VALENCIA (VP). El enfrentamiento entre la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el líder provincial del PP, José Joaquín Ripoll, ha ocupado portadas de diarios autonómicos y nacionales en los últimos meses. Ayer, fue el 'penúltimo' episodio de la crisis del PP alicantino: el expresidente de la diputación, considerado referente del ‘zaplanismo', acudía a primera hora de la mañana a inscribirse en el paro.
La estampa, consecuencia de la lucha de poder en esta provincia, resulta dantesca. Más aún al recordar que este fin de semana el nuevo líder del partido y presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se reunió y comió con Castedo para, después, encontrarse con Ripoll.
Las directrices desde Génova, calle donde se ubica la dirección nacional del partido, son claras: ni un conflicto más antes de las elecciones generales que se celebrarán el próximo 20 de noviembre. No obstante, la imagen de todo un expresidente de la diputación, exvicepresidente del Consell y actual líder del PP en Alicante -una de las provincias con mayor afiliación de España- acudiendo a reclamar el subsidio de desempleo, deja a la formación que dirige Mariano Rajoy en entredicho.
PROBLEMA PARA ALBERTO FABRA
El presidente del PPCV, Alberto Fabra, se enfrenta en la provincia de Alicante a la herencia dejada por Francisco Camps: heridas todavía abiertas y de difícil sanación. Por un lado, los llamados ‘campistas' alicantinos no quieren que se le conceda ninguna prerrogativa a Ripoll y los suyos, tras varios años de tensión entre ambas facciones. De hecho, reclaman "firmeza", según señalan fuentes de este sector, al presidente Fabra para que no conceda oxígeno a los afines del presidente provincial.
Por otra parte, Fabra no posee la beligerancia contra el ‘ripollismo' de la que hacía gala Camps, que ya había convertido el fin de los vestigios ‘zaplanistas' en una cuestión personal.
Además, Ripoll goza de alguna simpatía en Génova, en especial con la vicesecretaria de Organización, Ana Mato. Desde la dirección nacional del PP, se observó con desagrado la maniobra de los ‘campistas' alicantinos -apoyada por la dirección regional- para descabalgar a Ripoll de la diputación. Otro de los factores a favor de Ripoll es la buena relación de Fabra con Macarena Montesinos, muy cercana a Ripoll y con ciertos contactos en Génova.
Sin embargo, ni la reunión con Fabra ni las otras circunstancias mentadas parecen haberle servido por el momento a Ripoll para llegar a un acuerdo sobre su futuro inmediato. Deberá esperar a otras posibles responsabilidades que Fabra pueda facilitarle, dado que la inclusión de Ripoll en la lista al Congreso de los Diputados resulta incómoda para Génova dada su presunta implicación en el caso 'Brugal', en el que también está salpicada la propia Sonia Castedo. Desde diversos medios se ha situado a Ripoll al frente del Puerto de Alicante o del Institución Ferial Alicantina (IFA) pero, de momento, ninguno de esos puestos ha llegado a plasmarse.
DE AQUELLOS POLVOS ESTOS LODOS
El pulso desplegado entre Sonia Castedo y José Joaquín Ripoll tuvo su punto culminante en la confección de listas municipales antes de las elecciones. La alcaldesa no quería permitir al dirigente afín a Eduardo Zaplana que tuviera acta de concejal. La imposición de Génova permitió a Ripoll lograr el puesto número dos y ocupar, de esta manera, un lugar en el consistorio.
Sin embargo, Castedo se sirvió la venganza en frío y cuando cogió la vara de mando no le entregó a Ripoll ninguna competencia ni le concedió la dedicación exclusiva. El presidente provincial, privado de la posibilidad de repetir en la diputación por la maniobra de los afines a Francisco Camps en Alicante, ha sonado para diversos cargos a posteriori pero, en la actualidad, sus ingresos corresponden a la asistencia de plenos del consistorio, lo cual no computa como salario. Esta sería la razón por la que Ripoll acudió ayer -tras apurar los 15 días de plazo- a la oficina del Servef de la calle Isabel La Católica en Alicante para solicitar la prestación por desempleo.
Con la marcha de Camps, el problema del PP en Alicante continúa siendo el más importante para la formación que ahora dirige Fabra. Además del caso 'Brugal', ya han surgido voces como la de Mercedes Alonso, alcaldesa de Elche, que no esconde su deseo de encabezar la transición del PP alicantino. Mientras, el todavía líder provincial deberá limitarse a esperar noticias desde la sede del Inem.
Lo que refleja Ripoll es que no tiene vergüenza. Que un señor que ha estado ingresando lo que él ha ingresado en los últimos 20 años (de 70.000 a 100.000 declarados más pluses de todo tipo, regalos y dietas) se apunte al paro refleja su catadura moral. Que lo haga además convocando a la prensa indica hasta que punto el desprecio ciudadano por los políticos está justificado. A buen aeguro que su partido no dice nada de nada. Y que no me vengan los del otro lado diciendo que ellos son diferentes porque ahí tenemos a Navarro en Benidorm ( y su banda) para demostrar que no es cierto.
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