OVIEDO (EUROPA PRESS). El jefe del Ejecutivo asturiano hizo estas declaraciones hoy en Barcelona donde asiste al Salón Internacional de la Logística y la Manutención (SIL).
Reconoció que, tal y como le comentó el presidente de Cajastur, Manuel Menéndez, la negociación fue "difícil y laboriosa" y se encuentra a la espera de ser ratificada por el Banco de España.
Areces recordó que en el último año la Caja de Asturias ha hecho dos operaciones "positivas", y explicó que la primera, con Caja Castilla La Mancha, está "a punto de culminar", con la ratificación de la Asamblea y autoridades de la comunidad manchega.
En cuanto a la fusión fría, defendió que simboliza "una alianza donde las Cajas mantienen su propia personalidad, pero unifican determinados servicios y operaciones cuya gestión que recae en Cajastur". Al respecto, vaticinó que con el presidente de Cajastur como consejero delegado, la entidad asturiana va a coger una posición "muy importante como masa crítica en el sistema financiero español", avalada por "la solvencia en la gestión y en la manera de proceder que ha tenido hasta ahora".
En este sentido, anunció que tras una primera valoración positiva y una vez encarrilada la operación y firmados los acuerdos, el Gobierno y la dirección de la Caja han acordado reunirse para conocer "los pormenores" a través de la Consejería de Economía y Hacienda.
"EQUILIBRIO"
Preguntado por las cajas que integran la alianza, justificó que si se hace es porque "se presume que encajan bien". "La Caja del Mediterráneo ha tenido otras opciones y finalmente se ha decantado por esta porque Cajastur ha sido una referencia importante y además el reparto en el accionariado de esta nueva fusión virtual representa un cierto equilibrio, el 40 por ciento cada una de ellas y las otras un 11 y un 9 por ciento respectivamente; es decir, que nadie tiene la mayoría absoluta y por tanto es una alianza que interesa a todas las partes y que todas deben salir beneficiadas", explicó.
A su juicio, el cargo que desde ahora ostentará Menéndez significa "que se confía en la gestión de la Caja que viene avalada por una trayectoria de buenos resultados", aunque aclaró que la responsabilidad en la gestión corresponde "a todos" porque "todas las Cajas siguen funcionando y tienen sus órganos y su Obra Social".
Para el jefe del Ejecutivo, compete a los impositores evaluar la operación, al ver "como aumentan sus garantías y su capacidad", en un panorama donde en España "se estaba clamando por que el sistema financiero, y particularmente las Cajas, tenían que coger una masa crítica mayor, tenían que concentrarse y resolver algunos problemas y debilidades".
"Creo que Cajastur ha estado al frente de dos operaciones que son de las más concretas que ha habido y que responden a una confianza y a una solvencia", concluyó.
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