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La dirección de CAM relegó durante meses el negocio bancario para buscar un comprador

JOAQUIM CLEMENTE. 07/09/2011 El equipo directivo dedicó entre enero y julio todos sus esfuerzos a encontrar un socio tras la ruptura con Banco Base, lo que propició la fuga de capitales de la caja, rebajando sus fondos propios y su rentabilidad y aumentando los costes financieros

VALENCIA. "El equipo directivo de CAM, en el más amplio sentido de la palabra, se dedicó desde enero hasta la intervención del Banco de España a buscar un socio que le solventase la papeleta, dejando de lado la gestión del negocio, lo que provocó una fuga de capital y un aumento de los impagados que están directamente relacionados con los resultados que ha presentado el FROB". Esta dura afirmación llega de fuentes muy próximas a la actual dirección de la caja de ahorros, controlada por el Estado desde finales del mes de junio.

La fuga de depósitos y, en general, de los recursos de clientes que gestionaba la caja, como publicó ValenciaPlaza.com, lo reconoció la propia entidad en los resultados provisionales del primer semestre remitidos a la CNMV. Una comunicación en la que se lamentaban los efectos que esta reducción han tenido sobre los resultados de CAM a través del impacto en el margen de intereses, el típicamente bancario.

Lo cierto es que los administradores de la entidad, nombrados por el Banco de España tras la intervención, sostienen, según las fuentes consultadas, que la fuga de capitales está directamente vinculada a la gestión de la caja desde el momento en que se rompió el acuerdo con Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria.

"A partir de ese momento, y ante la necesidad de encontrar los 2.800 millones que necesitaba para alcanzar los ratios de solvencia, toda la cúpula de la caja, y aquí hay que incluir hasta los directores de las sucursales, se dedicó de lleno a tratar de presentar una imagen de la entidad capaz de atraer a fondos privados y evitar así la intervención y la nacionalización", explican las mismas fuentes.

Ese empeño, que se llevó hasta las últimas consecuencias con la negociación con algunos de los fondos de inversión con peor reputación del mundo, "hizo que los directivos se desentendieran de tareas básicas, como evitar la fuga de depósitos o de partícipes de los distintos instrumentos de financiación que tiene emitidos, lo que repercutió directamente en los fondos propios", señalan las fuentes consultadas por ValenciaPlaza.com

Para restituir estas cantidades -los recursos gestionados cayeron en 4.500 millones en un trimestre, según las cuentas a 30 de junio presentadas por los administradores- la caja se vio obligada a hacer emisiones en un mercado de deuda caro, tal y como adelantó ValenciaPlaza.com el pasado mes de abril, y a recurrir al Banco de España. "Todo ese proceso encareció los gastos financieros de CAM, afectando al resultado", explican desde el entorno de los gestores actuales.

Siempre teniendo en cuenta que el mayor impacto en las cuentas proviene de la depreciación de los activos, especialmente los inmobiliarios, hay otro aspecto que desde el mismo ámbito también se apunta a esa dejación de funciones que se atribuye a la dirección de CAM, y es la vinculada al drástico incremento de la morosidad, que pasó del 8,5%, con una tasa de cobertura del 62%, al 19% y el 39% respectivamente de marzo a junio.

La explicación que se apunta por las mismas fuentes, más allá del reconocimiento como incobrables de créditos que CAM aún consideraba que podía recuperar, no deja de ser sorprendente. "La fuerte presencia de una economía sumergida en el territorio natural de CAM obliga a realizar un trabajo constante para evitar los impagos. Esa tarea de recobro de letras vencidas también se relajó durante ese periodo en que se fijó como prioridad evitar el desembarco del Banco de España".

Siempre según las fuentes citadas, conocedoras ya no solo de la situación actual si no también de la histórica de la caja, "CAM, muy a menudo con otras cajas en expansión, otorgaban créditos a empresas que, a primera vista, no ofrecían garantías. Sin embargo, dentro de esa cultura capaz de convivir con normalidad con una economía sumergida de peso, los préstamos se atendían por las empresas sin más problema que el obligado control permanente y presión para no faltar a los pagos por parte de toda la estructura, especialmente de los directores de las sucursales que conocían personalmente el terreno. Al relajarse esa presión, la morosidad se disparó", explican.

LA RESPONSABILIDAD DE LOS AUDITORES

Todo esto ocurría durante la dirección tanto de Roberto López Abad, que dejó la caja a final del año pasado para incorporarse a Banco Base, en el que estuvo hasta su prejubilación poco antes de la intervención, como de María Dolores Amorós, la directora general apartada por el FROB. Y, por supuesto, con el control del consejo de administración que presidía Modesto Crespo.

Pero al margen de su responsabilidad como gestores, estos días también se ha puesto sobre la mesa la de los auditores de la caja, KPMG. Esta consultora ha escrutado las cuentas de CAM durante los últimos 27 años sin detectar ninguna salvedad que anotar a su informe anual. La legislación mercantil obligaba a cambiar de auditora cada cuatro años, pero esta limitación se eliminó al poco tiempo, reduciéndola a la obligación de cambiar al equipo censor cada siete años sin necesidad de que sea de otra consultora. En la actualidad, KPMG ultima un nuevo informe a petición del FROB sobre las cuentas a 31 de julio.

La comunicación de CAM a la CNMV incluía en el último párrafo una referencia al trabajo de KPMG, que se conocerá en breve. La auditora presentará, con toda seguridad, una incertidumbre a las cuentas vinculada a los créditos fiscales que tiene la caja con Hacienda. Se trata de unos 2.000 millones de euros que ahora están incorporados a su balance pero cuya materialización depende del futuro de la entidad. "Según quién la compre y de si puede demostrar que tiene derecho a descontárselos del pago futuro de impuestos habrá que mantenerlos o no en las cuentas", explica un experto en contabilidad.

Las fuentes consultadas por este periódico apuntan a que en KPMG no se teme una posible reprimenda del Banco de España, ya que consideran que las pérdidas afloradas están directamente vinculadas a una aplicación distinta de la normativa contable fruto de la ruptura de la fusión en Banco Base.

"Ahora hay que repercutir en la cuenta de resultados las depreciaciones de activos que antes se tiraban contra reservas porque el Banco de España lo permitía", explican fuentes del sector financiero. De hecho, CAM tuvo que asumir el año pasado amortizaciones por más de 1.000 millones que, de aplicarse la norma que ahora se está imponiendo en la caja, la hubiera llevado a pérdidas.

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1 comentario

el palleter escribió
07/09/2011 09:25

No pasa nada .A disfrutar de los yates, viajes , sueldos millonarios mientras el pueblo aguante

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