VALENCIA (VP). Las 21 mayores inmobiliarias valencianas multiplicaron por nueve sus pérdidas en 2009, hasta los 37 millones de euros netos. El desplome de ventas fue superior al 25% y acumularon una deuda de 2.700 millones de euros. Aunque la caída real podría ser superior ya que la cifra incluye las operaciones de canje de deuda por activos, por unos 400 millones de euros.
Las expectativas de actividad futura siguen siendo reducidas debido a la escasa demanda, el acceso al crédito o el nivel de confianza de los consumidores, según explicó Juan Latorre, socio de KPMG en la presentación del séptimo estudio anual "El sector inmobiliario a través de las 21 grandes empresas". Junto a los problema de caída del consumo, Latorre ha señalado al nuevo competidor de las empresas del sector: la banca. El asesor afirma que las entidades financieras compiten en el negocio inmobiliario desde un punto ventajoso, por tener "la llave de la financiación". Por ello, Latorre insta a que la banca "identifique a los mejores, que defina su estrategia y empiecen a abrir el grifo".
Ante tales circunstancias, la mayor parte de las grandes empresas del sector habían finalizado sus procesos de refinanciación bancaria en 2009. Procesos que permitieron, en muchos casos, adecuar los vencimientos de la deuda a un ciclo de generación de ingresos más largo que el acostumbrado, así como la obtención de liquidez por la venta de determinados activos a las entidades financieras.
Un proceso que, sin embargo no ha podido compensar la caída en la demanda de viviendas y que, según apunta Latorre, parte de ello es culpa de los largos procesos de negociación. "En ocasiones los procesos de refinanciación pueden prolongarse ocho o diez meses, un tiempo en el que la empresa no puede operar por falta de liquidez".
En este contexto, Latorre apunta que varias de estas empresas inmobiliarias presentarán en breve concurso de acreedores por "puro agotamiento del mercado", si bien ha reconocido que esta medida en ocasiones se está usando como herramienta de negociación con las entidades financieras. "Cuando una empresa entra en preconcurso con una facturación de 200 millones, es el propio banco quien se interesa en sentarse con la sociedad para renegociar".
Por todo ello, desde la asesora afirman que la recuperación del mercado será posible, a medida que se recupere la normalidad crediticia. En esto, el análisis vincula la finalización de la reforma del sistema financiero y "se reduzcan las incertidumbres sobre la deuda pública, y vuelva a fluir el crédito". La salida de la crisis del sector pasa también por "realizaa los ajustes necesarios en la oferta para adaptarla al nuevo contexto de la demanda". Es decir, cuando desaparezcan las empresas menos competitivas.
Pero el crédito, tanto desde el punto de vista del promotor como del comprador de vivienda, no parece que vaya a resultar tan accesible como en el pasado, según el informe de KPMG. Ante estas expectativas, algunas empresas de la Comunitat han venido ya buscando en los últimos años nichos de mercado más estables como la vivienda protegida o el alquiler, así como desarrollos de proyectos en mercados exteriores menos deteriorados. Así, Latinoamérica y especialmente Brasil, se presentan como los nuevos intereses para las grandes inmobiliarias valencianas.
Preguntado por la reciente propuesta del Gobierno de aumentar el umbral de salario no embargable, Latorre valora negativamente una medida que denomina "generalista", pues asegura que afectará a quienes vayan a pedir un crédito y tengan intención de pagarlo, "ya que las entidades pedirán más garantías para proteger su negocio" e insiste en que los embargos afectan a un porcentaje pequeño de "los millones de ciudadanos hipotecados".
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