VALENCIA. El PPCV ha asumido las órdenes dictadas desde la calle Génova, lugar donde se ubica la sede del partido nacional, de evitar cualquier tipo de incidente de cara a las elecciones generales del próximo 20 de noviembre. Esta balsa de aceite en la superficie esconde una serie de acciones estratégicas internas y sigilosas -al más puro estilo de la serie televisiva Juego de Tronos- para resituarse tras la marcha del anterior líder, Francisco Camps.
Uno de los dirigentes que está jugando sus cartas con acierto es el secretario general del PPCV, Antonio Clemente, quien fue nombrado coordinador de campaña por el nuevo presidente, Alberto Fabra. Esta designación apartó a la vicepresidenta del Consell, Paula Sánchez de León, que había sido la máxima responsable de la campaña autonómica para los pasados comicios del 22 de mayo.
Clemente, quien accedió al puesto tras la marcha de Ricardo Costa, es un político correcto aunque sin peso específico en el partido ni soporte territorial. El número dos ha asumido, según señalan fuentes del partido, su tarea "con ahínco" consciente de que el étxito en las elecciones es muy probable. Dentro de la formación popular reconocen que la pasada campaña, pese a la clara victoria en las urnas, distó mucho de ser perfecta.
Según apuntan dirigentes del partido, se produjo cierta "descoordinación" e incluso "contraprogramación" en la citada campaña. La causa se debió, según señalan fuentes del PPCV, a los liderazgos encontrados de Antonio Clemente como número dos del partido, la responsable del entramado electoral, Paula Sánchez de León -con amplia experiencia en la administración pero no así en tareas de partido- y las iniciativas personales del coordinador del partido, Juan Cotino.
Ahora, con Sánchez de León con pocas competencias en el Consell y nula presencia en el partido y Cotino en su retiro dorado parlamentario como presidente de Les Corts, Clemente, con amplia experiencia en campañas, ha acumulado el suficiente peso para erigirse como la pieza básica en la organización de actos. Una tarea en la que también está participando especialmente David Serra, otro de los dirigentes que trata de sumar méritos de cara al día después del 20-N.
En Alicante, Fabra ha logrado una tregua entre los afines a José Joaquín Ripoll y los opuestos al presidente provincial. En esta provincia sigue ganfando peso el vicesecretario general del PPCV, José Císcar, quien también está llamado a participar activamente en la organización de campaña.
Las fuentes consultadas del PP apuntan a la renovación del organigrama del partido tras las elecciones generales. Esta posibilidad obliga a dirigentes como Clemente o Serra, este último salpicado por la trama Gürtel, a sumar puntos con el nuevo líder del partido y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. Así, de producir el éxito en las urnas, el coordinador de campaña tendrá un argumento de peso para postularse en un puesto en el Consell o en la Mesa de Les Corts en caso de ser desalojado de la secretaría general del partido, un cargo de gran poder pero con amplio desgaste.
ACTO DE INICIO DE CURSO POLÍTICO
El acontecimiento en el que la dirección de los populares valencianos está centrando sus esfuerzos es la cena de inicio de curso político del próximo viernes. Según fuentes de la organización, ya están confirmados unos 1.500 asistentes y la presencia de la dirección nacional se concentrará en la figura de Esteban González Pons, previsible número uno en la lista al Congreso de los Diputados por la circunscripción de Valencia.
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