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VALENCIA. La Liga de Fútbol Profesional hizo públicos los horarios de la próxima temporada en primera división (la Liga BBVA) en la que, finalmente, se ha apostado por imitar a la Premier y programar partidos pensando en un mercado global. La decisión de marcar encuentros los domingos a las 12 del mediodía y a las cuatro de la tarde, a falta de conocer la reacción de los aficionados locales, tiene un objetivo claro: los mercados asiáticos, según explicaron los responsables de la LFP. 

En el mundo en el que se embarcó el fútbol español hace años, con el fichaje de jugadores franquicia de alto rendimiento publicitario y de mercadotecnia, resultaba cuanto menos paradógico que los grandes clubes realizasen las giras de pretemporada por medio mundo, y en especial en Asia, y, a la hora de la verdad, los chinos, coreanos o japoneses tuviesen que velar para poder ver un partido de la competición española por televisión.

Ese camino, que ya ha recorrido la liga inglesa, lleva a incrementar las ventas de los productos licenciados por los clubes, a incrementar su popularidad en el mundo y, por tanto, a aumentar su cotización como soporte publicitario ya que el público potencial se multiplica.

Sin embargo, en este año del salto a los horarios que marcan los responsables de marketing, y a la espera de la reacción de los aficionados locales, los dos grandes clubes de la Comunitat Valenciana, al menos los dos de primera que disputarán competiciones internacionales, el Valencia CF y el Villarreal, no lucirán, al menos en el arranque de la temporada, ningún patrocinador en sus camisetas.

"Las empresas españolas no atraviesan la mejor situación económica para afrontar un patrocinio, mientras que las multinacionales nos explican que tienen un problema para pagar las cifras mínimas que exigimos: el consumo del mercado español está en crisis, con lo que no les cuadra la rentabilidad de la inversión", explica un portavoz del Valencia CF a ValenciaPlaza.com, que señala que como ellos están entidades como el Atlético de Madrid o el Sevilla, además del Villarreal.

El club de Mestalla, que llegó a ingresar más de cuatro milones de euros por lucir publicidad de Toyota o de Unibet en sus camisetas -hubo un fallido y esperpéntico acuerdo con una empresa fantasma, Valencia Experience, que prometió seis millones de euros pero que jamás pagó- ha estado negociando con varias empresas hasta el último momento. "Estuvimos cerca de un acuerdo con una firma alemana y otra italiana, pero no se cerraron. Al final hemos optado por renunciar a a publicidad porque bajar el precio es imposible", explican desde el Valencia.

Lo cierto es que el club sí tiene ofertas por cantidades un poco más modestas. "Hay empresas españolas dispuestas, por ejemplo, a pagar dos millones de euros por temporada. El problema es que, como es lógico, buscan un contrato de varios años con el que fidelizar la unión entre el club y su marca", explica el portavoz del Valencia.

El plazo, sin embargo, se convierte en una hipoteca a corto plazo, más pensando en que mejore el temporal económico, que deportivamente se destaque y que, con esa visión mercantil de la nueva temporada, se haga más atractiva la camiseta de valencianistas como Mata o el cedido por el Real Madrid Sergio Canales.

"En los últimos años nos ha salvado la publicidad de las casas de apuestas on line, pero la nueva Ley del Juego las ha hecho desaparecer prácticamente del fútbol español", explica el club. De hecho, prácticamente el Real Madrid, que mantiene esta temporada aún a Bwin, es el único que sigue con el sector.

En un escenario parecido se ha encontrado el Villarreal, con una peculiaridad: hasta la temporada pasada, y durante varios años, ha lucido en la camiseta amarilla el logotipo del Aeropuerto de Castellón, una empresa pública que ha promovido el recinto aeroportuario en la provincia. Han sido cinco años, a cuatro millones por temporada, en los que el Villarreal lucía un anunciante que los espectadores no podían comprar o usar sus servicios porque, sencillamente, el aeropuerto no existía.

Ahora, con la terminal acabada, la pista de despegue impoluta y todo listo, menos los permisos, para empezar a funcionar (si es que alguna compañía aérea lo decide), Aeropuerto de Castellón deja de anunciarse en las camisetas del Villarreal.

El club que preside Fernando Roig confia en superar la ronda previa que le permitirá jugar competiciones europeas, aumentando así su repercusión mediática y el su capacidad de negociar con una compañía de seguros con la que tiene contactos y compensar la aportación que recibía, de forma indirecta, de la Generalitat Valenciana.