VALENCIA. El Consell tendrá que buscar los ingresos extra que tenía previsto lograr con la venta de 13 solares de propiedad pública y cuatro edificios emblemáticos. Según reconoció ayer la Geenralitat en una nota de prensa, el Plan de Optimización del Patrimonio que presentó el octubre pasado el entonces conseller de Economía, Gerardo Camps, está aplazado sine die.
El proyecto perseguía colocar en el mercado 13 solares, entre los que se encuentra el que se previó para el polémico proyecto de los tres rascacielos de Santiago Calatrava junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y cuatro edificios, entre ellos la sede de la Conselleria de Industria, en la calle Colón de Valencia, y el conocido como La Cigüeña, en la Alameda, también en la capital valenciana.
Sin embargo, la situación del mercado inmobiliario ha impedido a la Generalitat sacar adelante el proyecto. Los 393 millones de euros que espera lograr, como mínimo, en la subasta prevista, no podrán tenerse en cuenta, pese a que Camps, en su día, los enmarcó en los Presupuestos Generales de la Generalitat para el año en curso. De hecho llegó a justificar la venta como una necesidad para "cuadrar el presupuesto". La prórroga en la venta afecta, directamente, a los ingresos del Gobierno autonómico, lo que se traduciría en un aumento del déficit.
El Consell aseguró este lunes, en el marco del traslado de parte de sus dependencias al complejo administrativo 9 d'Octubre, en la antigua cárcel modelo, y, tras una corta polémica sobre el acuerdo, a la privada Ciudad Ros Casares, que esta concentración de empleados le reportará un ahorro de 7,5 millones. Pero reconoció que no podrá completar el plan vendiendo los activos: "Una vez concluidas las gestiones de depuración física o jurídica de inmuebles patrimonio de la Generalitat y, la situación económica y del mercado inmobiliario lo permitan, se procederá a la venta de algunos inmuebles de la Generalitat vía subasta".
Sobre cuándo mejorará la situación económica y del mercado inmobiliario hasta el punto de que permitan al Consell no malvender sus bienes, no hay respuesta. Lo cierto, en todo caso, es que las necesidades de ingresos de la Generalitat han colocado el precio de los inmuebles que quiere vender en una banda muy alta para como está el mercado.
Un dato para comparar: La Generalitat de Catalunya acaba de sacar a la venta, también para intentar cuadrar sus cuentas este año, 37 edificios por 550 millones. El Govern de Cataluña ha puesto en marcha proceso de urgencia para cerrar la operación antes de final del ejercicio.
La otra parte del condicional expresado por el Gobierno autonómico hace referencia a los problemas legales que deben resolverse antes de la venta de uno de los activos clave: el solar de los rascacielos de Calatrava
Ese suelo fue expropìado por la Generalitat en el proceso de construcción de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Con la llegada del PP al poder y la modificación del proyecto inicial, ya hubo recursos judiciales de los expropietarios embargados por el uso fuera de lo previsto, "el interés social", del terreno. El Consell modificó el plan parcial de la zona, incluyendo un espacio para 450 viviendas de protección oficial. Con ese cambio, se logró evitar que prosperasen otros recursos ante los Tribunales.
Sin embargo, los posibles inversores en suelo no ven con agrado la hipoteca que supone la obligación de mantener esta promoción de vivienda social en una zona en la que se pagaría un alto precio ni tampoco las incertidumbres jurídicas que supone que la Generalitat venda para uso privado un suelo que expropio por interés general.
Es en este sentido en el que hay que leer el proceso de "depuración física o jurídica" del patrimonio que está en venta. O lo estará en un futuro.
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