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VALENCIA. 27-1 sería un resultado humillante para el equipo derrotado en cualquier competición deportiva. Así se siente el Partido Popular de la provincia de Castellón con los nombramientos pronunciados por el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, donde la representación castellonense es prácticamente inexistente.

Según apuntan fuentes 'populares', el enfado en la provincia es "notable". De los diez consellers nombrados por Camps, sólo una de las responsables elegidas es de Castellón. En concreto, Isabel Bonig, hasta ahora alcaldesa de la Vall d'Uixò, ha sido la designada como responsable de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente. El resto de los dirigentes se reparten entre las otras dos provincias. En concreto, Paula Sánchez de León, José Manuel Vela, Enrique Verdeguer, Serafín Castellano, Lola Johnson y Maritina Hernández son de Valencia y Jorge Cabré, Luis Rosado y José Císcar, han nacido o se han desarrollado profesionalmente en Alicante.

La ruptura del equilibrio territorial llevada a cabo por Camps, se ha refrendado además con los nombramientos del segundo escalón de la Generalitat. Hasta 18 secretarios autonómicos ha designado el jefe del Consell: ninguno ha hecho carrera en Castellón y, según los datos oficiales aportados en los currículum, sólo la secretaria autonómica de la Agencia Valenciana de Salud, María Manuela García Reboll, nació en la capital de La Plana, si bien ha desarrollado su carrera profesional entre Cataluña y la provincia de Valencia. Además, el secretario autonómico de Justicia, Antonio Gastaldi, aunque nacido en Valencia también ha desempeñado funciones en Castellón en el pasado. Entre consellers y secretarios autonómicos, suman 28 altos cargos en los que sólo uno, Bonig, podría considerarse según dirigentes del PP, castellonenses de "pata negra" en lo que se refiere a vinculación "estrecha" con la formación en la provincia.

Las fuentes del PP castellonense consultadas por este diario han señalado que el líder provincial Carlos Fabra "está insistiendo" al presidente Camps para que incluya a dirigentes vinculados a esta provincia de cara a los últimos nombramientos que se efectuarán, probablemente, mañana viernes. "En general, ha molestado la nula representación de la provincia en el Consell", reconoce un diputado de esta circunscripción.

Además, se produce la situación de que la elegida para ser miembro del Consell, Isabel Bonig, no pertenece al círculo más estrecho de colaboración de Carlos Fabra. No obstante, las fuentes consultadas reconocen que la ya exalcaldesa puede "cumplir una buena labor en la cartera puesto que ha gestionado muy bien el consistorio en la legislatura". Sin embargo, lamentan que "no se haya repartido juego en la provincia". "El único alto cargo de la provincia es para una persona que ya era alcaldesa y al resto de activos del partido no se les ha ofrecido ninguna oportunidad de gestión", comenta un dirigente de Castellón.

UNA DOCENA DE CARGOS CASTELLONENSES ENTRE UN CENTENAR

En total, de los más de 100 cargos nombrados por Francisco Camps entre consellers, secretarios autonómicos, subsecretarios y directores generales, las fuentes consultadas del PP por este diario señalan que no hay más de una docena de representantes castellonenses.

Así lo ratifican los currículum facilitados por la Generalitat, donde no se citan más de decena de dirigentes de esta procedencia. Sobre esto, fuentes del PP de Castellón subrayan que  varios de los cargos que se incluyen como cuota de la provincia, no tienen un vínculo destacado con la misma en realidad. "Se puede forzar diciendo que un cargo es de Castellón porque trabajó allí una vez o porque veranea allí, pero la realidad es que la dirección provincial está muy molesta porque no se le ha tenido en cuenta en estos nombramientos", sentencia un alto cargo castellonense.

Es un hecho que el PP provincial no se siente representado. El propio Carlos Fabra, poco amigo de morderse la lengua, tachó de "muy negativas" las designaciones efectuadas por Francisco Camps "por la escasa presencia de responsables políticos castellonenses en estas áreas". En el mismo comunicado, el presidente provincial aseguraba que le había trasladado "a los máximos responsables del Gobierno valenciano" su postura. El tiempo se acaba y, desde el entorno del todavía barón provincial se asegura que el dirigente "apretará" para conseguir mayor representación castellonense en el Gobierno valenciano.