciana de concesionarios Skoda, Kia, Fiat y Seat  ya realizó un proceso de concentración de sus puntos de ventas en su sede de Alboraya. Su local en el polígono Fuente del Jarro de Paterna donde se vendían y reparaban vehículos Fiat , fue uno de los últimos en desaparecer en julio del año pasado. Alboraya Motor SL concluyó el año con más de 263.000 euros en pérdidas pese a que las ventas fueron superiores a los 8,4 millones. Su servicio oficial de Kia finalizó 2010 con un pasivo de 977.000 euros.

La situación general del sector no es nada halagüeña ni para los que se mantienen en beneficios. "En el automóvil no le va bien a nadie. Habrá quien pueda aguantar y quien no y eso dependerá del nivel de endeudamiento de cada uno, pero desde luego, habrá muchas más suspensiones de pagos, y habrá cierres". Son las palabras de Manuel Palma, delegado en Valencia de la Federación Nacional de Concesionarios de Automóviles (Faconauto) y responsable del Grupo Palma. "En el caso de Grupo Cano, con un pasivo de 105 millones de euros, estamos hablando de 200.000 millones de pesetas, que es una cifra más evidente, y eso, es complicadísimo de soportar tal y como está el mercado".

El empresario asegura que el año está siendo "plano, malo y no se va a arreglar en lo que queda". El único revulsivo para el mercado, afirma, será "un cambio en las elecciones generales que fomente la confianza, rompa con la incertidumbre y repunte un poco el consumo".

Pese a la dramática situación del sector, Palma espera acabar el año con beneficios. A su favor, afirma está el tener un "endeudamiento cero" y la división estratégica de su negocio, que también abarca la construcción, enseñanza y socio-sanitario. No obstante, en su división de automoción esperan cerrar el año con un descenso del 20% en el volumen de negocio. Ahora disponen de 70 millones de euros en fondos propios y 6 millones de pasivo.

LA CARA POSITIVA

Lamberto Sánchez, director general de Renault Valencia, presenta una visión más optimista. El ejecutivo destaca las dos ventajas que le ofrecen una visión más favorecedora. Por una parte, durante 2010 realizador reducciones de personal del 25%, y de costes en un tercio lo que les permite "mantener una cuenta de resultados que se mantiene en positivo". La otra fuerza motora, indica Sánchez, es que detrás del concesionario está "un gran grupo como es Renault, algo que no tienen otros por ser concesiones, por lo que les falta líquido". En 2010 cerraron con una facturación de 88 millones millones de euros, un 10% inferior a 2009 y vendieron 4.300 vehículos. 

Sánchez no confía en que la situación mejore sustancialmente para el sector en general, salvo "si hay algúna reforma en materia de impuestos sobre el combustible y otras tasas, que fomenten el consumo". La conclusión del directivo es clara: "en agosto apenas se han vendido poco más de 2.000 unidades en toda la provincia de Valencia, de dotas las marcas, y esto lamentablemente tiene una clara lectura: el sector está sobreestructurado".