VALENCIA. Jornada intensa de nuevo en Les Corts Valencianes. El juramento del cargo Alberto Fabra, nuevo presidente de la Generalitat, vino acompañado de numerosos detalles que ofrecen pistas sobre los movimientos que pueden acontecer en el Consell y en el propio PPCV.
En primer lugar, la dirección nacional del partido -situada en la calle Génova de Madrid- no envió, como estaba previsto, representación al acto cuando el propio Fabra había confirmado la asistencia de la secretaria general, María Dolores de Cospedal. El presidente sacó las garras por el desplante: "Pregúntale a ella porqué no ha venido", respondió, molesto, al ser preguntado por un periodista sobre la destacada ausencia.
Fuentes del partido en Madrid, señalaron a este diario que De Cospedal declinó presenciar el juramento del cargo de Fabra por varios motivos, el principal de todos, el caso Gürtel. El conocimiento el miércoles de un nuevo auto emitido por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana en el que se requiere información sobre contabilidad a Génova acerca de la financiación irregular del PPCV, resulta considerablemente incómodo para la dirección 'popular'.
A ello, De Cospedal debía sumar la confirmación de que el expresidente de la Generalitat, Francisco Camps, asistiría al juramento desde su nuevo escaño en la cámara. Las fuentes consultadas señalan que la número dos de Rajoy no estaba dispuesta a la fotografía junto al exjefe del Consell tras la tensión de los últimos días y se mostraba más reticente todavía a tener que dar respuesta a las previsibles preguntas de los medios por el relevo ‘exprés' al frente del Consell y del PPCV, así como a las cuestiones relacionadas con las novedades judiciales del caso Gürtel. Por esta misma causa, el vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, tampoco habría acudido a la cita.
Otro motivo añadido la que aducen fuentes 'populares' para explicar la ausencia de la número dos del PP apunta a la iniciativa impulsada por la propia María Dolores de Cospedal como presidenta de Castilla-La Mancha junto Esperanza Aguirre, Luisa Fernanda Rudi y José Antonio Monago para exigir el corredor ferroviario interior, que podría entorpecer el impulso al Corredor Mediterráneo. Curiosamente, este fue el punto fuerte en el discurso de Fabra -ya lo había anunciado el día antes- y De Cospedal, se ahorró tener que aplaudirlo. Las viejas rencillas -recordar los conflictos por el Tajo-Segura- entre el PP manchego y el valenciano podrían reverdecer.
APOYO DE GÉNOVA
No obstante, fuentes del PP aseguran que desde Génova se ha trasladado a Fabra que tiene "manos libres" para que actuar como crea que conveniente en la línea de "desmarcarse" de cualquier asunto relacionado con la trama Gürtel así como de las viejas estructuras del expresidente. "Los cambios importantes se prefieren después de las elecciones, pero la prioridad es que Mariano Rajoy gane los comicios y si Fabra tiene que adoptar otra línea de discurso o afrontar alguna reestructuración que beneficie la credibilidad del PPCV o del Consell de cara a los comicios, tendrá el apoyo de Madrid", subraya un dirigente del PP en en la capital.
Esta prerrogativa viene dada por el aumento de nervios en Génova tras el barómetro del CIS hecho público el miércoles que arroja un recorte de Rubalcaba de más de tres puntos al líder popular, Mariano Rajoy, con lo que la ventaja del PP se queda en siete puntos. Otro de los asuntos que ha alterado a la dirección nacional del PP ha sido la citada la solicitud del TSJCV a Génova de conocer datos contables en relación a la causa abierta por presunta financiación irregular del PPCV.
Sin duda, Alberto Fabra ya ha tomado nota de las directrices de Génova y ayer remarcó en su discurso una frase que no tiene desperdicio: "Aspiro a conseguir que se vuelva a hablar únicamente en positivo de la Comunitat Valenciana". Una cita que demuestra a las claras su deseo de romper con la continua imagen en los medios de comunicación nacionales de la Comunitat asociada a la corrupción o a los conflictos de partido.
Además de su anuncio de reunirse con la Asociación de las Víctimas del Metro o la reestructuración de Canal 9, que también le distancian de su predecesor, Fabra ha abierto una puerta al diálogo con el presidente provincial del PP alicantino, José Joaquín Ripoll, el principal enemigo político de Camps tras la marcha de Eduardo Zaplana.
RUS, A ZANJAR LA POLÉMICA
El que sí se dejó ver en el juramento del cargo de Alberto Fabra fue el líder provincial del PP de Valencia y presidente de la Diputación, Alfonso Rus, quien quiso zanjar la polémica sobre su enfado tras los cambios en la presidencia del Consell y del partido de los que no fue informado. Rus reconoció su malestar inicial pero aseguró que el asunto estaba finiquitado y resaltó, en tono jocoso, que ya le había dicho "I love you" a Fabra.
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