BRUSELAS (EP). El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha advertido de que "no hay plan B" para evitar la quiebra de Grecia si el parlamento heleno rechaza el plan de ajuste de 28.000 millones de euros pactado con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) y ha dejado claro que la única alternativa es la "catástrofe".
Por su parte, el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha avisado de que las próximas horas serán "decisivas" para la estabilidad de la eurozona y de la economía mundial y ha reclamado responsabilidad a los diputados griegos.
"Las próximas horas serán decisivas, capitales, no sólo para los ciudadanos griegos sino también para la eurozona e incluso para la estabilidad de la economía mundial", ha asegurado Van Rompuy en una comparecencia ante la Eurocámara para explicar los resultados de la cumbre europea celebrada la semana pasada.
"Apelo a todos, no sólo a la mayoría actual sino a todos los que deben asumir responsabilidades en el parlamento griego, que asuman su responsabilidad. Cuanta más unidad e unanimidad haya será mejor para el pueblo griego y para nuestro futuro", ha resaltado el presidente del Consejo Europeo.
"No hay ninguna alternativa a las reformas dolorosas y a la consolidación fiscal", ha subrayado Barroso durante su intervención en el debate parlamentario. "Los que hablan de un posible plan B que sería más fácil, una posible alternativa, están mintiendo: no hay plan B para evitar la quiebra. El único plan es el planteado por la Comisión, el Banco Central Europeo y el FMI", ha indicado.
"Los que sugieren que hay otra alternativa serán responsables de una auténtica catástrofe de las finanzas públicas en Grecia", ha insistido.
"Espero que en el momento de la verdad Grecia escoja el auténtico camino para salir de la crisis. No será mañana, no hay milagros. Sólo con decisiones valientes y enérgicas Grecia y otros países con un programa (en referencia a Irlanda y Portugal) superarán sus actuales problemas. Si lo hacen, tendrán el pleno apoyo de la UE", ha concluido Barroso.
La aprobación del plan de ajuste es la condición que ha impuesto la UE para desbloquear la ayuda de emergencia de 12.000 millones de euros que Atenas necesita para no suspender pagos en verano.
Además, los líderes europeos han prometido a los griegos, si dan su visto bueno al programa, un nuevo rescate de 100.000 millones de euros para hacer frente a las necesidades de financiación hasta 2014.
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