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VALENCIA. Las posibilidades de que la exalcaldesa de Orihuela, Mónica Lorente, afín a José Joaquín Ripoll, sea diputada provincial han aumentado en las últimas horas. La intervención de la vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, en favor de la integración ha hecho replantearse al líder regional, Francisco Camps, la inclusión de la dirigente alicantina.

Tras la exclusión de Ripoll de la corporación provincial, la batalla parecía ganada para los campistas alicantinos. Sin embargo, desde Génova -calle donde se ubica la sede nacional del PP- han considerado que Camps debería hacer un guiño a la que ha sido alcaldesa de una de las ciudades más importantes de la Comunitat Valenciana.

La situación ha caído como un jarro de agua fría entre los campistas alicantinos, quienes desde años atrás han mantenido enconados enfrentamiento con los que fueron afines a Eduardo Zaplana, liderados por José Joaquín Ripoll. Según fuentes 'populares', la indignación entre los fieles a Camps en la tarde de ayer era notable. 

La decisión definitiva se conocerá hoy, aunque todo apunta a que los tres ediles que serán diputados provinciales serán: Joaquín Albadalejo (Torrevieja), Adrián Ballester (Redován) y Mónica Lorente (Orihuela). De confirmarse, en la corporación quedarían hasta cuatro parlamentarios de la cuerda de Ripoll y otros dos que, fuentes del PPCV, consideran ya 'reconvertidos' al bando campista.

La diferencia entre PP y PSPV en la corporación es de nueve escaños. La inclusión de Lorente en la Diputación dejaría, según los campistas alicantinos, demasiado cerca la posibilidad de que pudieran producirse movimientos para evitar que Luisa Pastor, afín a Camps, sea investida como presidenta de la corporación provincial.