JOAQUIM CLEMENTE. 05/07/2011 Dentro de sus planes para llevar a cabo un ajuste y reducción de gastos, la Generalitat se plantea reducir de forma progresiva los fondos que anualmente aporta a las organizaciones de empresarios y sindicales y que suponen una parte destacada de su financiación

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VALENCIA. La Generalitat Valenciana está estudiando un plan de recorte a las subvenciones que otorga a las organizaciones empresariales y a los sindicatos dentro de las medidas que se incluirán en el plan de austeridad. Esta reducción de las ayudas se aplicaría de forma progresiva durante los próximos años, según ha podido saber ValenciaPlaza.com de fuentes próximas a la Administración autonómica.

El nuevo Consell seguiría de esta forma la pauta marcada desde el Partido Popular para reducir las subvenciones que perciben patronales y sindicatos y que suponen una parte importante de la financiación de estas organizaciones. De hecho, la nueva presidente de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aseguró ayer en una entrevista en el diario El Mundo que su gobierno "recortará ayudas a empresarios, sindicatos y partidos". "Empezaremos aplicando esas medidas en Castilla-La Mancha y luego lo haremos a nivel nacional", aseguraba De Cospedal.

En la Generalitat aún no se ha pronunciado públicamente en este sentido, si bien habría trasladado su intención a algunos dirigentes empresariales. La intención es enmarcar esta política en el plan de austeridad y reducción de costes en el que está trabajando el nuevo equipo económico del Consell y que afectan a otros ámbitos administrativos.

El Gobierno autonómico aporta fondos a patronales y sindicatos a través de programas concretos de formación o fomento del empleo y de otros más genéricos como el Plan Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace II), que vincula los fondos a actividades concretas, como cursos o jornadas formativas.

Sin embargo, estos fondos también sirven para financiar los gastos estructurales de tales organizaciones, según reconocen todas las partes en privado. "En todo caso, hay que matizar que las subvenciones que se conceden llevan implícitas una carga de trabajo, con lo que parte de los gastos de personal actuales son consecuencia de la actividad que se genera gracias a esos fondos y, que de no existir, no se incurriría en ellos", explican fuentes del entorno de Cierval.

Este nuevo escenario es al que se va a tener que enfrentar el nuevo presidente de la patronal autonómica, José Vicente González, que hoy tomará posesión en la asamblea de Cierval, sustituyendo a Rafael Ferrando. El propio González ya ha vivido en la cuentas de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) los efectos derivados de los problemas financieros de la Generalitat. De hecho, CEV ha tenido que presupuestar unos 250.000 euros para el año que viene como gastos financieros por el retraso en el pago de las subvenciones comprometidas por el Consell.

La financiación de Cierval será uno de los puntos calientes que tendrá que abordar González en su mandato. El dirigente empresarial ya ha apuntado algunos detalles de su futura gestión, como la necesidad de reducir estructuras duplicadas o triplicadas en sectoriales, provinciales y autonómica, que suponen un sobreesfuerzo tanto de plantilla como, finalmente, económico.

Otro de los puntales de la política de González al frente de Cierval será estrechar la colaboración con las Cámaras de Comercio, otra organización que también padece los efectos de la crisis en las cuotas que perciben de sus asociados, la principal fuente de ingresos. La desaparición de empresas, especialmente en el sector de la construcción, ha provocado un descenso directo en las aportaciones que compensar o ajustar a los gastos.

Cierval celebra hoy la asamblea en la que se producirá el relevo en la cúpula empresarial valenciana. Rafael Ferrando, que ha ocupado el cargo durante 12 años, dejará paso a José Vicente González, actual presidente de la provincial de Valencia CEV y único candidato.