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VALENCIA. Corría el año 1989. Unió Valenciana explotaba en las elecciones generales al conseguir 145.000 votos en los comicios y alcanzar dos diputados en el Congreso. La fuerza política valencianista atravesaba su momento más dulce, con representación en Les Corts, Diputación Provincial de Valencia, ayuntamiento de la capital, alcaldías e incluso representación europea.

Las elecciones autonómicas y locales de 1991 supusieron el ‘boom' definitivo de Unió Valenciana. 208.126 y 187.385 votos respectivamente, que les permitían lograr siete diputados en Les Corts Valencianes y quedarse a sólo un concejal del PP en la ciudad de Valencia, donde cerraron un pacto que permitió a Rita Barberá alcanzar la alcaldía. Un puesto en el que todavía se mantiene.

Veinte años después, apenas queda nada de aquella poderosa estructura que nació y creció en torno a la figura de Vicente González Lizondo, quien logró ser diputado nacional en 1986, lo que supuso el primer gran éxito de la formación valencianista. El último presidente de Unió Valenciana, José Manuel Miralles, declinó presentarse a las elecciones del pasado 22-M por la debilidad económica de la formación y pidió el voto para el Partido Popular, en una decisión que provocó un gran revuelo en la estructura de UV.

La semana pasada, apareció el nombre de Miralles -ex edil del PP en Náquera- en el grueso de nombramientos efectuados por Francisco Camps como director general de Coordinación del Desarrollo Estatutario y Consultas Electorales. Favor con favor se paga.

Pero el camino seguido por Miralles no resulta extraño y desierto. Al contrario, ha sido asfaltado y transitado por numerosos dirigentes de Unió Valenciana que terminaron en el Partido Popular.

En 1995, Unió Valenciana conseguía todavía buenos resultados en las elecciones locales y autonómicas que les permitían ocupar cinco escaños en Les Corts y tener la llave del Gobierno de la que Eduardo Zaplana se serviría para convertirse en presidente de la Generalitat. Las disputas internas ideológicas entre Héctor Villalba (quien ostentaba la presidencia de Les Corts) y González Lizondo (que le había cedido el puesto), terminó con la expulsión de este último, quien, con la salud delicada, falleció pocas semanas después.

El trasvase de dirigentes de Unió Valenciana al Partido Popular había comenzado. A día de hoy, puede contabilizarse más de 15 cargos integrados en gobiernos o candidaturas del PP y que previamente militaron en Unió Valenciana.

La consellera de Agricultura en el gobierno de Zaplana, María Àngels Ramón-Llin, fue una de las primeras en pasar al PP. La dirigente fue diputada nacional en el Congreso y, finalmente, Rita Barberá la incorporó a su equipo de concejales en la candidatura de 2007. Fernando Giner, expresidente de la Diputación y ahora parlamentario autonómico también perteneció a Unió Valenciana, igual que Vicente Ferrer, exvicepresidente de la Diputación y ahora diputado nacional.

La nómina es extensa. Rafael Ferraro, todavía diputado autonómico en Les Corts, o numerosos concejales del Ayuntamiento de Valencia, como Alfonso Novo, Mairén Beneyto, Vicent Aleixandre o Juan Vicente Jurado (ver imagen) que aún continúan como ediles en el equipo de Rita Barberá y que en su día concurrieron integrados en UV.

José María Chiquillo, senador del PP, fue presidente de Unió Valenciana y terminó entrando como independiente en la lista del senado del PP en 2004. Finalmente, abandonó UV y repitió en la candidatura para la Cámara Baja en 2008, afiliándose finalmente al PPCV.

Una lista en la que también incluye concejales y todo tipo de cargos. Dirigentes que abandonaron el partido valencianista para integrarse en la todopoderosa estructura ‘popular', que terminó fagocitando al que llegó a ser un gigante político regionalista, tal vez incluso demasiado grande e inexperto para moverse con soltura en las altas esferas del éxito electoral. El réquiem de esta formación nacida en 1982, puede haberlo puesto José Manuel Miralles, quien no parece dispuesto a abandonar la presidencia de la formación, mientras los militantes del partido observan con desazón la posibilidad de que Unió Valenciana no alcance su trigésimo cumpleaños.

CONSELL NACIONAL DE UV EN LOS PRÓXIMOS DÍAS

Buena muestra de la intención de continuar de Miralles es la nota de prensa enviada ayer por la dirección nacional de Unió Valenciana en la que se anuncia que en los próximos días se mantendrán reuniones para planificar las distintas áreas de trabajo del Partido y dar cuenta de las reuniones mantenidas por el Consell Politic. Asimismo, se anuncia la convocatoria durante la primera quincena de julio del Consell Nacional para abordar todas estas cuestiones.

En esta reunión, según señala el comunicado, "se tratará y desarrollará como punto fundamental, la asunción por parte de UV, de la Dirección General de Coordinación del Desarrollo Estatutario asignada a José Manuel Miralles, con la consiguiente entrada en el Gobierno de la Generalitat Valenciana". Además,  "se dará cuenta de la situación de los expedientes abiertos por actos de indisciplina a miembros del Partido, desde la celebración de las elecciones del pasado 22 de Mayo y se procederá a oficializar las nuevas comisiones de trabajo".