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VALENCIA. La actual secretaria autonómica de Política Institucional y Abogada General de la Generalitat, Isabel Villalonga, es una de las piezas clave dentro del Gobierno valenciano. Con apellido y familia ilustre, esta licenciada en derecho lleva la friolera de 18 años saltando de conselleria en conselleria.

Curiosamente, comenzó su etapa en el gobierno socialista, allá por 1993, en el puesto de secretaria general administrativa de la Conselleria de Obras Públicas, con Eugenio Burriel al frente de la cartera.

Hermana de Fernando Villalonga, conseller de Educación con Eduardo Zaplana como presidente de la Generalitat, dio el salto a puestos de influencia en el Consell en junio de 2003, cuando fue nombrada directora general de Organización, cercana a la entonces todopoderosa jefa de Gabinete de Francisco Camps, Ana Michavila, hermana del exministro José María Michavila, quien ocupara el cargo durante el gobierno de José María Aznar.

En 2004, Villalonga pasa de Presidencia a la subsecretaría de Turismo, con Milagrosa Martínez como consellera. En esa cartera se encontraba como responsable de la Agencia Valenciana de Turismo, Matías Pérez Such, afín a Eduardo Zaplana. La misión de control encargada por Michavila duró un año. Fuentes de la Generalitat aseguran que se barajaba que Villalonga relevara a Pérez Such primero y, después, llegara a ejercer de consellera. La operación no llegó a culminarse, en plena batalla abierta con el zaplanismo alicantino, y finalmente Villalonga fue resituada de nuevo en Presidencia, esta vez como subsecretaria.

El organigrama de ese momento reflejaba un Consell presidido por Camps, y secundado por dos personas de su confianza: Isabel Villalonga y Ana Michavila, quienes controlaban los latidos del corazón presidencial. En abril de 2007, Villalonga era nombrada secretaria autonómica de Política Institucional y abogada de la Generalitat en sustitución de José Marí, actualmente diputado autonómico.

En agosto de 2009, con el caso Gürtel en plena efervescencia, Camps afrontó cambios en el Gobierno valenciano. La desaparición de la Conselleria de Presidencia provocó diversos cambios estructurales en la Generalitat. Isabel Villalonga recaló en el segundo escalón de Industria, Comercio e Innovación, la cartera que desde ese momento dirigió el todavía vicepresidente primero Vicente Rambla. Estas maniobras coincidieron con el anuncio de Ana Michavila de que abandonaba su puesto de jefa de Gabinete.

Pocos días después de su nombramiento, Rambla certificó el cese "a petición propia", de Matías Pérez Such, quien había terminado en Industria tras su salida de Turismo.

Hasta la fecha, Isabel Villalonga se ha mantenido en la secretaría autonómica de Política Institucional y Abogada de la Generalitat Valenciana. Las fuentes consultadas por este diario la señalan como una persona con una influencia "marcada" en el Palau. "Ya sea en la estrategia sobre el caso Gürtel, en casos como el Teatro Romano de Sagunto o en cualquier intriga palaciega, Isabel Villalonga es una de las que está al tanto de todo", sentencia un alto cargo del Gobierno valenciano.