VALENCIA. El Ayuntamiento de Valencia está barajando seguir la estela marcada por la Generalitat Valenciana y reducir los organismos y fundaciones públicas dependientes del consistorio que depende de Rita Barberá.
Según ha podido saber ValenciaPlaza.com de fuentes próximas a la comisión de gobierno municipal, el ayuntamiento estudia varias fórmulas para adelgazar el conjunto de sociedades y fundaciones de capital público.
El Ayuntamiento de Valencia cuenta con un reducido grupo de fundaciones y empresas públicas dependientes que, según el presupuesto del presente ejercicio, suponen unos gastos de algo más de 195 millones de euros, sobre un presupuesto municipal consolidado de 788,2 millones, lo que supone el 25% del total.
La mayor partida de esa cifra se la lleva la Empresa Municipal de Transportes (EMT), que tiene un coste anual de 118 millones de euros. La segunda empresa más onerosa para el consistorio es Actuaciones Urbanas Municipales (Aumsa), la encargada de las infraestructuras, que cuenta con un presupuesto de 32 millones de euros.
Al margen de estas dos empresas, los otros dos organismos que se llevan el grueso del presupuesto son el Palau de la Música, con 15,68 millones, y la Fundación Deportiva Municipal, con 11,97 millones.
En este último caso, los gastos de personal suponen más del 70% del total de gastos, un porcentaje que se supera en el caso de la Fundación Parques y Jardines Singulares, el organismo que se encarga del mantenimiento de los principales recintos verdes de la ciudad, incluido el antiguo cauce del Turia, que tiene un presupuesto global de 6,94 millones, prácticamente todos destinados a pagar a los empleados.
Además, del ayuntamiento tambien dependen el Patronato de la Universidad Popular, con un presupuesto de 4,66 millones, (4,4 solo para el personal), la Fundación Municipal de Cine (que organiza la Mostra de Valencia), con unos gastos de 1,73 millones, la Fundación Escuela de Jardinería 1,18 millones, la Junta Central Fallera, 2,44 millones, el Consell Agrari Municipal, medio millón de euros destinados prácticamente todos a personal, y finalmente la Televisión Municipal de Valencia (cuya exploración está cedida), con un coste de 0,19 millones.
La concentración de algunas de estas fundaciones y empresas públicas para ahorrar costes es una de las fórmulas que se barajan en el entorno municipal. Este periódico intentó ayer recabar detalles tanto del gabinete de la alcaldesa como del concejal de Hacienda, Silvestre Senent, sin conseguirlo, si bien diversas fuentes del consistorio admitieron que se está "estudiando" la "fusión" de algunas fundaciones dependientes del ayuntamiento. "Es una opción que está sobre la mesa", reconoció un miembro del grupo municipal.
La política de reducción de empresas y fundaciones públicas la inició la Generalitat Valenciana, que cuenta con un amplio grupo de sociedades, muchas de ellas inactivas, que suponen gastos superfluos. En el caso del Ayuntamiento de Valencia, si bien algunas fundaciones ejercen tareas propias de empresas (como la de parques y jardines singulares) y algunos entes parecen tener escaso sentido en la actualidad, como el Consell Agrari Municipal, la mayoría tienen una actividad conocida.
Aquí cuentan lo que el consistorio quiere. Hay algo que se me escapa de las manos. Si se reduce personal... ¿estaremos sin autobús?, ¿se descuidarán los parques?, ¿nos quedaremos sin fallas?. Evidentemente me imagino que no, por lo que me imagino que todas estas funciones se las otorgaran a empresas privadas y sin saber a qué precio. Con esto no creo que se vaya a abaratar los costes, sino que todo lo contrario, las empresas que ejecuten las funciones que quiere "vender" el Gobierno valenciano saldrá, sin duda alguna, mucho más caro que lo que le cuesta ahora. Y el lema sería ...¿por qué este interés por vender el trabajo público....?
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